Yo soy Jenniffer... pero no quiero hablar de mí. Imaginen que están encerrados dentro de un mundo desconocido, entre seres diferentes que no conocen, con peligros que acechan a tu alrededor a cada instante. Bueno, por eso estoy pasando. Me siento av...
No quiero ser grosera, pero ¡de verdad, ver el fastidio de nuestro adorado y enfadado Crash, fue bastante cómico! Me siento tan egoísta y, cómo dijo anteriormente Federica: "¡¡...Monstruo...!!".
En fin, quisimos pasar a coger provisiones, ya que parecía ser un viaje corto pero peligroso y agotador. En cuanto llegamos de vuelta al pueblo en el que se nos mencionó lo de la "fiesta sorpresa de Crash", nos topamos con 2 chicas. Una de ellas era en sumo alta, de una hermosa piel morena, labios gruesos y envidiables, de pelo negro brillante. Era, en el buen sentido, una figura afeminada y encantadora. La otra chica, por el contrario, a su camarada, era baja y de tez muy pálida, cabello opaco y desaliñado, sin embargo, parecía ser tan habilidosa con la lanza que Josías, inclusive, ¡más! Ambas se acercaron, y la más corta, amenazó diciendo:
- ¡Humanos! ¿Quién fue el tarado que los trajo hasta aquí? – su cara amenazante, no pareció darse cuenta que Crash, Amanda y Josías estaban detrás de Federica y de mí –
- ¿Amanda? – notó la otra chica –
- Debí suponerlo – insultó grotescamente - ¡la chusma vino a esparcir dementes a este pueblo también! –
- ¡Hey! Contrólate Corinne – defiende Crash, intrépidamente – Nadie quiere problemas aquí, a menos que ustedes quieran pelear. Pero les advierto, si tocan a alguna de ellas, las voy a dejar como... -
- Vaya, vaya, vaya – interrumpe insolentemente Corinne, o como sea que le hubiera dicho Crash –
- Pero si eres el principito héroe – continúa la otra muchacha –
- O mejor dicho el pequeñito ricachón que se cree todo un dios – dice esa malvada de Corinne ¡no me agrada! –
- ¡Semidiós! – comenta Crash - ¡¿Por qué todos me ven como el débil hijo rico de mis padres?! –
- Por favor, chicas – Josías entra en escena, ¡por fin algo de acción! – Ya dejen al chiquillo en paz, ¿quieren? –
- ¡Josías! – exclama la chica esa que aún no sé su nombre, y corre hacia él - ¡Qué gusto verte! ¿Me recuerdas? Soy Paola –
- Pa ¿¡Paola?! ¡No puedo creerlo! – ambos ríen y se abrazan fuertemente, a lo que Fede se siente aislada - ¡Qué alegría verte otra vez! ¡Estás, tan cambiada! ¡Wow! –
- Sí. Es impresionante lo que puede hacer el tiempo – ella sonríe y le presenta a la otra chica - ¿te acuerdas de Corinne? –
- ¡¡Claro!! Ella es la chica que estuvo contigo desde el internado. Hola Corinne –
- ¿Hola? Estoy confundida – repiensa Corinne – Él es ¿Mickael? –
- Así es – acierta Paola – Lamento tu pérdida el día del accidente –
- Hablas de... ¡oh, no, olvídalo! Ya estoy mejor – la alegría de los labios de Josías va desapareciendo poco a poco, hasta sumergirse en una total amargura –
- Perdona mi incumbencia, pero ¿acaso vienes con esos humanos? – consulta Corinne, mientras Paola duda y lo mira algo confundida - ¿estás del lado de esa torpe de allá al fondo? –
- ¿Perdona? – requeja Federica –
- ¿Y qué harás al respecto, terrícola? – burla Corinne - Si te crees tan valiente –
- OK, ya basta – detiene Josías –
- O las partiré en pedacitos de... - amenaza Crash sin conseguir terminar –
- Sólo queremos provisiones para ir en busca de una amiga – digo sinceramente –
- ¡Y más encima traerán más de ustedes! – se queja la pesada de Corinne - ¿No son suficientes los que han tratado de destruir nuestros bosques? Sin contarlos a ustedes, claro –
- Ya basta – imploro – Necesitamos de esa comida –
- Corinne, - dice Josías, haciendo una pausa dramática – déjanos salvarla ¿o tanto recelo tienes en su contra que ellos, que rechazarías un pedido de un buen amigo para salvarlos? –
- Corinne – Paola se le acerca y le habla con delicadeza, convencida de que aquello era lo correcto – Hazlo –
- De acuerdo, lo haré – suspiró convencida de que si los dejaba pasar cesaría la contienda – Encontrarán fácilmente una cesta de frutos y golosinas sobre mi despacho. Soy la líder de la policía local, o como quieras llamarlo. Conmigo de vuestro lado, los ayudaré en lo posible –
- Gracias ¡de verdad! – agradecí cordialmente su apoyo. Creo que es más simpática de lo que creí en un principio. Si le sacamos lo malpensada, tramposa y egoísta, puede que tenga un lado loco y divertido –
Fuimos con ella y, además de sentir escalofríos por todo ese escuadrón policial que nos observaba silenciosamente, experimenté una tierna sensación al recordar que tenía grandes amigos de mi lado.
- Y así es como, para nuestros héroes, el viaje continúa – imitó Amanda – Ésta historia continua... -
- Imitas muy bien al narrador de la serie – alagó Federica –
- ¿En serio? – dijo Sami - ¡Gracias! Aunque no tenga la mínima y remota idea de qué serie me estés hablando –
- Eemmh, no importa –
- Chicos... - dice Crash - ¿Creen que la fiesta haya incluido obsequios? –
- ¡¡¡¡Crash!!!! – gritamos todos al unísono. Jajajhaja. También reímos todos juntos, casi a coro. Amo a estos agradables chicos ¡aun cuando todos estén entre 12 y 14 años de edad! -
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