DESPUÉS DE LA GUERRA - DRACO MALFOY

QUI IN ACIE PRANDIUM

Capitulo X

LA CENA QUE SE VOLVIÓ UNA BATALLA CAMPAL

Fue demasiado gracioso ver a gran Draco Malfoy alias el "Mi padre se enterará de esto", haciendo sus ridiculeces frente al espejo, realmente nunca creí poder observar a Malfoy siendo relajado, sin esperar que alguien le segunde sus arrebatos narcisistas, en cambio hoy me permite poder observar más allá de lo aparentaba ser, ahora es relajado, espontaneo disfrutando de su juventud y sobre todo pudiendo elegir por sí mismo lo que quiere o no hacer.

Saliendo de mi ensoñación, observo a Draco viéndome con su cara de vergüenza, pero vamos como no me puedo reír si fue sumamente gracioso.

-       ¿Qué has visto? -dice sonrojado y un poco nervioso, aunque yo creo que está intentando aguantar una risa.

-       Nada, no eh observado nada - digo con las manos levantadas en son de paz.

-       ¡Ay! si y yo soy un santo, como no –me dice con sarcasmo.

-       Pues la verdad, quién sabe las personas pueden cambiar – le comento, con una risa.

Después de una de nuestras tantas típicas peleas, bajamos a cenar mentiría si dijera que no tengo miedo al entrar al comedor, claro que sentía pavor de encontrarme con Lucius pues no hemos tenido una buena relación; Si no me equivoco nos hemos enfrentado cara a cara en diversas ocasiones durante la guerra.

Dejando de lado mi miedo, tomo con fuerza el brazo de Draco una vez que nos encontramos frente a la puerta de la habitación donde está el comedor, al abrirse me puedo ver con claridad a mis suegros, sentados ya en la mesa.

En cuanto entro en el comedor me tenso pues el padre de Draco, Lucius está viéndome con su mirada despectiva dando un recorrido de arriba hacia abajo como si fuese un examen, donde se evaluaría mi postura, vestimenta, etc. Si fuese un examen la lo habría reprobado eso era seguro, con la suerte que me cargo para los exámenes.

Al observar mi nerviosismo Draco bajo mi mano de su brazo a su mano donde dio un apretón dándome apoyo de forma silenciosa, conforme avanzábamos dentro del comedor, me di cuenta que en esta ocasión en comparación a la primera vez que estuve aquí en la punta de la mesa se encontraba Lucius y a su izquierda se encontraba Narcisa ya sentada en la mesa, esperándonos. 

-       Por favor pasen, tomen asiento – ofrece Narcisa una vez que ya estamos próximos a nuestro lugar.

-       Gracias – agradezco a Narcisa mientras que Draco se limita a solo asentir con su cabeza.

En cambio, el saludo de Draco y su padre solo fue una mirada para asentirse con la cabeza, para mi este saludo fue un poco tétrico, pero debo recordar que son costumbres que tiene ellos como familia por lo que tendré que aprender a respetarlo. Una vez frente a la mesa Draco retiro la silla que se encontraba a dos puestos del lado derecho de su padre para que me pudiese sentar.

El tomo asiento a mí lado, a la derecha de su padre frente a su madre todos en la mesa se encontraban en silencio, era perturbador pues yo no acostumbraba a tener tantos silencios mucho menos tan prolongados como estaba sucediendo ahora.

-       Bienvenidos – nos recibe Narcisa con una sonrisa, mientras nos rellenan las copas de vino tinto que estaba frente a nuestro plato.

-       Gracias madre – Agradece Draco, la cena fue servida enseguida iniciando con el Entremés que consistía de montaditos de mermelada de higo y queso curado, la verdad, aunque se escuche asqueroso el nombre estaban bastante deliciosos.