Capitulo 44: "Disolver"

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El segundo tiempo empezó y a pesar de los golpes Kazuo no cedía su posición, estaba decidido a aguantar cuanto pudiera hasta que ya no pudiera levantar los brazos por el dolor. Tal y como el peliverde se había esperado la mayoría de los ataques fueron dirigidos a él y el dolor punzante de su codo amenazaba con dejarlo paralizado cada vez que lo sobre esforzaba. Siendo hijo de un enfermero y un doctor Kazuo sabía exactamente hasta que punto podía exigirse a sí mismo sin que eso terminara siendo irreversible, le había prometido a Adako que cuando eso sucediera permitiría que Tsubaki tomara su lugar pero la castaña no podía dejar de preocuparse por la lesión de su jugador.

– Todo va a estar bien, o al menos eso es lo que debemos creer. – Comentó Ritsu con una sonrisa sacando a Adako de sus pensamientos. – Se que te preocupas por ellos pero si Kazu-kun dice que puede hacerlo debemos tener fe en el.

– Lo sé pero no puedo evitarlo. Planear los entrenamientos, ver rutas para mejorar, estudiar al rival, cuidarlos, es lo único que puedo hacer por ellos, si no me lo permiten me sentiré completamente inútil. – Dijo Adako frustrada.

– Cierto, nuestro lugar es la banca y debemos apoyarlos lo mejor que podamos desde aquí, pero eso no quiere decir que seamos inútiles. Cada quien tiene su rol que jugar, nosotros no podemos jugar como ellos ni en sueños, de hecho me tiemblan las piernas de solo pensar que en breve deberé entrar a esa cancha. – Confeso con una sonrisa nerviosa. – Pero así mismo ellos no podrían con nuestro trabajo tampoco, por favor si fuera por esos cabezas huecas se lanzarían a por todas siempre y ni Sei-kun podría mantenerlos a raya, los estas cuidando así que no te sientas mal solo porque no han acatado tus ordenes una vez. Guíalos al final del partido y una vez que hayamos ganado dales con tu espada hasta rompérselas en la cabeza.

– Ritsu... ¡Sí! Tienes razón, ganaremos esto y cuando lo hagamos Kazuo va a tener que escucharme, después de todo yo soy la entrenadora. – Afirmo recobrando los ánimos.

– Qué alivio parece que Adakocchi esta mejor, ya estaba por ir a levantarle el ánimo. – Comento Tsubaki con una sonrisa.

– Menos mal que Ritsu-kun te aventajo, sinceramente dudo que tus gritos hubieran logrado ese efecto tranquilizador de su discurso. – Se limito Aoi a reprocharle sin quitar la vista del partido.

– ¡¡Waaa, que mala!! – Se quejo la peliazulada con un puchero que la mas baja ignoró.

Kazuo estaba recibiendo golpes muy duros pero aun así se empujaba así mismo al límite para aguantar, según lo que tenía previsto Tsubaki tomaría su lugar en la segunda mitad así que debía aguantar hasta entonces para que la peliazul no corriera tantos riesgos. Seiji apretaba los puños con fuerza y sus ojos destilaban odio cada vez que Hirako o Aran agredían al peliverde pero debía contenerse, según lo planeado a partir de la segunda mitad Tsubaki y Ritsu entrarían en juego dejando a Kazuo y a quien lo necesitara descansar, lamentablemente no tenían demasiados miembros y no podían permitirse poner a Aoi en juego, si bien su misdirection ayudaría al ataque la misma le jugaría en contra permitiéndole a los de Arkeryo infringirle mayor daño ya que el arbitro difícilmente la vería. Con todo eso en mente Seiji sabía que cada segundo que los demás duraran era crucial y no podía permitir una sustitución temprana así que con rabia apretó los puños y se resigno a seguir el plan.

– ¿Sucede algo pequeño capitán? Te ves afligido. – Se burlo Hirako una vez que quedo 1 a 1 con el pelinegro. – ¿Sera acaso que estas preocupado por tu amigo? Tranquilo, no le romperé ambos brazos, si sigue haciéndose el terco tras un brazo proseguiremos con una pierna. – Comentó con una sonrisa siniestra.

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