-¿Está bien?- corre una mujer delgada con un botiquin hacia mi, la enefermera.

-Sí- me levanto- Mejor suba, hay alguien arriba que la necesita más- corro buscando con mi mirada por todos lados, abro la puerta y está Dylan, el jefe de seguridad- ¿Ha visto a Justin?

-Sí, murió hace unos meses- dice sarcástico.

-No seas imbécil, sabes que me refiero a Lí-Sellers- ruedo mis ojos.

-Se fue hace unos instantes- me indica.

-¡Mierda!- corro hacia la salida y luego de unas millas llego a casa.

Los mil demonios me invaden. Mi padre se finge muerto, mi madre me castiga, golpeé a una perra y Justin se larga ¡Y Liz lo sabía todo! Esa maldita es la culpable de todo, ella no tiene más derecho sobre mi madre y sobre mí, la quiero muerta. Tomo mi teléfono y tecleo marcación rápida 2.

-¿Hola?- responde Chaz.

-Chaz, necesito que me lleves a Mánchester ahora- ordeno.

-Es muy tarde, Jane ¿Qué pasa?- murmura. Actúo llanto y le pido que me venga a buscar cuanto antes, él accede y me lleva a Mánchester.

-No puedo creer lo que me dices- dice al volante. Tener a Chaz en mis manos es como tener el trapeador a mano cuando llevo una bandeja de copas rebalsándose.

-Tal y como lo oyes. Justin Bieber es un condenado perro- doy un golpe en la guantera.

-¿Y a qué vamos a Mánchester?

-A incendiar la casa de Liz- mi cara se oscurece, Justin suelta una carcajada <¿Soy Joan Rivers para que te rías?>

-Eso no es cierto- bufó, lo fulmino con la mirada y su expresión cambió, se dio cuenta que sí era cierto- No lo haré.

-Tú no, yo sí- encendí la música.

Luego de tres horas llegamos a Mánchester.

-¿Traes gasolina en el maletero?

-Jane, no puedo hacer esto.

-Claro que puedes. Hazlo y regreso contigo, de lo contrario aceptaré a Leon- lo amenazo.

-No puedes andar con ese infeliz- da un golpe en el volante.

-Tú decides...

-Con una condición- me mira.

-Dime- me cruzo de brazos.

-Dime ¿Quién fue el primero?

-Justin Lí-Sellers- susurro, él da un frenazo inmediato.

-¡¡Estás loca!! ¡No puedes acostarte con el director!- me regaña.

-¡Eso no lo decides tú! Con quien yo me acueste no es tu maldito problema- le doy una bofetada ¿Quién se cree para reclamarme así? Él me fulmina con la mirada y sale del auto dando un portazo, está molesto; más lo estoy yo. Me deslizo al asiento del conductor e intento encenderlo, pero Chaz me conoce y se llevó las malditas llaves. Debo convencerlo de que me lleve...recuerdo mi táctica ''Finge hacer lo que él quiere y él hará lo que tu quieres''

Me bajo del auto enmedio de la noche, algunos autos están en la carretera, Chaz está fuera del camino tomando su cabeza con su mano. Me establezco detrás de él y lo abrazo por la espalda. Siento el algodón suave de su camisa, huelo su espalda, a manzanilla, seguro es el detergente que usa la señora Somers, según para ella yo soy ''El producto de una violación del diablo'' Escucho sus sollozos <Mierda, que dramático> -¿estás bien?-actuo interesada. Mierda, Chaz, dame las llaves y púdrete en un basurero de abortos.

Mala Jane (Justin y Tu)Where stories live. Discover now