Observo a Jungkook por un rato. Sea lo que sea que estuviese hablando con Taehyung no parecía ser bueno porque el castaño estaba alzando la voz y en su cara se asomaba un ceño fruncido. Aunque no le gustaba verlo así, Jimin agradeció enormemente que el enojo del más alto ya no estuviese dirigido hacia su persona.

Pasó menos de un minuto y Jungkook colgó la llamada para caminar hasta Jimin. Definitivamente el castaño estaba cabreado, se le notaba hasta en la forma de caminar.

– ¿Qué pasó? –Preguntó Jimin esperando no ser inoportuno.

– Taehyung ofreció otra fiesta así que aún no puedo volver a casa –se queja Jungkook–, odio cuando mete a gente idiota a la casa.

Jimin recordó cuando Taehyung lo invito a la fiesta que organizó, a pesar de que se llevó el susto de la vida por dárselas de metiche en las cosas de Jungkoook no se arrepentía de haberlo hecho. Seguramente no hablaría con el castaño si no hubiese pasado todo de esa forma.

Un ruido proveniente del lado de la fogata asusta a Jimin quien de forma automática se pego al cuerpo de Jungkook. Este último le quedo mirando más no dijo nada, no le molestaba tener al más bajo cerca, ni sentir su perfume de vainilla tan penetrante.

De las sombras emergió la figura de un chico. Apenas los ojos de Jimin se adecuaron a la oscuridad pudo notar que se trataba de Namjoon caminando de forma rápida hacia ellos.

– ¿Donde se habían metido? –Pregunta apenas llega al lado de ambos.

– Tuve que sacar a Jimin de allí porque un idiota trato de propasarse con el –informa Jungkook seriamente–. Ahora, ¿se puede saber dónde mierda estabas tú que debías cuidarlo?

– La multitud lo arrastró y cuando fui a buscarlo el jefe quiso hablar conmigo. Sabes que no puedo negarme ni aunque así lo desee.

Jungkook asiente mientras Jimin los mira sin entender la conversación. Ya era hora para que le dieran algunas respuestas o terminaría hecho un lío.

– Taehyung está haciendo una estupida fiesta en el departamento –habla el castaño mirando a Namjoon–. ¿Puedo dormir en tu casa hoy?

El moreno se ríe ante la pregunta.

– Viejo, Seokjin se está quedando en la casa y a menos que quieras escuchar como follamos no te lo recomiendo.

Jungkook rueda los ojos y bufa. No, definitivamente no quería exponerse a esa situación o vomitaría toda la noche producto del asco. Jimin lo miraba tímido, notaba a leguas que el castaño no quería regresar a su casa y solo para verlo bien dijo:

– Puedes quedarte en la mía...

Esta vez Namjoon y Jungkook lo miran incrédulo.

– ¿Lo dices enserio? –pregunta el castaño

– Claro, mi habitación es grande y mamá no se molestara si llevo a alguien... Ella sueña con que haga amigos y esas cosas.

Jimin sabía que prácticamente se trataba de suicidio lo que proponía. Si no podía estar tranquilo ni cinco minutos cuando se encontraba cerca de Jungkook no tenía idea de cómo aguantaría estar toda la noche a su lado.

– Tu novio es muy tierno, Kook –dice Namjoon–. No sé porque está con un ogro como tú.

Jungkook frunce el ceño y Jimin se pone rojo nuevamente.

– No es mi novio –le contesta Jungkook–, así que no me jodas.

Ok, el castaño era el rey de la bipolaridad y Jimin no podía hacer otra cosa que quedarse en silencio preguntándose a sí mismo que era lo que Jungkook esperaba conseguir con todas las cosas que decía. A veces podía comportarse muy preocupado y protector, pero luego volvía a ser el mismo insoportable de siempre.

– Pero no me queda otra opción –agrega–... Hoy me quedaré contigo, mariposa.

Sería una noche larga, Jimin lo sabía.


( ✧ )


Nota: Maratón 1/3.

Nota: Maratón 1/3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora