Encuentro con el nuevo mundo

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   Resumo; Nuevo trabajo, ritmo de rock and roll, portal traga-gente, salvada por una niña, blablablá. 

   En fin, la chica me llevó abajo y dijo calmada pero rápida a la vez:

- Voy a avisar a quien pueda, usted haga lo mismo abajo, pero deles a entender que mantengan la calma –

- Pero ni siquiera sé que ocurre aquí – dije desesperada y lentamente –

- Dígales que salgan ... - repuso sin lograr acabar –

- ¿Qué dices? No comprendo que ocurre – interrumpí a Federica presionada y sollozando –

- No me interrumpas por favor... - repone otra vez –

- Pero, pero. No puedo hacerlo –

-Shhhh – me calló –

- ... - intenté decir algo, pero nada salió de mi boca y sólo puse ojitos tristes –

- Escuche, les dirá a todos que salgan y que todo estará bien, ¿okey? – dice calmada y segura –

- No lo sé, no me creerán y – suspiro algo más tranquila pero ultra-dudosa y asustadísima – no podré hacerlo. –

- Todo estará bien, créame, usted puede – me consoló – el destino de la escuela 6 depende de ambas... no está sola –

   Me resolví a creerle y al hacerle caso, se sonó la campana de emergencias y todos salieron al, más conocido como, "Patio de los grandes" (un patio que se encontraba detrás del establecimiento, llenó de vegetación, piedrecillas y un espacio despejado para jugar a la pelota, claro, sin contar la vía férrea justo al lado de éste y una subida de tierra, rocas y cemento al frente de una puerta la cual daba una entrada al gimnasio que se encontraba a la izquierda del recinto y formaba un pasillo con "cachureos" en medio de tal y tal, con un portón negro y grande, más con un agujero bajo él). Yo, temerosa como nunca lo soy, corrí al 2do piso a buscar a Federica, quien finalmente había bajado a buscarme. Ella subió por mí, más no alcanzó a sacarme de allí y el ensordecedor sonido del portal que se acercaba rápidamente, tragando todo lo que se interponía en su camino, nos llevó a las dos.

   Tardé en recuperarme después de ser tragada por un agujero hecho de pura hechicería y al despertar, me sentí perdida y sola, más Federica no planeaba dejarme ahí parada en un lugar desconocido para ambas. A los 2 segundos de despertar y observar mi entorno, Fede me dio la mano y me lanzó hacia el extraño alrededor al que me enfrentaba. Corrimos hasta que tropecé:

- Ya, no, puedo más – dije respirando profundamente, rendida y entregándome a los peligros del lugar –

- ¡Oh, vamos! Sólo corrimos 12 metros desde la caída... - se quejó de mí, aunque calló y miró a su alrededor, cómo pensando en que algo nos observaba – Shhh, algo se acerca. Viene tras nosotras –

   El paisaje selvático y tropical era maravilloso, si uno se detenía y lo miraba tiernamente. De un rato a otro, escuché hojas crujir, pisadas, silencio y ruido chocar. Una sombra se asomaba entre los arbustos, y mi valiente compañera, curiosa, se acercó a ella. De la sombra, salió un par de ojos, de los ojos un cuerpo, del cuerpo, un muchacho. Traía consigo una lanza, y se acercaba lentamente, en junclillas a nosotras. Era alto y de piel verde azulado, pelo negro brillante y ojos marrones, como dos aceitunas tras pestañas marcadas y hermosas. Parecía asustado, con una cara seria, enojado. Federica lo miró asustada en un principio, con la guardia en alto, sin dejar de mirarlo ni dejarme de lado. Pero de un instante a otro, se agachó como a la altura del muchacho y lo miró fijamente:

- Quetehatacetesataquiti, sofoncafazafadoforefes, ojoajamijigojos – dijo con el arma apuntándole amenazantemente –

- Amigos; Atamifigojos – respondió Federica bajando el arma con su mano –

   El chico sonrió y bajó la guardia, colocándose en 2 pies y hablando nuevamente español:

- Soy Josías, – se presentó, tomando la mano de Federica, elevándola levemente y soltándola – vengan conmigo, las llevaré a un lugar más seguro –

- Soy Federica, pero puedes llamarme Fede – habló tiernamente –

- Y yo Jennifer – dije repentinamente –

- Fede – dijo Josías, como si ese fuera el nombre más lindo que hubiera oído –

   Nos indicó que siguiéramos adelante siempre mirando la puesta del sol y que por nada del mundo nos detuviéramos en medio del bosque. Repentinamente, Josías se detuvo, se paró en 4 patas (como un perrito o un gorila) y tomó nuevamente su posición de ataque. Todos nos preguntábamos que ocurría, ¿acaso se aproximaba una bestia salvaje? ¿Acaso era un terremoto? ¿Acaso Josías nos dejaría a los 3 minutos de conocernos? Espero que no porque empezaba a caerme bien ese chico. Por si fuera poco, ya, lo que había sufrido, es decir, habíamos sufrido, de entre los arbustos salió un extraño tipo de león verde que parecía también un tigre, a la vez una planta con plumas. Sus grandes colmillos nos asustaron, y con "nos" me refiero a mí, ya que a Federica sólo le hizo "subir" la guardia y probar su valor, obviamente, Josías ya se había enfrentado a peligros como éste o peores tal vez, así que no mostró una pizca de miedo, lo que me convirtió a mí como la única gallina cobarde ¡qué mal! Lo raro fue que el león en vez de salir por nosotros, rujió como trueno "relampagueado" y luego huyó por la selva, corriendo como si lo siguiera un monstruo. Extrañados, miramos a nuestro alrededor buscando una explicación lógica (o al menos creíble) para aquella extraña situación y, que tal, vimos 2 más extraños seres que asustaron al león. Raro, ¿no?...

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Como ven, desde ahora integraré a las historias imágenes de la web para que se imaginen más claramente como era ese extraño mundo <3 <3 <3

Las Crónicas del 7°BWhere stories live. Discover now