Furia Bruna nos captura

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- ¡Ay, por favor! – exclama Sami - ¡Recién salimos de un problema que casi nos mata! ¡¡OTRA VEZ!! –

- ¿Esto es normal para ustedes? – me susurra Jeanette al oído –

- Aaah – veo a los chicos y luego le respondo – sí, así es –

Entramos a casa. Nos sentamos y decidimos descansar unos segundos antes de que se nos viniera encima otro montón de problemas. Y... ocurrió más rápido de lo que pensé.

Cuando por fin había conciliado el sueño oí un golpe realmente fuerte contra la casa. El golpe se repitió. Y lo hizo otra vez, cada vez más fuerte. Todos despertamos, menos Josías, él demora en despertar más que nadie, ¡duerme como un tronco!

- Josías, ¡despierta! – grita Federica – Estamos siendo atacados –

- ¡¿Atacados?! – dice Crash nervioso hasta las llamas - ¿¡Vienen a llevarnos?! –

- Tranquilízate Crash – calma Sami –

- ¡¡¡Vamos a morir!!! – ya estaba desesperado ese Cristoff –

Entonces Josías, despierto, golpea a Crash.

- Shh – dice – cállate y... ¿oyeron eso? –

El ruido había cesado. Todos callamos. De repente el ruido se movió al techo y todos gritamos al unísono por un corto tiempo. Se oían balbuceos o palabras que ninguno entendía cuando repentinamente, el techo se cayó y nos aplastó a todos... Quedamos inconscientes.

Al despertar, estábamos atados, Federica, Jeanette, Josías, Crash y yo, pero... ¿dónde estaba Amanda? Estábamos dentro de una tienda, una muy extraña y fuera había un tipo de hombrecillos negros con máscaras y armas peligrosas. Era la única despierta, así que me arrastré y fui a despertar a Federica, ella sabría qué hacer.

Luego de unos golpecitos con mi cabeza y la jaqueca que vino después de ellos, Fede despertó.

- ¿En dónde estamos? – dijo confundida –

- Fuimos raptados por unos duendes malos y muy traviesos, espero que Santa los despida y no los deje acercarse a ningún niño por ninguna razón –

- Ellos no trabajan para Santa...o estarían haciendo juguetes en vez de secuestrar gente ¿no crees? –

-... ¿Cómo saldremos de aquí? –

- Aguarda, ¿dónde está Sami? –

- Esa es la peor parte... y si... ¡aaah! Son caníbales y se la comieron –

- Nah, no lo creo... se la llevarían ¿de qué? ¿De entrada? –

-... Pero de todos modos son pequeños y si se llenan con ella nos salvamos ¿no? –

-...- Federica me mira con cara de "¿estás jugando?" – No, ¡hay que salvarla! – Fede recupera su sentido de la justicia y piensa en planes para salir de allí –

- ¿Tienes algún plan? –

- Sí, pero primero despertemos a los chicos... Jeanette me está aplastando las piernas – entonces Fede despertó a los que estaban más cerca de ella y yo a quienes que estaban junto a mí –

- Que, ¿qué pasó? – dice Josías, viendo solamente el rostro de Federica - ¿En dónde estoy? ¿Así se siente uno después de morir? ¿Eres una ninfa celeste? –

- Pss, quisieras. Ya despierta dormilón – Fede levanta su torso y desata los nudos con la boca – Ya... estás libre –

- Despierta Crash – digo con voz firme – o te perderás la sorpresa –

- ¿Sorpresa? – Crash llega a saltar con estas palabras y se desató simplemente encendiendo llamaradas fulgurosas que quemaron las cuerdas – Oh... me engañaron – se desilusionó prontamente –

- Jeanette –

- ¿Fede? ¿Qué es lo que ocurre? –

- Estamos atrapados amiga –

- ¿¡Atrapados?! – Jeanette exclama tan fuertemente que nos oyeron y se pusieron a atraparnos uno por uno, pero no lo lograron y salimos de ahí –

Ya fuera de la carpa, salimos y contemplamos...estaba lleno de esos pequeños individuos. Nos rodearon.

 

Las Crónicas del 7°BWhere stories live. Discover now