Cuando llegue a casa Hannah ya estaba ahí.

-Hola Han-.Salude dándole un beso en la frente.
-¿Dónde estabas?-.Cuestionó enojada y por su gesto facial me hizo saber que no estaba feliz.
-Fui con G a tomarme un café-.
-¿A sí? Pues mientras estabas con "G"-Dijo haciendo comillas con las manos imitando mi voz-Yo estaba consiguiendo un taxi por qué ALGUIEN fue con "G"-Hizo las mismas acciones de hacía unos segundos-A tomarse un café y le valió un puto cacahuate su novia y que ella le iba a llamar para que fuera por ella a la universidad-.
-Amor perdón, supuse que te traerían, incluso vine para estar aquí antes de que llegaras para recibirte-.Me disculpe tranquilo.
-Pues supusiste mal-.
-Amor entiende que no puedo estar todo el día aquí en la casa-.Mi tranquilidad estaba disminuyendo.
-¡Pues compra un maldito celular con todo ese dinero que inviertes en tu música de mierda! ¡No serás un maldito músico!-.

Yo me quedé callado, por qué sentía que ella tenía razón, sentía que mis sueños nunca se harían realidad.

-Dime ¿Cuándo fue la última vez que escribiste algo bueno?-.

Me hería que ella me dijera eso, en vez de darme ánimos. Quería decir algo pero las palabras no salían de mi boca así que decidí yo salir de ahí.
Cuando salí del edificio empecé a caminar rápido, no sabía a dónde, simplemente caminaba rápido, tenía lágrimas en los ojos que no quería derramar, necesitaba una salvación, un milagro o algo así...

-¡Francis!, ¿Qué haces por acá?-.Lo escuche preguntarme, él estaba enfrente de mi, voltee alrededor, para llegar ahí tenía que haber caminado una media hora aproximadamente yo sentía que solo habían pasado unos segundos.
-Yo... Yo...-.No podía decir una palabra más sin que mis ojos empezar a llorar así que lo abrace y empecé a llorar, seguro el tenía una mueca incomoda, pero se esforzaba y me daba palmadas en la espalda.
-Ven, explícame adentro-.Yo no entendía lo que me decía, él entró a un edificio, y entramos a su apartamento, como él dijo, era bastante pequeño pero supongo que para él estaba bien.

Oh destino; ¿Por qué me trajiste exactamente aquí?

-Ahora sí, ¿Qué sucede F?-.
-Es que, siento que mi vida se fue a la mierda, los planes son perfectos, pero la música no encaja ahí, tengo más de un año sin escribir algo y... Hannah dijo que yo nunca sería un músico, yo vivo por ella, estoy aquí por ella, trabajo por ella, me parto el puto trasero a diario por ella y ella ni si quiera me apoya con mis sueños siendo que yo hago todo para que los de ella se hagan realidad-.
-F, seguro es un mal entendido, seguro estaba demasiado enojada cuando lo dijo que no sí quiera lo pensó-.
-Es que no entiendes, todo se está yendo a la mierda-.Comente poniendo mis manos en mi cabeza con desesperación.

Me acerqué a él, veía sus hermosos ojos, él me veía a mi, recordé cuando me declaro su amor el 17 de mayo de 1996; ese primer beso, y por alguna razón lo quise repetir, me acerqué y el también y con toda confianza unimos nuestros labios en un beso ¿Y Hannah?:¡Ella y su egoísmo se pueden ir mucho a la mierda!. Su departamento era tan pequeño que en menos de 10 segundos ya estábamos en su habitación despojándonos de nuestra ropa él se detuvo por un momento en el tatuaje en mi pecho que me había echo en mi cumpleaños número 18, hacíamos nuestros besos cada vez más intensos, sabía muy bien a dónde íbamos, no pensaba parar y el tampoco, yo era demasiado novato pero para mi sorpresa el no. Cuando menos me di cuenta estaba sudado, y con un increíble dolor en el trasero, acaba de hacer el amor con Greggory Whright en su apartamento y honestamente lo único que había en mi cabeza era que había sido genial.

-Soñe tantas veces con esto Francis... Fue totalmente mejor de lo que pensaba-.
-Vamos, obviamente no era tu primera vez-.Comente risueño.

No tenía nada de pena o vergüenza alguna, la confianza que le tenía 5 años atrás seguía siendo la misma, sentía como si no nos hubiéramos distanciado y no dirigido la palabra en más de 3 años.

-Si, contigo, y esta es la primera vez con la que me quedo-.

Esa noche no dormí en casa, hasta la mañana siguiente salí del departamento de Gregg, en el camino solo pensaba en el, en el y lo maravilloso que había sido, cuando abrí la puerta del departamento que compartía con Hannah todo se desvaneció; me sentí terrible, la peor persona del mundo, no sólo por lo que había echo, si no también por mis sentimientos hacia Gregg estando en una relación con Hannah. No importaba lo que me hubiera dicho el día anterior, nadie se merece que le sean infiel.

-¿Francis eres tú?-Vi a Hannah bajando las escaleras-¡Gracias a Dios eres tú!-Bajo corriendo lo que quedaba de las escaleras para darme un abrazo-Francis perdóname mucho, juro que me arrepiento tanto de haberte dicho eso, anoche cuando no llegaste me preocupe como no tienes una idea, pensaba en que tendría que ir a hospitales a reconocerte, quizá no a una habitación si no a la morgue, no puedo imaginar lo que es estar sin ti, te pido que por favor me perdones-.
-Hannah, no hay nada que perdonar-.Repuse dándole un beso en la frente pensando en cómo podía poner en riesgo una relación tan hermosa como la que tenía con Hannah por mi primer amor, como podía amar más a ese idiota que a la mujer que tenía en mis brazos.
-Juro que las cosas van a cambiar, saldremos más, buscaremos inspiración para que escribas y yo te apoyaré tanto como tú me has apoyado hasta ahora-.

¿Cómo podía decirle que acaba de hacer el amor con alguien más? ¿Cómo podía decirle que amaba más a alguien más?

-Hannah yo...-.
-Calla cariño, y arréglate que saldremos a pasear-.Me interrumpió.

Y así se hizo, salimos a varios lugares, tomamos fotos y disfrutamos, más no podía sacar a Gregg de mi cabeza.
Cuando el sol cayó disfrute una noche de pasión con mi novia y él seguía en mi cabeza junto con la noche anterior.

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