DESPUÉS DE LA GUERRA - DRACO MALFOY

RENCICILIATIO

Capítulo XXVIII

REENCUENTRO

Salimos de Gringotts, eh emprendimos camino hacia la Librería Flourish y Blotts una de mis librerías favoritas en el mundo mágico, al entrar le doy él bebe a mi esposo par que lo sostuviera mientras yo daba un recorrido por los estantes de la librería. Cuando estaba a punto de tomar un libro de herbolaria una mano me lo impide pues también estaba por tomar el libro que había seleccionado.

-       Oh, disculpe, ¿Lo quería tomar, usted? – pregunto el hombre que quería tomar el libro, cuando lo volteó a ver me encuentro con Neville Longbottom, el niño tímido que asesino a Nagini como olvidarlo.

-       Sí, pero puede tomarlo – le dije pues yo solo lo pensaba hojear.

-       Puede tomarlo con gusto, yo puedo buscar otro ¿señorita? – comento Neville esperando que me presentara.

-       Dumbledore, _______ Dumbledore – me presente.

-       ¡Oh!, claro ya te recuerdo, eres la misteriosa hija del antiguó director Albus Dumbledore – me dijo.

-       Claro, soy ella tú debes ser Neville Longbottom – le dije.

-       Sí, soy él – dijo con una risa nerviosa - ¿Te gusta la herbolaria? – me pregunto.

-       Si, bueno realmente me gusta leer en general – le respondí.

-       Eso es bueno, y dime ¿Estás sola aquí? – me pregunto ya con un poco más de confianza, pues era muy tímido.

-       ¡No!, ella no está sola – respondió mi esposo tras de mí.

-       Malfoy – dijo Neville en forma de saludo.

-       Longbottom – respondió de la misma forma -  veo que estas fraternizando con mi esposa _____ Malfoy – en cuanto termino mi esposo Neville me volteo a ver entre incómodo y enojado, creo que olvide presentarme con mi apellido de casada, ups mi error.

-       Bueno, fue un placer _____ nos vemos – se despidió Neville – Ten lo puedes leer tú, ya después me dirás que tal esta – me dijo Neville regresándose a entregarme el libro.

-       Adiós Neville, nos vemos – me despedí, al voltearme a ver a mi esposo estaba enojado, muy enojado y celoso, pero no era el único Scorpius también estaba ¿Enojado?, no lo se estaba con cara de disgusto, yo solo me pude reír.

-       Ja, ja, ja, ja, que celosos son mis hombres- digo dándole un beso en la frente a cada uno de ellos.

-       ¿Pero sabes algo Campeón?, yo puedo hacer algo que tú nunca vas a poder hacer- me toma de cadera y aprisiona mis labios con los de él.

Scorpius se enojó y eso lo sé porque comuna de sus manitas empezó a golpear a Draco y con la otra separar mi cara de la de él. Draco no se quería separar de mí, debo admitir que ni yo quiero hacerlo, pero estamos en un lugar público, pero con la insistencia termino por separarme de Draco, el cual mordió mi labio como respuesta.

-       Eso, mi pequeña criatura es lo que no puedes hacer, pero yo sí, ah y más pero aún estás muy pequeño para saberlo.

-       ¡Draco! - le reprochó como le puede decir eso a un bebé.

-       ¿Qué tiene de malo?, algún día lo tendría que saber y además ni entiende.

-       Mejor ya vámonos que se nos hace tarde.