Prólogo

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Ella era fuerte, ella era especial, ella tenía excelentes habilidades y sobre todo, ella era inteligente. Sólo tenía un problema, ella era mujer.

Su padre solía decir que las mujeres eran débiles y delicadas, que las mujeres pertenecían a la casa y al cuidado de los niños. Sin embargo, al ser hija única decidió entrenarla para ser su heredera, o eso era lo que ella creía saber.
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- Esto es parte de tu entrenamiento. - Oyó a su padre decir mientras observaba un pozo en completa obscuridad, donde se podían oír los lamentos de muchos gatos dentro. Ella se encontraba en un vestido hecho de pescado. Realmente apestaba, pero eso no era lo importante.

- Pero Papi, tengo miedo. - Ella dijo con temor empezando a temblar.

- Es parte de tu entrenamiento. No serás un hombre entre los hombres, pero serás una gran guerrera que harás temer a un hombre entre los hombres.

Ella miró a su padre todavía con miedo, pero aún así ella asintió.
- Esta bien.

Ella se acercó al pozo. No quería hacerlo, pero quería ser la mejor y hacer a su padre orgulloso.

Temblando se acercó al borde y sintió un empujón que la hizo caer al fondo en la obscuridad.

No sabía cuanto tiempo había estado ahí. Sólo sabía que tenía hambre y estaba asustada. Ella no recordaba exactamente que pasó, sólo recordaba vagos momentos donde los gatos la atacaban y ella corría entre el estrecho espacio, hasta que algo en ella se rompió. No recordaba que o como paso, pero cuando volvió en si, la vista era algo aterrador, los gatos estaban muertos y ella estaba cubierta de sangre, no sólo propia.

Estaba acurrucada en un rincón con las rodillas abrazadas a su pecho y llorando. ¿Dónde estaba su papá?. Tenía mucha hambre su cuerpo le dolía y algunas heridas le molestaban, sin mencionar que la vista era aterradora y ya no quería estar ahí.

- ¿Hay alguien ahí?. - Oyó la voz de una mujer, no sabía de donde venía, ella ya estaba comenzando perderse en la inconsciencia. - ¡Oh mi dios!.

Después de un ruido sordo, ella sintió a alguien que la tomaba de sus brazos y levantó la mirada. Tomando una mejor visión, notó que era una joven de largo cabello rojo atado en una coleta baja de lado que caía libremente por su hombro izquierdo. Ella tenía unos ojos oscuros que sólo mostraban preocupación y horror.

- Cariño. ¿Qué haces aquí?. - Preguntó la mujer con mucho preocupación.

- Papá. - Ella susurró antes de perderse en la inconsciencia

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Esa fue la primera vez que la vio. Esa mujer la había ayudado y no sólo eso, la tomó bajo su ala y le enseño todo lo que sabía.

Nunca volvió a ver a su padre. Ella regresaba siempre al lugar, pero jamás hubo rastro de él. Fue entonces que decidió, que para ser digna de ser la hija de su padre, se convertiría en una maestra de las artes marciales. Pero para eso tenía que volver a empezar.

Ella, Ranko Saotome, llamada por su padre, Ranma, renunció a su identidad y se convirtió en Reiko Uzuki, alumna única de Mito Uzuki. La maestra del todo vale artes marciales de sellado.

Uzuki (Ranma 1/2)Kde žijí příběhy. Začni objevovat