44. The End Begins (Part 2)

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"Mientras mi corazón siga guardando tu recuerdo, nunca podre decirte adiós"

Quisiera contarles que todo salió bien, quisiera contarles que Hunter comprendió que, a pesar de no tener excusas por lo que le hice, mi corazón y mi alma entera le pertenecían.

Lastimosamente, no fue así.

Mi confesión me dejo un hueco en el estómago, omitiendo el hecho de que mi corazón se encogió por completo al ver las lagrimas de Hunter caer.

Me veía impactado, me veía decepcionado, me veía como si lo hubiera traicionado.

Mi corazón dolía a mares, y la expresión en su rostro solo servía para hundirme más en mi propia miseria.

A este punto de la situación, mi cuerpo y mis sentimientos estaban fuera de control, no sabía que hacia, mi cabeza estaba fundida en la situación, mientras mi cuerpo solo quería tocar a Hunter.

Cuando mi cuerpo, tomo el coraje de hacerlo, Hunter se aparto de mi toqué, como si fuera un virus, se apartó de mi con mucho pánico.

Las palabras que me había dicho fueron tatuadas lentamente en mi ser, como una especie de tortura para que  jamás olvide este dolor.

"No me toques, por favor, aléjate de mi"

Su voz rota diciendo esas palabras, seguían retumbando en mi cabeza.

Se que soy una cobarde, pero estaba al borde de colapsar ante el.

No podía enfrentarlo con lo frágil y rota que estaba, en verdad no podía.

Cuando aparto su vista decepcionada de mi, fue cuando retrocedí lentamente, y corrí, y corrí, sin parar hasta que mi pecho ardió por la falta de aire.

Me estaba torturando.

Sin importarme, el ardor en mi pecho seguía corriendo por la carretera, derramando lagrimas sin parar.

No fue hasta que me tropecé con una piedra y caí al suelo de rodillas, que me detuve.

Mi pantalón se había rasgado, y la lluvia que recién había notado caer, me empapó completamente en un par de segundos, mis manos ardían debido a mi caída, sin embargo, el dolor en el que se estaba ahogando mi corazón seguía presente.

Al ver lo lejos que había corrido, me tome el lujo de gritar, grite libremente, mientras trataba que ese peso que me invadía se fuera, grite y grite hasta quedarme sin voz.

Para luego, recostarme en la carretera, y llorar desconsoladamente.

No se cuanto tiempo habrá pasado, desde que estaba aquí acostada, mis ojos me pesaban, y la lluvia no dejaba de caer.

No tenía intención alguna de levantarme, mi cuerpo dolía como si acabará de ser atropellada por un camión.

De seguro ya había pescado una gripe, pero eso me tomaba sin importancia.

El dolor, en lo que quedaba de mi corazón, no hizo nada más que crecer y crecer durante los últimos treinta minutos, los recuerdos de Hunter y yo, juntos, no dejaron de rodear en mi mente.

Recordé todo, desde aquella vez que nos conocimos, hasta hoy en la tarde, donde todo parecía estar bien.

Están sorprendente y doloroso, como puedes pasar de ser feliz, a ser miserable en tan solo poco minutos.

Las palabras nos dañan, y las personas nos destruyen.

Una sonrisa ligera se asomo en mis labios, al recordar el momento en el que él me pidió una foto y beso mi mejilla dulcemente, todo pudo haber estado bien.

the new magcon (Hunter Rowland/Blake Gray) (español)  EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora