9.

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-¡Erin!

La chica se giró hacia la voz que la llamaba. Para su sorpresa se encontró con los ojos de su madre que corría hacia ella preocupada.

-¡Mamá! -gritó Erin sin comprender.

Erik que se encontraba a un lado de ella sentado en la parte trasera de una de las ambulancias que habían llegado a la escuela, las observó atento. A pesar de que vivía cerca de la casa de Erin llevaba mucho tiempo sin ver salir a la madre de la chica.

-¿Te encuentras bien? -preguntó histérica la mujer-. ¿Te ha pasado algo?

Erin negó rápidamente.

-No mamá -contestó-. Erik nos ayudó a salir.

-¿A ti y a quién más? -preguntó desorbitada.

-A Caitlin, una compañera. Es nueva en el instituto -respondió Erin.

-Lamentablemente la encontramos sin conocimiento, la tuvieron que trasladar al hospital -complementó Erik.

-Gracias muchacho -le agradeció la madre de Erin-. Pensé que estabas herida o algo peor, llamaron de la escuela cuando inició el incendio. Me preocupe tanto.

Erin observó a su madre en la faceta de madre protectora que tanto había deseado ver hace unos meses cuando Patrick comenzó a golpearla. El solo recuerdo de la última noche que se atrevió a golpearla le hizo enfurecer.

-Tranquila mamá, no voy  morir como papá -respondió entre dientes.

-Erin... -susurró su madre.

-Puedes irte a casa, estoy bien. 

-No voy a dejarte sola -insistió la mujer.

-Ya lo has hecho antes -le reprochó a lo bajo-. Vete.

-Pero...

-Además, Erik me ha invitado a dar un paseo y he aceptado -Erin mintió y miró a Erik para que le siguiera el juego.

-Si... es verdad, espero no le moleste -dijo Erik lo más natural posible.

-No llegues tan tarde como las últimas noches -avisó su madre antes de rendirse y regresar por donde vino.

Erik observó a Erin mientras se frotaba la frente con las yemas de los dedos.

-Lamento haberte involucrado en mis mentiras -murmuró Erin.

-¿Por qué le has hablado así de pronto? -le cuestionó el chico porque realmente no lo entendía.

-Hay cosas personales, es todo -respondió Erin.

Erik la miró curioso mientras ella se apoyaba en la puerta de la ambulancia y cerraba los ojos, aparentemente cansada. Fue consciente por menos de un segundo que Tefa estaba siendo abrazada por Adam, el mismo que la acompañaba por la mañana. El la pretendía desde antes de que el y Tefa comenzaran a salir, pero Tefa no parecía darle importancia. Hasta ahora, claro.

Estuvo a punto de levantarse y reclamar, darle quizá algún puñetazo a ese chico. Pero el tono de Let's dance, le aviso que alguien lo estaba llamando. Leyó en la pantalla el nombre de su madre, así que contestó.

El sonido del celular hizo que Erin abriera los ojos y lo observara mientras murmuraba una que otra cosa.

-Si mamá, estoy bien -dijo-. No, no es necesario que vengas, no me ha pasado nada...si...no, además saldré con Erin a dar un paseo por el pueblo.

Erin abrió los ojos lo más que pudo y Erik le dedicó una sonrisa.

-Erin mamá, la chica de la colina... Bien, te amo mamá -se despidió y miro a Erin mientras se levantaba.

Elegidas #Wattys2018Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt