Eran principios de febrero, todo eran corazones, negocios vendiendo rosas, chocolates, amor y... Para algunos darnos cuenta que estábamos realmente solos.
Si es el día del amor y la amistad, pero la única amistad que tenía era la de mi hermana Madeline.

Un viernes mi papá iría con unos amigos a tomar unas cervezas y mi mamá iría con una amiga casi vecina creo al casino.

-Gregg, ven-.Grito mi madre.

Baje las escaleras rápido.

-¿Qué ocurre?-.Pregunte.
-Laurie ya viene para acá y también su hijo, no me dijo muy bien los detalles, solo que esta castigado y eso incluye que no lo dejara solo en su casa así que como ya eres mayor de edad también estarás a cargo de él-.
-Mamá sabes que no soy bueno cuidando niños, recuerdas cuando la señora White me encargo a su pequeña nieta... Mala idea-.

Ella soltó una carcajada.

-No hijo, no es un niño pequeño, no te estoy pidiendo que lo corretees, es de la edad de Madie-.Mi madre se vio interrumpido por mi hermana que bajaba las escaleras.
-¿Qué yo que?-.
-Que vendrá Fran-.
-¿Quieres decir Frank?-.Pregunté yo.
-No, Fran, Francis Marin-.
-¿Por qué vendrá el?-.Cuestiono Madie con una cara de disgusto y sorpresa.
-¿Lo conoces?-.Interrogue.
-Si, tenemos 2 o 3 clases juntos-.
-Vendrá por qué Laurie no lo dejara solo en casa por qué está castigado-.Respondió mi madre.

El timbre sonó.

Mi madre se dirigió a la puerta.

-Es un patan-.Anuncio Madie torciendo los ojos.

Mi madre entro a la cocina donde estábamos Madeline y yo acompañada de Laurie y un pequeño que si no fuera por su vestimenta y el aro en su nariz juraría que tenía menos de 13 años.
No importaba en cuento lo vi algo nació en mi, algo que no podía describir pero que se sentía realmente bien.

-Gregg, él es Francis el hijo de Laurie-.Nos introdujo mi madre.

Los dos nos limitamos a sonreír lo cual parecía más como una mueca forzada.

-Nada de the... The glo...-.Trataba de decir Laurie.
-Theglobe mamá-.Le corrigió el pequeño.
-Lo que sea, Gregg, me dijo tu mamá que estás a cargo así que nada de internet, tampoco teléfono a menos que me marque a mi, confió en ti-.
-No te preocupes Laurie-.

Ella me sonrió.

-Nos vemos, pórtense bien-.Exclamo mi madre saliendo y tras ella Laurie.

Todos nos quedamos en silencio el cual se rompió cuando se escuchó la puerta principal anunciándonos que las mujeres ya habían salido de la casa.

-Bueno... Francis... Tu mamá no dijo nada de no televisor así que... ¿Vienes?-.

Madie me vio interrogante y sorprendida por qué sabía que algo que yo haría sería decirle dónde se encontraba nuestro computador y encerrarme en mi habitación.
Yo también me sorprendí pero por alguna razón tenía la necesidad de hacerlo sentir cómodo y aunque lo negara; conocerlo.
Los tres fuimos al cuarto de televisión/ sala de estar/ recibidor. Mi casa era bastante pequeña pero acogedora con las suficientes habitaciones para mis padres, mi hermana y mi abuelo que estaba de vacaciones con una tía en Texas y yo.
Encendí el televisor.

-¿Quieren ver Saturday Night Live?-.Pregunte buscando el canal en el cual lo transmitían.
-Ah... Greggory-.
-¿Si Madie?-.
-Hoy es viernes-.Completo y a Francis se le escapó una pequeña carcajada.
-Oh cierto-.Comente sintiendo mis mejillas sonrojarse.

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