[05] Hambre.

730 177 0
                                    

La oleada psíquica impactó la mente de Taehyung con la fuerza de un golpe seco. La velocidad de la onda dejó mortalmente claro que el daño que se había producido era catastrófico.

Ho-seok miró al otro lado de la carretera al montón humeante de maderas quemadas que llenaba de un negro humo el brillo del sol del mediodía, los rayos brillantes de color rojo oscuro del fuego continuaban lamiendo los restos de lo que debió haber sido la residencia.

<<La región ha sufrido una pérdida de información significativa >>, dijo el jefe de la organización desde un punto muerto. Tae agudizó sus sentidos aun mas, <<La ubicación de al menos de la mitad de las anclas y de sus respaldos está comprometida. O."X" no podría haber llegado a tantas personas al mismo tiempo sin un mapa específico. No hay posibilidad de sobrevivientes.>>

Palideció al comprenderlo. Si Yoon-gi era el causante de todo esto podría estar en absoluto peligro. Necesitaba encontrarle con rapidez.

Intentó sentir su presencia, mas no pudo lograrlo. Eso le daba tan solo dos posibilidades, o se encontraba realmente lejos, o estaba muerto.

Alguien intentó contactar con él. El tacto con el que esa persona le pedía permiso para poder comunicarse, hizo que de inmediato supiese de quien se tratara. <<Taehyung >>

<< ¿Jimin? >>, preguntó con un alivio demasiado evidente, << ¿cómo están todos? ¿y Yoon-gi?.>>

Jimin y sus compañeros se habían alineado con Taehyung, sin embargo, estaba claro que no todos seguirían ciegamente sus órdenes. Los miembros del escuadrón habían aprendido la lección después de su experiencia en manos de Kim Jong-in, entendiendo que la lealtad era una moneda que fácilmente podía cambiar de manos. Había sido sólo por la trayectoria de Taehyung que nunca había ido en contra de los que le habían ofrecido su lealtad, que eligieron trabajar con él.

<< Estamos buscándole >>, le respondió luego de unos segundos, << y no, por si te lo preguntas. Yoon-gi no causó esto. Los demás escaparon ni bien sintieron lo que estaba a punto de ocurrir. Extrañamente no había protección, ni gente. Los aparatos se encontraban desconectados, por lo que no fue dificil liberarse. Esto fue planeado durante mucho tiempo, no es algo improvisado, de eso estoy seguro.>> 

<< Localiza al responsable y haz de él o ella un ejemplo.>> ordenó Taehyung <<. Yo me ocuparé de mi hermano. No te preocupes. >>

Sabía lo importante que Yoon-gi era para Jimin, por lo que no pudo evitar agregar aquello.

Necesitaban encontrar a los responsables. Si habían tenido la fuerza suficiente para acabar con todos los de la organización en la que les mantuvieron cautivos, eso significaba peligro para todos.

Y un poder que podría llegar a ser demasiado superior.

<< Ya nos encontramos trabajando en ello. >> respondió Jimin.






El brillo del sol, la frescura del viento otoñal. Anhelaba sentirlos contra su piel... como anhelaba el contacto con otro ser vivo, su cuerpo estaba hambriento de algo más que comida.

Caminó descalzo durante lo que podría llegar a ser horas. Aunque no estaba realmente seguro. Quizás habían pasado tan solo minutos, y él no podría notarlo. Esa era una de las consecuencias de su estado. No tenía noción del tiempo. Tampoco sabía donde se encontraba ni a donde se dirigía.

Tan solo quería correr. Ser libre. Sentir el viento arroparlo suavemente.

Se detuvo con brusquedad al sentir una presencia cerca suyo. Se había quedado tan inmerso en su mundo que se había olvidado que aun se encontraba en peligro.

Inhaló con rudeza al distinguir aquel aroma. Su pasional cuerpo comenzó a despertar con prontitud.

A Yoon-gi le dolía en lo profundo y no era un dolor que hubiese disminuido de ninguna manera desde que había salido de ese lugar.

— Jimin — dijo con dureza al sentirse tan vulnerable. Habían pasado meses desde que no le veía. Meses desde que les habían descubierto a ambos en un estado de completa vulnerabilidad.

Apretó sus puños con fuerza. Intentó controlar su respiración e intentar evitar los recuerdos que volvían a él con una rapidez que resultaba agobiante.

La culpabilidad todavía latente. Una sed de venganza letal haciendo frente.

Jimin se acercó a él con rapidez, importándole poco haber incumplido con las ordenes de Taehyung.

Yoon-gi siempre sería su prioridad. Otros podían hacerse cargo.

Sin evaluar los riesgos, y sabiendo perfectamente que tanto Yoon-gi se encontraba anhelando su tacto, extendió los dedos hacía su cabello, pasando su otro brazo alrededor de sus hombros para sujetarlo junto a él. La respiración de Yoon-gi era desesperada. Sabía que se encontraba conteniendo puesto que si no lo hacía podría causar una catástrofe inclusive peor que de la que habían salido.

— Te extrañé — susurró contra su oído. Su punto mas sensible -, mucho.

No era suficiente. Nunca lo sería.

Mirándole a los ojos, se inclinó para rozar sus labios con los suyos con fuerza.

Sintió el momento exacto en el que despertaba aun mas su deseo descontrolado. No pudo evitar no sonreír.

—Jimin... — un jadeo. Sus uñas arañándole la espalda.

Por su parte, Yoon-gi descubrió que su deseo por Jimin no había muerto el día en el que les habían separado. No, sólo había crecido más, día a día.

Hoy, Jimin había tocado a Yoon-gi en un último intento para traerlo de vuelta desde ese oscuro lugar donde él se había ido, pero ahora que su piel rozaba contra la suya, ansiaba más. Ansiaba esto, a pesar del hecho de que la oscuridad permanecía en su mirada, su inhumana inteligencia la miraba con ojos de obsidiana.

Presionando su mano, contra la mejilla de él, cerró los ojos y abrió los labios bajo los suyos en una  instintiva invitación que él aceptó sin dudar, una mano gentil en su cuello.

La caricia se sentía cruda, inexperta, pero no menos adictiva por ello. Era heroína en su torrente sanguíneo, un sorprendente impacto de sensaciones, el mundo un estudio en un apasionado rojo.

Estirando el cuerpo hacia arriba, su peso equilibrándose sobre los dedos de los pies, lo besó con una desesperación salvaje que carecía de cualquier sentido de la delicadeza.

Yoon-gi tomó lo que el le dio y demandó más, hasta que su corazón retumbó con fuerza contra sus costillas y el aire fue algo de lo que el prescindió al quedarse sin aliento al entregarse a la caliente imprudencia del beso. Un beso que le presionaba a los duros contornos del cuerpo de Jimin, una de sus manos todavía en su nuca.

El recordatorio físico de su mortal posesividad no hizo nada para arrojar agua fría sobre el incendio que amenazaba con consumirlos. Yoon-gi no estaba frío ahora, su piel estaba lo suficientemente caliente como para quemar,  el brazo que había apoyado sobre su cabeza le atrapaba en una prisión de la que no tenía ningún deseo de escapar.

Metiendo las manos en su pelo, lo sostuvo contra él, hundiendo sus dientes en el labio inferior en un salvaje acto de pasión que debería haberle sorprendido.

No lo hizo. No en esa locura.

Su mano apretó una fracción mínima de el cuello de Jimin antes que él imitase su gesto y Yoon-gi quiso gritar ante la eléctrica quemazón de esa caricia primaria que se encendía sobre su cuerpo.

Demasiado, esto era demasiado, demasiado pronto, pero no podía parar, no podía soportar tener que dejarlo ir.

Un brusco sonido hizo que se apartarse de pronto, su pecho agitado.

Uno de los árboles que se encontraban cerca suyo se había partido en dos.

Jimin suspiró claramente también afectado por la situación, apoyado en su cuerpo. Le abrazó con fuerza para luego darle un último beso con cariño.

— Tae se acerca — murmuró para luego alejarse.

소원 burning desire. [Hopev]Where stories live. Discover now