It's taken so much time to say there things to you...

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— ¿Además de bailar bien tienes la osadía de tener una voz encantadora?

El tranquilo canto no se vio interrumpido por mi intromisión, cosa que me extrañó porque siempre que le hago un cumplido se avergüenza. Usualmente se queda mudo por un par de segundos y su rostro toma un poco más de color, es casi imperceptible pero yo, que le observo con detenimiento desde que lo conozco, puedo notar hasta el más mínimo cambio en él. Amo todas sus reacciones, desde su ceño fruncido hasta esa sonrisa en la que muestra sus dientes. Es precioso, es tan adorable que me lo quiero comer a besos siempre que me lo encuentro sea donde sea.

Una media sonrisa curvó mis labios cuando noté que tenía los auriculares puestos y cantaba sin darse cuenta, porque de estar consciente no lo haría en una de las tantas áreas verdes del campus universitario donde cualquiera que pase puede oírlo. Me acerqué con sigilo extremo por un costado suyo y me agaché a su lado, a una distancia prudente para que no notara mi presencia, y vi lo que tan concentrado lo tenía.

Dibujaba.

Un retrato, supuse, dado el esmero con el que detallaba el iris de un ojo. El resto eran bosquejos así que difícilmente podría decir quién era.

— ¿No te aburre ser absolutamente bueno en todo lo que haces?

Le arrebaté un auricular y me acerqué a susurrar en su oído con algo de ironía para camuflar la admiración que siento. Lo tomé tan desprevenido que el brinco que dio hizo que arrojara el bloc de dibujo y sus lápices de distintos grosores. Sólo reí y tomé asiento en el pasto, de frente al árbol en el que este precioso y asustadizo chico estaba recargado.

— ¡Hy-Hyung! No me asustes así —exageradamente se llevó una mano al corazón y respiró hondo mientras me dedicaba una mirada llena de rencor.

- No exageres, niño. No te va a dar un infarto por algo así.

Frunció el ceño como si pensase lo contrario y chasqueó la lengua, ignorándome mientras recogía los lápices que salieron volando. Por mi parte me dediqué a detallar hasta el más mínimo movimiento que hacía, dándome cuenta de lo mal vestido que andaba. E incluso así me parecía el ser más bello del universo; ni con esa camiseta que debió ser de un blanco impoluto y ahora lucía desteñida y amarillenta ni con ese pantalón entallado con manchas en los muslos se veía mal.

— ¿No tienes clases ahora?  —me preguntó tras volver a apoyar su espalda en el grueso tronco del árbol.

— La cancelaron quince minutos antes de que iniciase —solté un suspiro y Jungkook sonrió. Precisamente ahora estaría encerrado en el aula de no ser por los problemas personales de la profesora que le impidieron impartir la lección de hoy.

— ¿Y decidiste venir a molestarme entonces? —sonreí porque el brillo de alegría en sus ojos y esa radiante sonrisa distaba mucho de sus palabras hostiles.

— No —su sonrisa flaqueó un poco y asintió algo decepcionado. Sonreí-. Decidí venir a acompañar a mi persona favorita de este lugar, no a molestarlo.

— ¿Sólo de este lugar? —este niño haría que mi corazón explotase por lo lindo que es, ¿se hacen una idea de lo feliz que me hace ver esa sonrisa casi tan grande como el amor que siento por él?

— No lo sé, está libre a discusión —reí y cuando el viento azotó con fuerza las ramas quitándonos brevemente la sombra fue que noté el cambio en su apariencia—. ¡Woah! ¡Jungkook! ¿Qué es eso? ¿Son visos?

Me arrodillé e incliné hacia adelante para coger unos cuantos mechones de su cabello. Pasé reiteradas veces mis dedos entre las finas hebras, la última vez que le vi estaba castaño. Se veía tan guapo que me costó la vida misma volver a sentarme en la posición de antes.

Confession [JiKook] [Songfic]Where stories live. Discover now