capitulo 20 la gallina de los huevos de oro

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— ¿e... embarazaste a alguien?— dije con voz estrangulada.

— ¡Dios! Jen no, nunca he tocado a las amigas de mi hermanos y menos a las amigas de Andrea... Es solo que un día llego muy borracha con una amiga y se durmieron en la sala de mi departamento— me levanto el mentón para que lo viera a los ojos— cuando desperté ella estaba desnuda en mi cama pero es imposible que me acostara con ella porque yo estaba completamente vestido y no dejo que nadie nunca duerma conmigo y mucho menos me enrollo con alguien en mi cama para eso están los hoteles y para evitar eso siempre tengo condones siempre.

No me gusto la idea de imaginar a Adam con una mujer y hui a su mirada. —el bebé es tuyo sí o no

Se paso la mano por la cara —No, no la embarace, cuando nació el niño pedí una prueba de paternidad y no, no soy el pare de ese niño...—suspiro— Mi hermana no me cree y simplemente nos dejamos de hablar.

No sabía si creerle o no era un tema realmente delicado estábamos hablando de un bebé que no pidió nacer y yo vivía con el trauma de que mi padre me había abandonado y sencillamente no toleraba a ese tipo de personas las odiaba.

—Jen, créeme, nunca me acosté con ella y nunca he embarazado a nadie en mi vida. Necesito que me creas.

Se veía desesperado y sincero, vaya me estaba empezando a gustar Adam mucho más de lo que pensé estaba en el punto de que no quería dejarlo y soltarlo se sentía demasiado insoportable. Soy una mujer adulta, inteligente e independiente y me estaba enamorando, y como la cobarde responsable que muy en el fondo era, iba a correr hasta que mis pulmones dolieran.

—Te creo— dije mas para mí que para él.

Unió su frente con la mía aliviado, deslizo una de sus manos hasta llegar a mi cadera y la otra en mi cara cuando intento unir sus labios a los míos lo detuve.

Aquí empezaba mi autocontrol.

—No porque te crea significa que te vaya a besar—suspire al sentir lo suave de su tacto y las miles de corrientes eléctricas en mi piel. No más, no más juegos, amenazas, no más juegos del gato y el ratón, cuando tuviera una relación tendrían una relación seria y no sería un punto suspensivo como en el que estaba con Adam— esta cosa de amigos con derecho a roce se acaba aquí. Nunca, nunca va a volver a pasar.

Me zafe de su agarre y baje las escaleras con paso ligero estaba harta molesta y con ganas de llorar por terminado mi jujuju con Adam, tenía que continuar buscar a alguien que no me hiciera enojar cada quince segundos solo porque le parecía divertido. Él más temprano que tarde buscaría a alguien más y yo haría lo mismo me doliera o no.

En la fiesta había muchas chicas con vestidos largos y extremadamente cortos los chicos estaban en trajes de todos los tipos y colores meceros sirviendo champagne fotógrafos en todos lados mi atención estaba en todos los chicos con los que hablaba y en evitara Adam a toda costa necesitaba algo de aire y sali a la piscina, estaba llena de flores y velas flotantes, me quede de pie frente a ella un largo rato pensando si había tomado la decisión correcta en terminar lo quesea que tenia con Adam y aunque todo apuntaba que era lo mejor algo me insistía en que cometía un error era un presentimiento, pero no me pensaba retractar había tomado mi decisión y tenía que pegarme a ella como si fuera mi salvavidas. Y en cierto punto era mi salva vidas mi salvavidas a una vida libre de Adam y ojos verdes con un conjunto de hoyuelos y sonrisa sexy y cara de niño con cuerpo de hombre perfecto.

— ¿Qué hace una chica tan linda sola?— dijo una voz masculina suave.

Me gire para ver a un chico alto de cabello cobrizo oscuro con un traje de tres piezas.

ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora