Capítulo 9: Traición

4.1K 304 403
                                    

—Entiendo... Ash, la verdadera razón por la que estaba molesta contigo era porque me sentía celosa —la chica cerró levemente los ojos. Se sentía libre por haber liberado toda esa presión. Al abrir nuevamente los ojos, vio la tierna e inocente cara de Ash llena de confusión.

—¿Tú sentías celos?

—Bueno, sí. Pero no sé porque, es decir, cuando viajábamos juntos, tú... Me empezaste a gustar tanto hasta llegar al punto de besarte. Pero, creo que nunca debi hacer eso, yo no te gusto a ti ni nada por el estilo. Tú sólo me ves como una amiga.

Ash un poco desconcertado, quería saber más. Finalmente la chica había confesado sus sentimientos pero no mencionó nada sobre el presente, sólo del pasado y eso ya no importaba. Él quería saber su situación actual, así que sin miedo alguno, preguntó.

—Yo... ¿Aún te gusto? —preguntó el azabache viéndola directamente a la cara.

—No sabría contestarte. No estoy totalmente segura. Es que, desde que te vi con Lillie decidí tratar de olvidarme de ti amorosamente y sólo verte como un amigo. Y creo que lo he logrado un poco. Pero, creo que sí me gustas un poco aún... —un tierno sonrojo coloreó de rojo su linda cara.

—Entonces, ¿me estás diciendo que ya no me dijiste nada para no interrumpir mi relación con Lillie?

—Pues, básicamente sí. No quería arruinarlo todo por una tontería mía.

Ash se sintió pésimo. Serena había estado siendo lastimada por Lillie y por él, y ahora que se daba cuenta, ella ni siquiera valía la pena como pareja. Manipuladora, celosa, mimada, todas las características que un novio odia. Además, siempre discutían por cosas sin sentido. Era gran amiga, de eso estaba seguro pero una pésima novia, ni siquiera le había avisado a donde había ido esa mañana y él siempre tenía que decirle a donde iba, cuando y con quien.

—Oye, ¿qué tal si vamos a caminar a la ciudad? Ya me cansé de estar aquí.

—Claro, vamos.

Los dos se levantaron y caminaron de regreso a la ciudad. La caminata fue silenciada incómodamente por su anterior conversación. Nadie tenía nada que decir y no querían decir nada. Casi se habían "confesado" o al menos Serena casi lo hacía.

—Entonces, ¿ya no estás molesta? —preguntó el joven para iniciar una conversación.

—No, para nada. Creo que fue algo infantil e inmadura de mi parte haberme enojado por eso. No es tu culpa... Querer a Lillie —la última frase la dijo aguantando la tristeza.

—Oye, sobre eso... Ya no quiero estar con ella. Lo que te conté se está haciendo muy frecuente y no quisiera que eso siguiera. Ya no la quiero como antes.

Aunque quisiera negarlo, lo que dijo Ash, fue cómo una dulce melodía para su corazón. Su corazón, empezó a palpitar más rápido de lo normal mientras que, nerviosamente, ella lo volteaba a ver a los ojos. Sus miradas se conectaron y sintió algo en su interior. Una sensación muy conocida y agradable. Ahora que se daba cuenta, el chico se veía más guapo que antes y ella no lo había notado, algo muy raro pues, siempre veía fijamente a Ash.

—¿Y qué piensas hacer al respecto? —preguntó la chica más nerviosa que nunca.

—Cortarla —dijo el chico con una pequeña sonrisa. Estaba feliz pero a la vez triste. Habían pasado muchos momentos juntos y ahora todo eso quedaría en un recuerdo pero por otro lado, estaba feliz de ya no tener que aguantar sus celos y manipulaciones—. ¿Quieres un helado?

La pelimiel asintió con una iluminante sonrisa. Estaba más que feliz por lo que Ash haría.  Finalmente, quizá tendría una oportunidad con él. Ambos fueron a la heladería más cercana. Era el tiempo perfecto para comprar algo frío, el sol estaba en llamas y el sudor de los dos jóvenes era prueba de ello. Al llegar, vieron los distintos precios y tamaños para decidirse por uno.

—¿De qué sabor lo quieres?

—De fresa por favor .

—Claro que sí.

Ash ordenó los conos. El de él era sabor vainilla con chispas alrededor y el de Serena de fresa. Al probarlos, sin exagerar, les pareció la nieve más deliciosa jamás inventada pero eso era normal. Estaban en pleno verano.

—¡Delicioso! —gritaron los dos. Después rieron por haberlo dicho al mismo tiempo.

—¿Y qué le dirás? Digo, si no te molesta decirme, claro

—No hay problema. De hecho iba a pedirte tu ayuda. Tú eres chica y creo que debes saber algo del tema.

—Sip. Yo te ayudo.

La pelimiel empezó con lo más básico de los sentimientos de una mujer. Aunque pareciera que entendía, la cabeza de Ash estaba hecha pedazos. Sin duda, una mujer es algo súper complicado pero a la vez hermoso.

—¿Entendiste? —preguntó la chica con firmeza.

—Este... Creo que sí. ¿Entonces debo tratarla con delicadeza?

—Sí, así no será tan grande el dolor.

—Bien, entiendo.

Siguieron platicando con normalidad tratando de evitar temas amorosos. El tiempo parecía pasar más rápido de lo normal cuando estaban juntos. Era algo que disfrutaban y podrían hacerlo por toda la eternidad. Llegó la hora donde el sol se escondió así que decidieron pasar unos últimos minutos juntos por el día de hoy.

—Vamos afuera —dijo Ash mientras, amablemente le abría la puerta de la heladería a la chica.

—Gracias, que amable —dijo en broma.

Al salir, tan sólo tuvieron que pasar unos minutos para que el día de Ash, pasara de grandioso a una horrible pesadilla. No podía creer lo que estaba viendo. Lillie estaba ahí, sentada en una banca besando en los labios a otro chico. No era tristeza, era coraje por ser engañado lo que sentía en ese momento, y lo que le daba más corjae aún ¿cómo y cuándo conoció a ese chico? Es decir, no llevaban ni dos semanas en la región, ¿acaso lo conocía desde antes? No hizo nada, excepto abandonar el lugar. Serena lo acompañó, se sentía mal por su amigo.

—¡CÓMO PUDO!

—Ash, yo lo siento. En verdad... —no se le ocurrieron más palabras para decir pero para demostrar su solidaridad, lo abrazó—. Ella no te merece. Eres un chico genial y guapo. Ella no supo aprovecharte.

—No puedo creer que haya hecho eso... —habló Ash con una voz temblorosa sin separarse aún del  abrazo de su amiga.

—Todo estará bien. Estoy segura de que encontrarás a alguien que en verdad te aprecie y te quiera.

El chico que ya estaba un poco mejor, se separó de los brazos de su amiga y la miró a sus ojos. Era imposible no perderse en el hermoso color azul de sus ojos. No sabían como pasó tan rápido pero sus corazones palpitaban a una velocidad increíble mientras sus caras estaban a centímetros de chocar.

—L-Lo... Siento, no puedo hacer esto... —Serena se separó y salió corriendo al centro Pokémon dejando a Ash un poco sorprendido por su repentina actitud pues estaban a punto de besarse.

Bueno, espero les haya gustado el noveno capítulo de esta nueva historia que estoy escribiendo. No olviden votar, comentar y compartir que eso me motiva mucho!

Bueno, Ash ha descubierto que Lillie la engañaba con otro chico. Por otro lado, Serena casi se confiesa y casi besa al amor de su infancia, ¿Por qué se alejó?

Si quieren actualización, depende de ustedes. Si llega a 50 votos actualizo uwu. Ya saben, depende de ustedes.

Por cierto, pasense por el perfil de Alex_1509, él yo y Josu347 estamos escribiendo la segunda temporada de Nuestra Verdadera Historia. La primera se encuntra en mi perfil :3

Desde que te conocí (Amourlove vs ¿Aureliashipping?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora