Capitulo 17: Corazón Roto.

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— ¡Mierda! —exclamó Yato al ver la marioneta dirigirse a ______, él fue muy rápido y hábil, pero casi recibe el impacto que iba para ______—. Maldición —exclama al ver lo cerca que está el brazo con la cuchilla de su estómago.

Todos reaccionaron en ese instante, ______ se quedó viendo a Yato con los ojos ligeramente abiertos con sorpresa, al parecer todavía tenía miedo a morir.

— ¡Kankurô! ¡¿En que diablos estabas pensando, eh?! —regaña Temari, Kankurô sólo baja la mirada y vuelve a guardar a su Karasu.

— Oye Kazekage, deberías controlar más a tu equipo, eh —comenta Yato antes de reír—. Casi tu experto en marionetas mata a _______, y creo que ninguno de los dos quiere eso ¿eh? —añade con cierto tono de molestia.

Gaara se encuentra en una lluvia de emociones, en este momentos no es él mismo, su corazón está roto, destrozado, está exhausto, sólo se dispone a asentir.

—Creo que ya son muchas peleas y confesiones por hoy —habla ______ respirando pesadamente, se empezaba a sentir mal—. Supongo que ya terminamos.

— Sí... supongo que sí... —correspondió Gaara con un tono serio. Se dio media vuelta y empezó a caminar por dónde hace una horas habían entrado, nadie lo seguía, sólo lo observaban, hasta que ordenó que lo siguieran.

— Pero Gaara...

— ¡Vámonos ya! —interrumpió bruscamente, haciendo que Temari obedeciera.

Gaara... —pensó con tristeza.

— Liberaremos a los presos inocentes que tienen capturados —dice Gaara sin parar de caminar.

— Haz lo que quieras, Kazekage —responde Yato.

_____ se quedó mirando a Gaara hasta que desapareció en la oscuridad, al igual que todo su equipo. Cuando se fueron, simplemente se dio media vuelta, abrió la puerta y empezó a caminar por el pasillo, Rei —que permaneció escondido tras ______ todo este tiempo— la siguió. Yato fue el único que se quedó ahí, parado, observando a _______ irse.

No me imagino lo que debes estar sufriendo ahora _____.

*

*

*

— ¿Ya te sientes mejor? —pregunta Rei al ver a ______ despertar de su siesta.

— Sí, sólo tengo algo de hambre. —esto hizo a Yato sonreír por un segundo.

— Esa es mi señal —dijo este parándose de su asiento—. Iré por comida.

______ asiente y vuelve a cerrar los ojos. Al hacer eso Yato le hace una señal a Rei de que quiere hablar afuera.

— ¿Que quieres Yato? —pregunta Rei al cerrar la puerta de la habitación de ______.

— Quiero que me digas qué demonios tiene _____ —contestó cruzándose de brazos.

Rei se tensó.

— N-Nada —respondió temeroso.

— N-Nada —imitó su voz Yato—. Yo sé que tiene algo y es más que un simple golpe en el vientre, el golpe no fue tan drástico —explica.

— N-No sé, a que te refieres, si fue el golpe.

— Ya deja de mentir, princesito y dime qué tiene.

— ¿Y-Y por qué te interesa saberlo? —preguntó Rei frunciendo el ceño.

— Eso no es tú asunto —respondió Yato de mala gana.

— En-Entonces no es tú asunto saber que es lo qué tiene ______ —respondió Rei firme.

Eso hizo molestar a Yato.

— ¡Escuchame bien princesito! —dijo tomándolo de la camisa, las piernas de Rei flaquearon—. Dime de un puta vez. ¿Qué-tiene-_____? —deletreó.

Rei no contestaba, sólo miraba a Yato con terror.

— ¡Dime! —gritó Yato mostrando su puño, en señal de que lo iba a golpear.

— ¡Está embarazada! —respondió rápidamente. 
 

Yo, aún creo en ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora