Uzuki (Ranma 1/2)

Que entre Ryoga

— Es una lástima que te retires de la competencia, Ranma — Todos se volvieron al origen de la voz para encontrarse a Mikado con una sonrisa en su rostro que hacía ver, que sus anteriores palabras no eran del todo ciertas.

Capítulo 13.

Ranma fulminó al chico con la mirada  a punto de hacer una réplica cuando la chica de cabellos carmesí se le adelantó.

— No te preocupes por eso, Mikado. Estoy segura que el joven aquí — Reiko tomó la mano de Ryoga, ignorando completamente el estremecimiento de éste —, podrá darte batalla.

Ryoga estaba confundido. Cuando las palabras salieron de la boca de la chica, algo cálido se incendió en su interior ante la confianza que profesaban las mismas. Una confianza que él no quería defraudar. Daría lo mejor de sí mismo para demostrarle a Reiko y todos, lo que él podía hacer. Al menos esperaba. No iba a defraudarla, ni a ella, ni a Akane.

— Por supuesto — Hibiki dijo con una gran confianza —. No me subestimes que puedo darte más batalla que Ranma.

Ambos, Mikado y Ryoga, se miraron fijamente sin prestar atención al resto. Esto ya era un reto personal para el chico cerdo, y no era sólo porque él era el premio.

— Ryoga... — Akane murmuró y Ranma frunció el entrecejo, apretando sus manos hechas puño en sus costados.

— Muy bien — Mikado finalmente habló pasando una mano por su castaño cabello —. Terminemos esto — con eso dicho, se volvió por donde llegó, con Azusa a sus espaldas, siguiéndolo.

— Bien — Reiko dijo e inmediatamente se volvió hacia el chico de la pañoleta —. Terminemos con esto de una vez.

Ryoga miró a la chica y asintió.

— Espera, aliento de cerdo — Ryoga se volvió hacia Ranma y estrechó los ojos ante el apodo —. No tengo que decirte esto, pero aún así — los ojos de Ranma también se estrecharon —, no lo arruines.

Ryoga parpadeo un par de veces y luego sonrió con confianza.

— Claro que no, Ranma. ¿Con quién crees que hablas?

— Contigo — el azabache respondió con simpleza —, y es por eso que te lo digo.

Ryoga volvió a fruncir el entrecejo y la chica pelirroja puso los ojos en blanco antes de tomar a Ryoga de la mano decidida a terminar con este "espectáculo" de una buena vez. Pero no contaba con aquel "desperfecto" que vieron los del público

— ¡Alto! No pueden hablar en serio — exclamó un chico entre la audiencia.

— ¡Si! El chico está horrible — ahora fue una chica.

— ¿Eh? — Ryoga observó algo consternado y un poco sonrojado por ser llamado "horrible".

— Parece ser que el público no esta conforme con el cambio en la pareja Furinkan — comentó el presentador mirando al público.

— ¡No es eso! — Exclamó otro chico.

— Es el traje ¡No es es especial! Es tan común — comentó una chica, y antes de que hubiese otro comentario, otra voz se escuchó.

— ¡Tranquilos! Eso no es problema para nosotros — un chico vistiendo un traje azul –el uniforme masculino Kolhotz–, acompañado de dos chicas con uniforme de marinero sujetando un vestidor móvil.

— Es el equipo de alta costura de la preparatoria Kolhotz

— Nosotros nos encargaremos — Una vez dicho eso, los estudiantes de alta costura se acercaron a Ryoga y lo empujaron dentro del vestidor móvil, para salir en menos de cinco minutos vistiendo un traje sin mangas, color verde y su pañoleta firma cambiada por una banda a juego con el traje.