Escuadrón Anti-Chicos© (En edición)

Capítulo 12: Pijamada épica.

- Mamá, te lo resumiré. No conocía a Niall, en serio, lo vi una vez en el Instituto... creo -mentí-. Nunca en mi vida lo había visto, es más tampoco es mi amigo.

Mi madre eleva sus cejas.

- ¿Estás segura de eso?

Asiento con mi cabeza.

- Completamente.

Tuve que mentir para que mi madre no siguiera molestando, aunque haya dicho la verdad con respecto a que no eramos amigos. Se me hace tarde para ir a clases. Y lamentablemente tengo matemáticas las dos primeras horas, y creanme que el profesor Stephens no es muy amigable cuando llegamos con tardanza a su clase "sumamente" importante.

Mi madre me da un última mirada para luego suspirar y mirar la hora en su teléfono.

- Necesito que lleves a Ian a la escuela, Jess -dice mi madre.

¿¡Está loca!?

- ¿¡Qué!? Mamá, tengo que ir a clases, no puedo -la miro como si le hubiesen pegado con palo en la cabeza-. Al parecer olvidas que estoy llegando tarde a clases por ti y tu cuestionario irrelevante.

- Lo siento, Jess, pero Drake me está esperando para una reunión de suma importancia y debo ir -dice mientras abrocha los botones de las mangas de su camisa.

- ¡Mi clase de matemáticas también es importante! -frunzo el ceño.

- Jess, no te tomará mucho tiempo -dice-. Está a dos cuadras de tu instituto, por favor.

Rodé los ojos.

- Mamá, no llegaré a tiempo... -la miro-. Sabes que odio llegar tarde.

Mi madre me mira cómo si se quisiera reír. Okay, esto ya es mucho.

- ¿Desde cuanto te haz vuelto tan interesada por la escuela, Jess? -ríe-. Empiezo a creer que me cambiaron a mi hija.

Ruedo los ojos. No estoy de humor para esto.

- Mamá, me debo ir -trato de pasar por su lado para dirigirme a la puerta pero no quiere dejarme ir.

- ¿Y te llevarás a Ian contigo primero? -eleva sus cejas.

Frustrada viendo que no puedo protestar acepto.

- Bien -ruedo por quinta vez mis ojos-. Pero que se apresure.

-Tranquila, yo lo llamo -dice para griarse hacía las escaleras-. ¡DAMIAN FINNEGAN STONE! ¡BAJA YA!

Aprieto mis labios, Ian detesta que lo llamen por su nombre verdadero. El cual sería Demian.

El último mencionado se encuentra bajando las escaleras con una cara de pocos amigos. Ja, se molestó.

- ¿En serio, mamá? ¿Damian? Ya lo habíamos hablado -Ian rueda sus ojos cafés.

- No me interesa hablar de eso -dice para que Ian reaccionara ofendido. Lo cual siempre hace.

Reí.

Su cara prácticamente se desfigura cuando lo llaman así. Le encanta exagerar, somos iguales en ese sentido.

- Ian, no podré llevarte a la escuela así que le pedí a Jess que te llevara -sonríe mamá.

Ian hace una mueca de espanto y horror. Niño malagradecido.

- ¿¡Qué!? -mira a mamá como si estuviera loca-. ¡Me voy a morir!

Entrecierro los ojos viéndolo mal.

- Chiquillo insolente -digo-. ¿Insinuas que manejo como una desquiciada?