Capítulo 6: Recuerdos.

5.1K 474 203
                                    


-Du-Duele Rei - Se quejaba _____

-Lo siento -se disculpa el chico quitando su mano del vientre de _____- No parece grave, no tienes siquiera un moretón, no entiendo porque te duele tanto -explica el dulce chico.

-Quizá le causo un daño intenso, ese shinobi se veía como un buen peleador -comentó Rito afilando su kunai.

-Necesitamos salir de aquí rápido -avisa Yato mirando el perímetro y captando la atención de todos- Nos encontrarán si nos quedamos aquí mas tiempo.

-Pero es que ______ esta no se puede levantar -objeciona Rei.

-...Tenemos que hacer algo para poder irnos de aquí.

.

.

.

Gaara prov's

-¡Gaara! ¡Gaara! -gritaba una voz muy familiar para mi, esa voz la voy perdiendo hasta el punto de oír un completo silencio.

Abro mis ojos, todo está completamente en blanco, solo una brisa llena de hojas dan algo de vida al lugar, no es la primera vez que me encuentro aquí, estuve a punto de morir la última vez, quizá ahora también lo este.

Me levanto poco a poco, miro los alrededores, no se porque, se que no hay nadie aquí, pero creo tener esperanza de que haya alguien, alguien al que desde hace mucho tiempo quería ver, pero no hay nadie, estoy solo.

¿Que hago aquí? ¿De nuevo?

Lo único que se escucha en el lugar es un espeluznante silbido, ni siquiera el sonido del viento.

Me quedo observando las hojas moverse al ritmo del viento, pensando en lo que paso anteriormente, todo fue rápido, la luz se fue, escuché un grito por parte de ______, era uno de dolor físico, me hace pensar en el golpe que le dio Kankurô, fue entre su estómago y su vientre, jamas olvidaré la expresión de dolor en su rostro, jamás olvidaré el vacío de sus ojos, estaban tan llenos de nada, que hasta puedo asegurar que no tiene alma.

-Yo no soy buena con la etiqueta Temari -escucho mientras el sonido de un cubierto caer llama mi atención.

Volteo hacia un lado y veo una mesa de madera sencilla, en esa mesa están dos siluetas, la primera tiene el cabello negro facciones delicadas como una flor, su piel tan blanca como la nieve, su expresión era de decepción hacia si misma, su vista era hacia el cubierto recién caído. La segunda esta sentada, su cabello era rubio, dorado como el oro, su piel era blanca, pero a la vez bronceada, sus facciones eran delicadas, pero nunca mostraba delicadeza, su expresión era estresada pero a la vez de nostalgia, como si recordará algo que la hacia sonreír.

Todo el lugar se convierte en la cocina de la mansión.

-No te preocupes _______, de un solo golpe no vas a aprender reglas de etiqueta, pero poco a poco irás aprendiendo, al menos lo mas crucial -decía la rubia, mi hermana, llena de optimismo y positividad para _______.

-Es que...-recoge el cubierto y lo ve sin nada de esperanza-. Ya en dos días es tu boda y aún no se con cual cubierto se come postre, siquiera sé eso -dice con mucha tristeza.

-Pero aquí estamos nosotros para enseñarte, Gaara te ayudará si yo no estoy cerca para hacerlo, él sabe muy bien sobre estas cosas- se queda mirando el plato llena de recuerdos-. A Gaara también le costaba mucho aprender sobre esto, cuando le decías que estaba mal te lanzaba una mirada de odio, era muy orgulloso, yo solía observarlo mientras lo enseñaban, era muy torpe, se le caían siempre los cubiertos, o si no era porque derramaba o partía algo, siempre que lo recuerdo no puedo evitar sonreír- decía mi hermana llena de nostalgia y felicidad.

Yo, aún creo en ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora