Capitulo 56: "Friday I'm in Love"

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KuroKaze: Hola gente!! 

Ha pasado un tiempo pero no se decepcionaran, si el anterior les gusto esto les fascinara, sé que muchos han esperado con ansias este cap como con el de Mamoru y Saito. Ademas hay un hecho genial que ocurre aqui y sé que les emocionara >w< 

La espera es bien justificada asi que gracias por apoyarnos y les dejo este capitulo nuevo para que disfruten, besos.

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Kyouya disfrutaba la tranquila rutina de su casa, así se fuera por diez años podía tener la certeza de que la volver nada habría cambiado. Despertar con su padre Tetsuya indicándoles que el desayuno estaba listo, salir de su habitación y quedar cautivado por el sabroso aroma de la comida que Taiga preparaba, ver a Leon alistarse a la velocidad de un rayo mientras se debatía entre sí ir a tomar algo del desayuno o despertar a Aoi; había cosas que simplemente no cambiaban y así estaba bien.

Tras desayunar Taiga partía a la estación de bomberos y Tetsuya al kínder, sus dos hermanos iban a pie a la escuela para encontrarse con los Aomine de camino y eso dejaba a Kyouya con la casa para él solo. Entonces se dedicaba a sus estudios y al aseo de la casa para que al volver sus padres no tuvieran tanto trabajo, una vez todo listo tomaba a Nigou y con la excusa de pasearlo iba a visitar –invadir- el departamento que alquilaba su "amigo" Subaru.

Subaru por su parte tenía una rutina completamente diferente. Había vivido en América desde secundaria y se había mudado a su propio departamento a fines de la preparatoria, no tenia hermanos y sus padres solían estar siempre trabajando. Se levantaba a las cinco am y salía a correr, le gustaba pasar por canchas o gimnasios para observar a los deportistas y recolectar datos, al volver tomaba una ducha rápida y anotaba todo lo que recopiló para comparar datos. Sin embargo sus hábitos de estudio se habían acortado por la mudanza, incluso entonces no podía creer que hubiera viajado hasta Japón solo por seguir a Kyouya. Sin importar cuantas veces su cerebro le indicara que debía cortar toda relación con él simplemente no podía, se había mudado a otro continente y había pasado cuatro años sin verlo pero nunca pudo olvidarlo. Y ahora esa confusión y vaivén de sus emociones lo tenía atrapado en ese limbo que era su relación, nada en absoluto.

Había estado enamorado de Kyouya desde siempre, sus brillantes ojos violeta y su cálida sonrisa formaban parte de cada uno de sus recuerdos de la infancia. Sin embargo nunca se había hecho ilusiones de ser más que amigos; año tras año había visto cientos de chicas disfrutar de lo que él quería tener, desde secundaria el pelirrojo había tenido una novia tras otra y más de un lio amoroso con el que siempre le molestaba para que le ayudara a resolverlo ¿Cómo podía ser alguien tan cruel o tan ciego? Subaru debía tener tatuado en la frente lo mucho que le amaba y aun así Kyouya le pedía consejo sobre sus relaciones con otras chicas. Pero de cierto modo que confiara tanto en él también le hacía muy feliz. Fue por eso que al dejar Japón quiso empezar de cero, quería olvidar a Kyouya y sus sentimientos por él. Así y todo su corazón explotó en emoción cuando, cuatro años después, al volverlo a ver en la universidad este se le declaró.

Y el muy imbécil había acabado por rechazarlo. Amaba a Kyouya como nadie pero no podía aceptarlo ¿Por qué se le declaraba? ¿Porque después de tanto tiempo y con tanta urgencia? ¿Porque sin importar cuantas veces le rechazara insistía? Quizá estando tan acostumbrado a tenerlo todo al pelirrojo le gustaba aquello que se le negaba, o simplemente al haber pasado tanto tiempo sin verse estuviera confundiendo amor con amistad. Fuera cual fuese la situación seguía atrapado, si le rechazaba el pelirrojo solo insistiría más, pero si le aceptara... ese era su mayor temor. Si Kyouya perdía el interés en él, si era solo un capricho, no estaba seguro de si podría recuperarse.

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