the new magcon (Hunter Rowland/Blake Gray) (español) EN EDICIÓN

Capitulo 5 "Sorry"

Hace dos días que estaba evitando a Hunter, desde que nos besamos he tratado de darme mi espacio para reflexionar lo sucedido, lo que incluía evitar salir con el resto de los chicos, las veces que me han invitado se me han ocurrido varías excusas creíbles, pero me estaba quedando sin ideas.

¿Por que hacía de un beso la gran cosa?
Sencillo.

Él había herido mi orgullo, y eso jamás se perdona, además, no soy de besar extraños y Hunter es considerado como uno para mi.

Como evitaba salir de mi casa para no tener un encuentro inesperado con cualquiera de ellos, había visto casi todas las comedias románticas que Netflix disponía en su plataforma, me estaba quedando sin opciones, así que me encontraba en mi habitación viendo por décima vez una de mis películas preferidas.

No me quites a mi novio.

Me encanta la trama, y nunca me cansaba de verla, me metí una cuchara de helado sabor vainilla en mi boca y sentí el hielo deshaciendo dentro de ella.

En ese momento llamaron a la puerta y con la boca llena de helado, avisé que podían pasar. Mi tía entró sonriente y se apoyó en el marco de la puerta.

Al terminar de comer todo el helado, le pregunté

- ¿Está todo bien, tía? - dije dejando el bote de helado en mi mesita de noche y poniéndole pausa a la película.

Mi tía volvió a sonreír y la vi detenidamente, ella lucia muy joven cualquier diría que tendría entre 29 a 30 años de edad, su cabello café oscuro no tenía ni una sola cana y no veía ninguna arruga formada en su rostro.

- Una persona vino a visitarte - debido al énfasis en sus palabras, pude percibir que insinuaba algo.

Fruncí el ceño ante sus palabras.

- ¿Quién? -

Ella se hizo aun lado y solté un respingo al ver que detrás de ella se encontraba nadie más ni nadie menos que Hunter, el se veía cohibido por mi tía y cuando me vio me sentí un poco incómoda, llevaba puesto un pantalon beige y un buzo azul marino, que resaltaba sus ojos.

El me vió fijamente y se rio, fruncí el ceño y luego mi rostro se tornó rojo al ver la figura de un conejito en mi pijama y recordar que no estaba decente para visitas.

- Hola - dijo él después de un momento, se rascó la parte de atrás de la cabeza, viendo hacia el piso, mientras yo me cubría con una cobija, mi tía me guiño un ojo y me se fue dejándonos solos.

- ¡Puerta abierta en todo momento, Amelia! - gritó a lo lejos en español.

Rodee los ojos ante lo que dijo.

- ¿Qué acaba de decir? - pregunto Hunter y negué con la cabeza mientras me paraba para cerrar la puerta.

- Nada.

Cerré la puerta y volteé a verlo y la incomodidad invadió una vez más la habitación.

- Hola - le conteste avergonzada, después de varios silencios.

- ¿Puedo sentarme? - pregunto señalando la cama.

Asentí levemente y vi como él se sentaba frente mío, ambos evitábamos vernos a los ojos directamente y permanecimos de ese modo durante un largo período.

- ¿Por qué has estado ignorándome? - dijo rompiendo el silencio.

- No lo se - dije aunque mentía.