– ¡Lo siento! –Se disculpa Jimin apenas llega a su lado– Me atrase en la ducha...

– Para la próxima me iré sin ti, mariposa. –Lo amenaza Jungkook y Jimin revolotea los ojos.

– Eres muy gruñón para tener 18.

– Y tu un quejica de primera así que estamos empatados. Ahora, si no tienes nada más que decir debemos ponernos en marcha.

Jimin se cruza de brazos como si le hubiese dado un berrinche pero no contesta, Jungkook se endereza y comienza a caminar por la vereda seguido por el primero para llegar a la pelea antes de que sea tarde.

Namjoon le había dicho que sería bajo el puente, la mayoría de los encuentros se realizaban allí pero cuando había mucha presencia de la policía se movían a algún sótano olvidado o bar de mala muerte. A Jungkook no le importaba mucho el lugar, mientras las apuestas fueran altas el solo se preocupaba de asistir.

– ¿Donde vamos? –pregunta Jimin después de un rato mientras miraba de forma asustada los callejones.

– Tu calla, mariposa.

Siguieron caminando hasta que el puente se asomó frente a sus ojos. Jimin estaba un tanto asustado mientras que Jungkook le mandaba un mensaje a Namjoon para avisarle que ya había llegado.

– Esto es como las películas de terror –susurra Jimin–, en esta parte me secuestras.

– Ya quisieras, mariposa.

"Quizá un poco", pensó Jimin.

Se detuvieron en un lugar demasiado oscuro y que apestaba a alcohol. Jungkook seguía en el teléfono mientras que Jimin ya comenzaba a temblar del frío. El último esperaba ir a un gimnasio, no a un terreno baldío donde no había otra cosa que latas de cerveza vacías y botellas quebradas.

– ¡Eh, Jungkook! –se escucha desde la parte más oscura bajo el puente y Jimin casi se hace en los pantalones.

– ¡Ya estabas tardando, negro! –grita de vuelta Jungkook mientras camina hacia la oscuridad.

Jimin se pego a la espalda de Jungkook, como un niñito detrás de su madre cuando el miedo le atacaba. Caminaron unos pasos hasta que pudo vislumbrar la silueta de un chico frente a ellos. Jungkook encendió la linterna del teléfono y por fin Jimin logró ver a el dueño de la voz.

Un chico tatuado igual que Jungkook.

– Por fin llegaste, Kook –dice el chico abrazando al castaño.

– Vamos, ¿donde hicieron el ring hoy?

– En el lado sur, justo al lado de la montaña de cajas de cartón.

– Ese lugar apesta a mierda –se queja Jungkook con el ceño fruncido.

– Vas contra Minghao, ¿crees que podrás con el?

Jungkook ni siquiera respondió, solo se rió como si fuese el chiste más grande del mundo.

Jimin estaba parado ahí sin decir nada porque no entendía de que estaban hablando los otros dos, seguía escondido tras la espalda de Jungkook cuando los ojos del otro chico tatuado se posaron sobre el.

– ¿Quien es ella? –Preguntó y Jimin tragó saliva.

– Es el –masculla Jungkook un tanto cabreado–, y no dejarás que nada le pase cuando yo esté peleando. ¿Entendido, Namjoon?

– Tranquilo, bro –dice el moreno–Solo me confundí pero ya entendí. Yo cuidaré de tu amigo.

Jungkook asiente y los tres se ponen a caminar hasta el lado sur del puente. Jimin tiró de la camisa del castaño para llamar su atención, alejándolo un poco del lado de Namjoon.

– ¿Qué te pasa, mariposa?

– No entiendo nada de esto, Jungkook. ¿Vas a pelear con alguien?

– Te explicaré después. Quiero que te quedes al lado de Namjoon en todo momento, ¿bueno?

– Yo... Esta bien...

Mientras más avanzaban Jimin podía oír una multitud riendo y gritando. Miró hacia el frente por sobre el hombro de Jungkook y se topó con una enorme fogata más gente a su alrededor. Asustado Jimin se aferró del brazo de Jungkook mientras este último le quedo mirando.

– No te pasará nada –susurra el castaño–, lo prometo.

Jimin asiente y sigue caminando en silencio. Mientras se siguen acercando pudo notar como algunas personas comenzaban a saludar a Jungkook como si fuera un héroe o algo parecido. Jimin apretó más su agarre porque tenía miedo de terminar perdido en la multitud.

Cuando estuvieron frente a la fogata Jimin divisó a un tipo alto con chaqueta de motoquero y bandana roja en la cabeza que comenzó a hablar a través de un megáfono logrando que le dolieran los oídos del improvisto.

– ¡A llegado el favorito de la noche, Kook! –la gente grita apenas escucha y Namjoon levanta la mano derecha de Jungkook– ¡Así que todo el mundo acérquese que la pelea ya va a comenzar!

Jimin soltó a Jungkook mientras este sacaba de la mochila que llevaba colgada en la espalda un par de vendas que comenzó a colocar sobre sus puños. Namjoon hablaba con varias personas y recibía dinero. Por otro lado el pobre de Jimin no entendía nada de nada.

– ¿Jungkook? –llama al castaño y este le toma por los hombros.

– Anda al lado de Namjoon, Jimin. Te veo cuando termine esto.

– Pero, Jungkook...

Fue ahí cuando el castaño tomó la cara de Jimin entre sus manos y lo miro tan intensamente que este último sintió que se derretía por completo.

– Ya te explicaré todo. Quédate con Namjoon.

Y Jimin siente un beso en su frente antes de que Jungkook caminara hasta la fogata.


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Nota: Hola, babessss. Llegué con un capítulo nuevo, hago lo que puedo para poder actualizar lo más seguido posible. Estas actualizaciones estarán bien intensas para que no se las pierdan.

Eso es todo, un beso hasta la próxima actualización.

Eso es todo, un beso hasta la próxima actualización

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Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora