Desperté por culpa del Sol que me daba con fuerza en la cara. Me senté en la cama y miré mi alrededor.
No era mi cuarto.
Todo estaba limpio y ordenado, la habitación era casi entera de blanco.
No llevaba mi ropa, tenía puesto un camisón rosa claro. Intenté encontrar mis pertenencias pero nada.
Me levanté y me calcé unas zapatillas de estar por casa que tampoco eran mías. Salí de ahí y empecé a caminar por la casa.
Era enorme y hermosa. La luz que entraba por los grandes ventanales alegraba bastante el lugar.
Seguí caminando hasta que vi un cuadro gigante, en él habían una pareja y su hijo. El pequeño era adorable, con una hermosa sonrisa de oreja a oreja. De repente alguien tosió haciendo que me asustara.
-¿ Te asusté?- asentí-. Oh perdona- sonrió mientras se acercaba a mí-. ¿ Te gusta el cuadro? Parecías entretenida mirándolo.
- Es muy bonito, se puede ver a una familia muy feliz. Pero es raro que sea un cuadro y no una foto.
-Bueno, la gente rica somos raros.
-No, no, no he dicho eso, quiero decir q...- comenzó a reír-. ¿ Qué te hace gracia?
-Tú. No entiendo por qué te pones así, no he insinuado que tú quisieses decir eso.
Era verdad, exageré bastante. Todavía estaba algo despistada y alterada con todo a mi alrededor.
-¿ Dónde estoy?
-En mi casa. Ayer te...
-Me quedé dormida del cansancio- murmuré para mí misma.
-Sí, y como no sabía dónde vivías te traje aquí.
-¿ Y mis cosas? ¿ Quién me cambió?
-Tranquila, mi madre se encargó de eso, y tus cosas están en otra habitación. Vamos a desayunar primero- agarró mi mano y comenzamos a caminar hasta llegar a la cocina.
Me senté y sirvió dos vasos de leche, tostadas con mermelada y fresas.
-Gracias.
-No hay por qué darlas- se sentó y empezamos a desayunar.
Todo era silencio, algo que se me hacía incómodo. Lo miré un par de veces intentando recordar su nombre. Sé que era el primo de Re... Bueno, era su primo.
-Perdona.
-¿ Sí?
-¿ Cómo te llamas?
-Chenle, encantado.
-Yo...
-____, lo sé. Renjun ya me ha hablado de ti.
Sentía cómo me ardían los ojos, no quería volver a llorar. Pensar en él hacía que me muriese por dentro. Mi mejor amigo desde la infancia, mi amor desde pequeños y mi novio desde hace unos meses, los había perdido a la vez. Mi pecho dolía y mis ganas de romper en llantos aumentaban.
No tardé en sentir cómo me abrazaban con fuerza mientras me acariciaban la cabeza.
-Chenle ¿ por qué me abrazas?
-Querías llorar ¿no? Por eso te abrazo, para que te sientas mejor.
-Ya me siento bien, gracias.
Se separó y me miró con tristeza.
-Él siempre será alguien importante para nosotros, y sé que también lo éramos para él. También sé que ninguno quiere que nadie esté triste.
ESTÁS LEYENDO
✖️NCT Y TÚ✖️
Fanfiction× IMAGINAS DE NCT × ¿ Con qué miembro te gustaría un romance? ¡Para qué escoger sólo uno! Disfruta de las historias. Lee, νoтa y coмenтa. _//NI COPIAS, NI ADAPTACIONES, NI SPAM//_