16. ¿Qué demonios?

Beginne am Anfang
                                    

Esta chica y yo teníamos una muy buena charla pendiente.

Ella me liberó e, instintivamente, me volví a ver a Zack, que se encontraba a un lado, sonriéndome.

De repente, otros brazos se apoderaron de mí, pero estos eran más grandes y más gruesos.

Apenas se acercó, reconocí su olor.

Ese perfume era inconfundible.

—Matty —susurré feliz.

Él, por el contrario de Stephanie, no comenzó a atacarme con preguntas, simplemente se dedicó a acariciar mi espalda y mi cabello.

—Hablaremos de esto luego, ¿sí? —murmuró separándose un poco, lo suficientemente bajo para que sólo yo le escuchara.

Le sonreí y asentí con entusiasmo.

Sabía que no podría ocultarle nada a este chico, además, él tenía ese don de enterarse de todo lo que me sucedía.

De repente, la mirada de mi amigo, viajó hacia un lado y una misteriosa sonrisa surgió en sus labios.

Seguí el curso de su mirada y ésta cayó justamente en Cleveland; que tenía el ceño fruncido y los labios apretados en una fina línea.

Y lo más raro:

Su mirada estaba fija en Matt.

¿Qué carajos?

Giré mi cabeza hacia Stephanie, en busca de algún signo de confusión al igual que yo, pero lo único que vi fue una sonrisa satisfactoria y una mirada de diversión.

¿Qué mierdas les pasa a todos aquí?

El ambiente se cargó de un tenso silencio y yo estaba más confundida que nunca.

Zack miraba a Matt, Matt miraba a Zack, yo los miraba a ellos sucesivamente y Stephanie me miraba a mí.

De repente, la puerta se abrió haciendo que todos lleváramos la mirada a ella.

A los pocos segundos, mi mamá estaba entrando a la cocina.

Mamá...

¿Cómo estaría ella con todo este asunto?

—¡Oh! Hola, chicos, ¿cómo están? —preguntó sonriendo alegremente.

Bien, me esperaba cualquier cosa; que llegara decaída, molesta, llorando, que se transformara en un extraterrestre... ¡cualquier cosa, menos esto!

Al parecer, todos quedaron tan estupefactos como yo, porque tardamos varios segundos en responder.

—Oh, yo, pues... bien, señora,  gracias —respondió Matt con confusión.

Todos hicimos ademanes para dar a entender que estamos igual.

—Bien, me alegro, espero que tengan hambre porque voy a empezar a hacer el almuerzo. Todos se quedarán a cenar, ¿no? —preguntó. Todos asintieron—. Vayan a la sala, yo los llamaré cuando esté todo listo.

Todos fuimos en fila india hasta la sala.

—¿Qué fue...?

—¿Cómo...?

—Vaya...

—Sí...

Todos nos miramos, al ver que estábamos igual de estupefactos, y que ni siquiera habíamos terminado una frase completa.

Nos sentamos en los sofás y nos limitamos a ver la televisión.

Bueno, la mayoría se sentó a ver televisión. Yo, por otro lado, me senté a hacer todo mi esfuerzo para que mi cabeza no explotara.

Insoportable [Sin editar]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt