Capítulo 32 🌙

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Dioses... me estresa que se comporten como dos machos alfas. ¿Es muy difícil ser civilizado?

―Esto será interesante ―Se ríe Andrew ―. Vamos a apostar por quién ganará el mejor premio. ¿Por quién vas, Arianne?

Pongo los ojos en blanco.

―No es una competencia.

―Claro que sí ―gruñe Asher ―. Tú vas primero, brujo.

―Cómo prefieras ―dice el druida.

Kellan se dirige a la tienda de juegos sin pronunciar otra palabra y casi grito. ¡Tiene que ser una broma!

―No llevas ni una semana aquí y ya tienes un nuevo pretendiente ―bromea Andrew.

―Kellan es mi maestro y un buen amigo.

Ashton bebe su cerveza.

―No eres su tipo ―suelta.

Arrugo la nariz.

―¿Cómo podrías afirmarlo? No lo conoces.

Me da una sonrisa brillante que enseña dientes y hasta hoyuelos. Dioses, es guapo cuando sonríe.

―Eres tan inocente ―lame sus labios ―. ¿Tú qué opinas, Andrew? ¿Arianne es el tipo de alguien como Kellan?

El rubio le da una evaluación a mi cuerpo y hace un ruido de negación. Auch.

―Ella no, pero nosotros sí.

Esperen... ¿qué?

Ignoro los comentarios y observo como empieza la lucha por ganar el premio más grande. Asher y Kellan ya están en la cabina de juego. Los animales de peluches que cuelgan llaman la atención de los niños. Hay flores, objetos lindos, perfumes y cualquier otra baratija que aman las personas.

Una vez que pagan, el vendedor le ofrece tres bolas a cada uno para disparar el objetivo. Kellan es el primero en intentarlo y sorpresivamente lo logra. Le guiña un ojo a Asher quién niega con fastidio. Varias chicas lo alagan mientras él elige un peluche de oso panda. Me ruborizo cuando se acerca a mí y me lo tiende.

―No era necesario ―susurro ―. Quizás alguien más lo quiere.

Kellan me sonríe.

―Consérvalo como un regalo de bienvenida.

Abrazo el peluche a mi pecho. Es demasiado lindo y no podría negarme.

―Gracias.

Asher carraspea y frunce el ceño. Kellan le resta importancia a la tensión que está construyéndose. No me digan que se pondrán a pelear o me muero aquí mismo. Par de cavernícolas.

―Mi turno ―dice Asher con arrogancia.

Hace una pausa y arroja las bolas, golpeando los objetivos casi imposibles con facilidad. El vendedor mira su temporizador y confirma que Asher lo hizo más rápido que Kellan. Fantástico. Mi aliento viene rápido en el momento que debe escoger el premio. No es un peluche normal, pero sí uno con un inmenso significado.

El peluche es un lobito gris.

―Bonita ―dice, mirándome con una sonrisa ―. Será nuestro primer lobito.

Mis sentidos enloquecen con el golpe de sangre a través de mi sistema y siento a mi corazón derretirse por el detalle inesperado y precioso. ¿Algo mejor que esto? Lo dudo.

―Tú sí sabes como conquistar a una chica ―musito.

En ese momento todo a nuestro alrededor es olvidado. Asher posa su mano en mi cintura y me acerca a su cuerpo para darme un beso arrollador. Suspiro contra sus labios, completamente hechizada por él. Inclino mi frente en la suya, tomándome mi tiempo para no perder el equilibrio.

Dulce Maldad [En Librerías]Where stories live. Discover now