7. Desconectar

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Taek Woon pensó que los consejos que daba, debería aplicárselos a sí mismo. Él no tenía a nadie en su corazón, pero este ya estaba ocupado por algo en concreto, la música. Eso era lo único que le sacaba de lugares donde no quería estar, con lo que se relajaba y desconectaba de su vida real. Pero, hacer caso a lo que acababa de decirle a aquel muchacho tendría consecuencias, y lo que menos quería era perjudicar a nadie, sobre todo si implicaba a su madre.

El chico moreno dejó de llorar y justo después de pagar el coctel que le había preparado el barman, se levantó para dirigirse a su consejero.

- Tienes toda la razón... pero, de vez en cuando es bueno llorar para descargar lo que siento... y, le prometí que no me vería llorar, no que no lo haría. – Sonrió. – Además... no sé si a ti también te haría falta o no, pero también deberías desahogarte.

Acto seguido se despidió, dejándolo a solas con el barman, al cual había reconocido al instante, pues aquel rostro no se le olvidaría fácilmente.

- Kim Won Sik. – El aludido lo miró desconcertado y Taek Woon sonrió ante su reacción. – Lo leí en tu uniforme. – Se sintió algo avergonzado, pero no le importó. – Eres el que nos ha ayudado con las maletas esta mañana ¿Verdad?

- Pluriempleado. – Dijo mientras asentía. – Algunos no nos podemos permitir estar en este tipo de lugares si no es trabajando.

- Y por desgracia, algunos de los que nos lo podemos permitir no estamos aquí por gusto. – Agachó la cabeza.

- ¿No quieres casarte?

- No de esta manera... no por obligación... no con ella... - Respondió demasiado rápido, con absoluta sinceridad.

Taek Woon no era muy tolerante al alcohol, y tal vez ese era el motivo por el que le comenzó a contar a aquel chico de ojos bonitos, toda su historia.

- Yo... solo quiero vivir de mi voz, de la magia que sale del piano cada vez que me siento delante. Ese es mi único camino en la vida...

- Tal vez no pueda ayudarte con el tema de tu boda. – Taek Woon lo escuchó con atención. – Pero, puedo ayudarte a desconectar durante varias horas... - La sonrisa que Won Sik le estaba regalando fue suficiente para que el corazón le diera un vuelco. – Termino en quince minutos, espérame.

En aquel momento no le importó que su prometida estuviera sola en la habitación, pues aceptó sin dudar la oferta de Won Sik. Salieron juntos de aquel bar para dirigirse a lo que parecía su medio de transporte, una moto algo destartalada pero estable. No estuvo muy seguro de subir, pero no lo volvió a pensar en cuanto vio al pelinegro ponerse la chaqueta de cuero, pues le sentaba realmente bien.

- ¡Hong Bin! – Gritó antes de arrancar. - ¿Hyuk?

Taek Woon observó a la pareja que se había parado a su lado para saludarlo, iban cogidos de la mano e iban bastante sonrientes, en cuanto vieron a Won Sik se separaron algo avergonzados. El que parecía menor de los dos le saludó algo sorprendido, al parecer no esperaba verlo.

- Así que al fin te has decidido... - Sonrió Won Sik. – Me alegro mucho.

- No podía ocultarlo más... - Dijo Hong Bin mientras volvía a coger la mano del que ahora era su pareja.

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If I could have anyone in the world... It would still be youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora