Uzuki (Ranma 1/2)

Déjenselo a Reiko.

Capítulo 10.

Reiko permaneció pasiva mientras observaba al dúo frente a ella. Un par de ojos marrones y otro par azules, la miraban fijamente esperando su respuesta.

— Déjame ver si entiendo. — la chica pelirroja colocó una mano su barbilla y apoyo el codo en la mesa acercándose un poco al dúo frente a ella. — ¿Quieren que yo supla a Akane y compita en la competencia de patinaje sobre hielo con Ranma?.

Ella observó como Ranma y Akane se miraban y luego regresaban la mirada hacia ella.

— Si, básicamente es eso. — Ranma respondió rascándose la parte posterior del cuello. — Necesitamos tu ayuda. ¿Lo harás?. — Él la miró y ella le regresó la mirada.

— Lamento decir que, no es asunto mío. —

— ¡Escucha!. — Akane exclamó haciendo a los presentes prestarle atención. — No creas que esto es fácil para mí. Pedirle ayuda a la chica que me venció y prácticamente me humilló, no es algo que me gusta hacer. — Akane miró a la pelirroja con un brillo en sus ojos. — Pero realmente necesito tu ayuda. Esa loca quiere llevarse a P-chan. — Reiko fruncio ligeramente el ceño y Ranma resoplo.

— Estaría mejor si se lo llevara. — Ranma murmuró y Akane lo ignoró como continuó hablando.

— Ella piensa que P-chan es suyo e incluso fue tan lejos como para ponerle esto. — Ella señaló el collar que traía el cerdito y dicho cerdo hizo un sonido en acuerdo.

Reiko miró al cerdo negro y fruncio el ceño prestándole atención después de tanto tiempo.

P-chan o Ryoga, por su parte se encogió ante su mirada.

— Eso ya lo sabe. Ella estuvo ahí. — Ranma comentó cruzándose de brazos.

— No realmente. De hecho desconozco completamente el asunto. ¿Por qué quiere llevárselo?. — la pelirroja preguntó sin apartar la mirada del cerdo, dicho cerdo se removia incómodo entre los brazos de Akane.

— No lo sé, un día lo perdí de vista y cuando lo encontré, ella lo tenía y afirmaba que le pertenecía. — Akane respondió abrazando a P-chan luego miró directamente a Reiko. — Esto también se trata de una cuestión de honor.

Reiko levantó una ceja interrogante.

— Ella tiene razón, esto es una cuestión de honor. — Ranma se unió al argumento. — Esto es un reto que no podemos rechazar...

— Ya diles que si, Reiko. — Todos se volvieron a Nabiki quien había permanecido callada todo este tiempo, haciéndoles olvidar que también se encontraba ahí. — Según papá y el tío Genma, esto es una cuestión de honor que arrastra consigo a las dos escuelas de combate libre. Los Saotomo y los Tendo.

— ¿y eso qué tiene que ver conmigo?. — la pelirroja preguntó.

— Eres la única persona que conocemos que es capaz de competir. — Reiko se volvió hacia Ranma.

—No hay otra chica que conozcamos que pueda patinar bien sobre hielo y saber pelear también. —Ahora miró a Akane. —debo decir que me cuesta admitirlo, pero tu me haz derrotado, lo que te hace el mejor reemplazo.

Ranma, Akane y Nabiki miraron fijamente a Reiko esperando su respuesta.

Era verdad lo que dijo Akane, ninguna de las chicas de la escuela sabían pelear, al menos hasta donde ella sabía. Además, ella era una maestra del arte, ella puede competir fácilmente.

Reiko suspiro mentalmente ante el asunto.

Todo había comenzado el día de ayer durante la clase de gimnasia.