Capítulo 7: Perseverancia

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—¡Serena! —gritaba el muchacho desde afuera de la habitación.

Se sintió muy mal, fatal. Serena estaba siendo muy cruel con él y ni siquiera sabía la razón exacta de sus actitudes, sin embargo, se le ocurrió una gran idea. Serena amaba los detalles (o al menos cualquier cosa que venga de Ash)  y él aprovecharía eso a su favor pero, primero necesitaba relajarse un poco ante sus duras reacciones. Tras salir del centro Pokémon, se dirigió al parque para pensar y repasar cada cosa que le diría a Serena, mientras se sentaba para relajarse. Era de mañana, la parte del día perfecta para estar tranquilo.

—Espero que esto la haga cambiar... —susurró mientras se levantaba de la banca en la cual estaba sentado.

Se dirigió a una florería de la ciudad. Si por algo era famoso Lumiose, era por sus característicos perfumes que eran hechos con las hermosas flores de los jardines del lugar. Al estar frente al lugar y entrar, de manera inmediata pudo percibir el hermoso olor a rosas y distintas flores.

—Buenos días, ¿se le ofrece algo? —preguntó amablemente la dueña de la tienda.

—Sí, me gustaría comprar un ramo de las flores más bonitas que tenga.

—Oh, en ese caso, sígame.

Ash la obedeció. Ambos caminaron a una especie de azotea que también tenía bastantes flores hermosas. La señora paró al llegar al final del pasillo, tomó un ramo y lo enseñó al muchacho.

—Mira, estas son las flores que más nos ordenan —dicho esto, le dio el ramo para que lo viera detalladamente.

Eran unas bella rosas de un color blanco lunar, sin duda algo hermoso para la vista de cualquier mujer. Ash ya se estaba imaginando la reacción de Serena al momento de dárselas.

—Sí que son lindas. ¡Ya está, me las llevo! ¿Cuánto es?

—Este... Sobre eso, hay un pequeño problema —la dueña suspiró—, el problema es que sólo se pueden llevar bajo pedido y pues por lo que veo, tú no has ordenado ningún ramo.

—¡Ay no! ¡Por favor, es súper importante, se lo ruego! Es más... Estoy dispuesto a pagarle más por el ramo.

La señora al ver su mirada suplicando por el ramo, vio en sus ojos lo importante que podían ser para él. Lo pensó detalladamente y aceptó. Además, un dinerito extra no era malo.

—Está bien... —aceptó dudosa—. Por lo que veo son muy importantes para ti, así que te las cobraré.

Ash se alegró. Su plan hasta el momento estaba saliendo a la perfección. Regresaron al salón principal para que la dueña pudiera cobrarle las rosas al azabache. El chico se emocionó un poco al saber que había conseguido las flores perfectas para Serena, de hecho se podían identificar. Delicadas como su piel, igual de blancas y ambas tenían un olor bastante agradable. Ahora, faltaba la parte más difícil y complicada del improvisado plan: entregárselas. Sin duda, una tarea muy difícil de cumplir por las recientes actitudes tan frías de la chica. En su interior, temía que las rechazara.

Salió de la florería pero no sin antes agradecerle a la dueña por el trato especial y haberle dejado obtener tan bellas flores dignas de la más delicada princesa. Ahora, se dirigiría al centro Pokémon en donde estaba hospedada la chica pelimiel, Serena.

••••••••••••

Recién se levantaba después de aquel incómodo encuentro con Ash hace dos horas. Sus pelos estaban totalmente alborotados por lo que tomó una ducha. Ya había recobrado al cien por ciento sus energías para hacer actividades productivas durante el día. Mientras se bañaba, cumplía con la difícil tarea de olvidar su encuentro. Terminó de bañarse y cambiarse, se veía muy linda. Incluso, podría conquistar a cualquer chico si se lo propuesiera pero, ¿por qué a Ash no? Era increíble su mala suerte.

Encendió la televisión para observar algo y no sentirse tan sola. No había nada interesante para ver pero para no aburrirse, decidió verla. Todo iba bien, hasta que, golpearon la puerta de su habitación. ¿Otra vez? ¿Quién podría ser ahora? Volvieron a golpear y finalmente, ella se levantó para abrir la puerta y saber quien era. Su cara puso una expresión nuevamente de sorpresa. ¿Otra vez él?

—¿¡Otra vez tú!?

—¡Alo... Digo, hola, de nuevo! —saludó Ash con una amplia sonrisa mientras que escondía sus rosas detrás de su espalda. La felicidad de Ash no duró mucho al ver que Serena estaba apunto de azotar la puerta, por suerte reaccionó rápidamente—. ¡No, espera!

—¿Qué quieres? ¿Acaso no tienes algo mejor que hacer más que molestarme? —de nuevo, trató de azotar la puerta sin embargo, el chico alcanzó a detenerla.

—Yo... Te traje un detalle —dijo mientras le sonreía tímidamente.

—¿Un detalle?

—¡Sí! Mira —Ash enseñó el ramo de rosas que traía escondido detrás de su espalda y se las dio.

Serena se sintió rara pero de una buena manera. Una gran parte de ella estaba feliz por el pequeño regalito de Ash. No quería demostrar felicidad por su orgullo de mujer pero, le sonrió diminutamente. Pero, Ash tiene novia, ¿no?

—Gracias, son muy bonitas pero no puedo aceptarlas —dijo entregándole las flores—. Tú tienes novia y se ve que la quieres mucho... Y yo no quiero causar problemas entre tú y ella, así que ¿Me podrías hacer el favor de irte?

—Oh, por Lillie no te preocupes. A ella no le molesta en lo absoluto. Por favor aceptalas —estaba un poco contento de que la muchacha ya no tratara de azotarle la puerta en su cara.

—Pues... Está bien, las acepto. Pero sólo lo hago porque debieron costarte mucho dinero. Iré a ponerlas en agua.

Serena tratando de ocultar su pequeño rubor en sus mejillas, entró rápidamente a la habitación para poner las bellas rosas en agua. Tras ponerlas en un pequeño jarrón lleno de agua, regresó a la entrada de la habitación donde estaba Ash.

—Bueno, supongo que por cortesía debería ofrecerte entrar, ¿verdad? —dijo mientras le hacía señas para que el chico entrara.

—¡OH! No te preocupes por eso, venía porque quería pasear un rato contigo. ¿Quieres venir?

Serena volteó a sus lados buscando una excusa pues, no quería ir con él y encontrarse nuevamente con Lillie. Al no saber como excusarse, decidió ser lo más realista posible.

—Lo siento. No puedo, tengo muchas cosas que hacer —respondió firme pero mostrando educación y un poco de amabilidad.

—¡Vamos! Sólo será un rato, te lo prometo.

Por más que se negaba, Ash insistía e insistía hasta que finalmente, la chica harta de sus propuestas, decidió aceptar.

—¡Ahhhh! Está bien.

Ash hizo un divertido baile de celebración, que hizo sonreír un poco a la chica, sin embargo, trató de disimularlo para mostrarse fuerte ante el inocente joven.

Bueno, espero les haya gustado el séptimo capítulo de esta nueva historia que estoy escribiendo. No olviden votar, compartir, comentar y compartir que eso me motiva mucho.

Y bueno, al parecer el plan de Ash ha funcionado y Serena accedió a un paseo con el azabache.

Si quieren actualización, depende de ustedes. Si llega a 50 votos actualizo uwu. Ya saben, depende de ustedes.

Por cierto, pasense por el perfil de Alex_1509, él yo y Josu347 estamos escribiendo la segunda temporada de Nuestra Verdadera Historia. La primera se encuntra en mi perfil :3

Desde que te conocí (Amourlove vs ¿Aureliashipping?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora