El gimnasio estaba en el ala sur de la escuela así que comenzó su travesía mirando a todos lados esperando toparse con el chico de camino allí pero al parecer aún no se dignaba a aparecer. Cuando llegó a su destino el lugar se encontraba vacío así que se sentó en las gradas a esperar.

Cuando pasaron quince minutos, decidió esperar media hora.

Llegando la media hora, dijo que solo esperaría diez minutos más.

Pasaron los diez minutos y pensó que diez más no le harían daño.

Llego a esperar una hora y se dio por vencido, Jungkook no vendría.

Se levanto de las gradas triste, enserio no quería creer que al chico se le había olvidado su encuentro pero tampoco debería sorprenderse. No sabía por qué se había dado esperanzas en primer lugar.

Cuando abrió la puerta del gimnasio había alguien al otro lado con el ceño fruncido y un saco de boxeo colgado del hombro.

Jimin tembló al ver a Jungkook.

– Joder, los idiotas del equipo de luchas se demoraron una mierda en pasarme el saco.

Eso era lo más parecido a una disculpa que iba a recibir de parte de Jeon así que con rapidez le abrió la puerta para dejarlo entrar y lo siguió en silencio, tratando de que no se notara que sus manos habían empezado a temblar de los nervios.

– Woosun es un idiota, hable todo el día con el entrenador para pedirle el saco y el imbecil no quería entregármelo. Lo hubiese golpeado con gusto pero si lo hacía con mayor razón no me hubiesen pasado el saco.

Jungkook sonaba muy enojado por lo que Jimin se ponía a un costado asintiendo a todo lo que decía.

– ¿Aun no te cambias? –Esta vez en ceño fruncido era dirigida hacia el y Jimin se atragantó.

– ¿Ca-cambiarme?

– Obviamente. ¿O pensabas que ejercitaríamos con esos zapatos, mariposa?

Jimin mira sus bototos. Eran sus zapatos preferidos ya que estaban cubiertos por cuero sintético color rosa pálido. Eran demasiado lindos pero nada cómodos cuando se hablaba de hacer ejercicio.

– No tengo ropa deportiva –admite en un susurro y Jungkook revolotea los ojos mientras abre la mochila que traía.

A la cara de Jimin fueron lanzados una camiseta negra y un short del mismo color que seguramente eran de Jungkook. El peli-morado miraba las prendas con horror, eran demasiado grandes como para que el las usará.

– Ve a cambiarte ahora.

Jimin no protestó, prefería usar esa ropa fea a que Jungkook descargase su enojo con el.

•   •   •

– Sal de ahí, mariposa –dice Jungkook golpeando la puerta del baño para chicos.

– ¡No, la ropa me queda enorme!

– ¡A quien le importa, carajo! ¡Solamente estamos tú y yo en el gimnasio!

Jimin suspira desganado y abre la puerta encontrándose con Jungkook frente a frente.

El castaño ya se había cambiado por una tenida parecida a la que le presto, salvo que esta era gris. La camiseta de Jungkook tenía las mangas cortadas dejando ver sus tatuajes y el short le llegaba hasta la rodilla sin problema. Todo se le ajustaba al cuerpo no como a Jimin.

El peli-morado estaba teniendo una lucha con los pantalones cortos que se le caían un poco cuando se movía, mientras que la camiseta podía pasar fácilmente como vestido. Se sentía muy ridiculo con ese atuendo y al parecer Jungkook captó la idea porque se estaba carcajeando.

– No quiero salir así –chilla Jimin haciendo puchero.

– No jodas, mariposa. Y salgamos antes de que nos siga haciendo tarde.

Al volver al gimnasio Jimin se dio cuenta que Jungkook ya había colgado el saco de boxeo en un rincón y que si no se conseguía un cinturón, mientras golpeara esa cosa quedaría con los pantaloncillos en los pies.

– Primero lo primero –sentencia Jungkook– golpéame con toda la fuerza que tengas.

Jimin abre los ojos de par en par ante la idea descabellada, obviamente niega con la cabeza de inmediato y Jungkook frunce el ceño ante la respuesta.

– No te estoy preguntando. Golpea mi palma.

Jungkook era un mandón y Jimin ya estaba hartándose de eso. Así que uso esa frustración para empuñar su puño directo a la palma derecha del castaño. Uso toda su fuerza y a pesar de eso Jungkook lo miraba con una ceja levantada.

– ¿Me estás jodiendo, cierto? –lo escucha resoplar cansado y Jimin se sonroja– tendremos que empezar desde cero. Prepárate para sudar, mariposa.

Jimin ya se arrepentía de haber aceptado.

[ ♡ ]

Nota: Hola, bebés. Primero capítulo después del hiatus que me tome. Lo siento mucho por hacerlos esperar y espero que disfruten la actualización💖

Ugh, díganle que deje de ser tan perfecto o me matará 😭

Ugh, díganle que deje de ser tan perfecto o me matará 😭

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Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora