Proponer

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Christopher

Tal vez he sido un egoísta, llevo al menos tres días de corrido sin visitar a Dhana. Todo lo ocurrido hace una semana atrás, desde que apareció aquel tipo y que me contara la verdad me ha tenido flotando entre nubes turbias.

Quiero ayudarla pero no tengo de dónde sacar esos veinticinco millones de pesos. A penas tengo dos millones ahorrados, los que pensaba utilizar para nuestra luna de miel.

Sonrío amargo y suspiro.

Se viene una campaña muy grande de promoción y tengo que empapelar la ciudad completa con publicidad: gigantografías por las autopistas, paraderos de las avenidas principales, entre otros sectores de la forma más creativa posible.

Había mucho dinero para invertir, después de todo era una de las marcas deportivas más reconocidas del mundo: la de las tres rayitas.

—Debe haber mucho color —dice mi jefe, sacándome de mis pensamientos—. Mucha "onda", hay que apuntar a los jóvenes y adultos, pero que aún así llame rotundamente la atención de niños y adultos mayores.

—Lo entiendo —respondo.

—Tenemos un mes. En un mes, Santiago entero debe estar tapizado. Luego nos encargaremos de algunas regiones —cierra la presentación multimedia que se proyectaba en una de las paredes de su oficina y me extiende el pendrive—. Haznos brillar, como siempre —sonríe con suficiencia. Asiento y me dispongo a salir—. Christopher.

Me doy la vuelta y lo escucho.

—¿Todo bien?

Frunzo el ceño, ¿había escuchado bien?

—Sí, todo bien.

Me observa y asiente.

Salgo de su oficina y antes de ir a la mía me preparo un café.

El resto del día me dediqué a diseñar distintos tipos de propuestas, algunos bocetos que me tomaron varias horas terminar. Mi almuerzo se redujo a una hamburguesa y unas papas fritas. Fue la única breve pausa que me dí. Este mes, tendría días bastante largos.

Al llegar a mi casa, dejé que una ducha larga me relajara. Me afeité y el pantalón del pijama fue lo único que me puse. Me preparé un té y unas tostadas con mantequilla y me tiré en el sofá para ver algo de televisión.

Mensaje.

22.30

"Hola Chris, ¿sabes si Dhana tiene algún número al que pueda llamarla?"

Envié y esperé mientras comía. No tardó en llegar la respuesta.

Mensaje. Christian.

22.31

"+56976894503. Al fin te acordaste de ella".

Rodé los ojos, era bastante insoportable cuando se lo proponía.

Mensaje.

22.35

"Dhana, hola. Soy Christopher. Quería saber si te podía llamar. Chris me facilitó tu número".

Eso había sonado muy formal, sin una pizca de cercanía. Hice una mueca y lo envié. Diez minutos después recibí su respuesta con un "sí" y marqué.

Little do you know - #CESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora