Capitulo 48: Álbum rosa

843 41 2
                                    

-¿Qué pretendes decirme?

-Todo ha terminado, Alex.

-¿Qué…?

-Ya me has oído.- Dijo el chico de ojos verdes.- No quiero tener a mi lado un error como lo eres tú.

-Pero… Gabriel… Tú… me dijiste que me amabas.

-Y te amo.- Susurró el joven mientras limpiaba una de las lágrimas de la chica.- Siempre voy a llevarte conmigo.- El joven le mostró su muñeca dónde pudo leer su nombre. El chico se llevó la zona de piel dónde había tatuado el nombre de Alex a sus labios y la besó. Después se acercó al rostro de la muchacha y besó su frente.- Ha sido divertido conocerte.- Y después de eso, una oscuridad rodeó el cuerpo de Alex, haciendo que la chica cayera de rodillas al suelo y quedase mentalmente desorientada.

-Gabriel…- Alex intentó ponerse en pie, pero era inútil, alguien había esposado todo su cuerpo a unas cadenas que se perdían en la obscuridad.- ¡Gabriel, no te marches! ¡Ahora no puedes dejarme! ¡No puedes dejarme sola! ¡Gabriel!

-¡Alexandra!

-¡Espera, Gabriel…!- Alex abrió sus ojos de golpe y encontrándose con un mundo dónde seguía siendo oscuro, pero por la luz de la noche y dónde unas manos la estaban aferrando con fuerza de los brazos.- Gabriel… ¡Ayúdame!

-Alexandra, despierta.- Gideon cogió el rostro de Alex y le obligó a mirarle directamente a los ojos, haciendo que la joven se diera cuenta de que todo había sido un sueño.- Tranquila, Alexandra, solo era una pesadilla.

-¡Para, no me toques!- La joven se deshizo de las manos de Gideon y el joven se distancio de Alex, quién tenía el rostro recubierto de lágrimas. La joven se tocó las mejillas y sintió pavor al darse cuenta que había llorado durmiendo y con Gideon tan cerca de ella, comprobando lo débil que en realidad era.- Déjame sola.

-Oye, Alexandra…

-¡Ya sé que era una pesadilla! No me digas cosas que ya sé.

-Alexandra.

-¡¿Qué?!- La muchacha se volteó, todavía con lágrimas en los ojos y con el rostro recubierto de impotencia, de rabia.

Pero en aquel instante, Gideon cogió el cuerpo de Alex y lo cubrió con sus brazos con todas sus fuerzas. Lo hizo de una forma tan brusca, que Alex no intentó escapar de su amarre. Dejó que Gideon la abrazara y ella se permitió aferrarse a su camiseta y comenzar a llorar a gritos. El muchacho cogió las piernas de Alex y las colocó encima de su regazo mientras él apoyaba su espalda en la pared y dejaba que Alex descargase todo su llanto contra su pecho. El chico acarició el cabello de la muchacha y comenzó a susurrarle cosas a Alex, pero ella no entendía nada. Estaba tan aturdida y alterada que su voz solamente conseguía que llorase con más fuerza.

Pero un cuarto de hora más tarde, cuando parecía que Alex comenzaba a ser consciente de sus actos, empezó a dejar de llorar a pleno pulmón para sollozar en el pecho de Gideon mientras percibía como él acariciaba varios de sus mechones. Finalmente, el joven hizo el gesto de quererse tumbar en la cama junto con Alex, y ella aceptó, pero todavía enredada en los brazos de ese chico e incapaz de mirarle a la cara.

Y cuando parecía que los párpados de Alex pesaban demasiado para seguir manteniendo sus ojos abiertos, la voz de Gideon la devolvió a la realidad. Otra vez.

-¿Verdad o atrevimiento?

-Verdad…- Susurró Alex, con la voz desafinada.

Gideon pareció pensarse que preguntarle, o más que eso, como hacerlo. El chico cogió aire y sin dejar de acariciar en ningún el cabello de Alex, formuló la pregunta.

Perdona pero, me he encaprichado de ti (Segunda Temporada de PPTVDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora