3. Celos

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La semana se le estaba haciendo eterna, únicamente quería volver a casa. No le apetecía nada pasar noches en diferentes hoteles de lujo, solo para averiguar cuál sería el ideal para celebrar su boda. Cualquier pareja recién prometida estaría encantada que sus padres le pagaran todos los gastos, para que el gran acontecimiento fuera todo un éxito, pero Jung Taek Woon solo quería estar en su apartamento, sentado en su piano y disfrutando de su mayor placer, la música.

Volvió a ponerse los cascos mientras buscaba alguna canción, únicamente para olvidarse de la vida real. Sun Hi a su vez, hablaba con el pobre muchacho de la recepción, al que le exigía constantemente la mejor habitación del hotel. No separó su vista del teléfono, ni siquiera cuando su prometida le habló, solo se dedicó a asentir.

Minutos después se dirigieron al ascensor, y ese fue el único momento en el que levantó su mirada, solo para observar detenidamente al chico que les ayudaba con el equipaje. Se le veía joven, seguramente no pasaba de los veintitantos años y le pareció realmente atractivo. Leyó disimuladamente la placa sobre su chaqueta para averiguar su nombre, sin cambiar en ningún momento su expresión. De repente, Sun Hi le agarró del brazo.

- Cariño, vamos a comer al restaurante, a ver si la comida es mejor que su servicio. – Esto último lo dijo mirando a Won Sik, al cual no pareció importarle demasiado.

Su prometida había estado quejándose desde que había entrado al hotel, pues no le habían recogido las maletas del coche en cuanto aparcaron, y por ese motivo, a su preciada maleta de Louis Vuitton, diseñada exclusivamente para ella, se le había roto una rueda al ponerla en el suelo. Taek Woon sabía que no era cierto, pues en un descuido por parte de ella en su anterior viaje la rueda salió prácticamente volando, y todo aquello era una excusa para quejarse y que en cualquier lugar la trataran como ella decía que se merecía, una princesa.

Taek Woon rodó los ojos, cansado de los disparates de Sun Hi y la siguió, no sin antes dedicarle una última mirada al botones a modo de disculpa, éste únicamente le sonrió provocándole algo inexplicable en su interior.

Avanzaron en silencio hasta el gran portal que daba al lujoso restaurante y Sun Hi hizo al camarero sentarlos en la mejor mesa, situada junto al ventanal que mostraba una bonita vista de la ciudad.

- Creo que, a pesar de los contratiempos, este lugar es el perfecto para el banquete. ¿No crees? – Dijo su prometida mientras pinchaba una hoja de la ensalada que había pedido. Perdido en sus pensamientos, Taek Woon volvió a asentir como siempre hacía cuando ella hablaba algo relacionado con ese tema. – ¿Por qué no muestras algo de interés?

- Sabes que no me importa lo más mínimo esta boda, ¿Por qué tengo que poner interés?

Cansado y sin ganas de volver a discutir, dejó su plato intacto y se levantó de la silla. Antes de entrar al ascensor, comprobó de nuevo el número de la habitación y se dispuso a volver. En cuanto las puertas se abrieron, Taek Woon pudo observar a una pareja de chicos demostrando su amor abiertamente, sin importarles nada en absoluto, en cuanto le vieron ambos enrojecieron y sonriéndole, se apartaron para que pudiera entrar.

Desde un lado del pequeño espacio, sintió celos de aquella pareja que, aunque bajaron la intensidad de sus cariños, se les veía claramente enamorados. Taek Woon siempre había imaginado estar de esa manera con alguien, pero su vida nunca se lo había permitido y por el rumbo que estaba llevando, sabía que no lo iba a lograr.

Solo estaba soportando todo por una persona, su madre. Cayó enferma en cuanto la empresa de su padre iba derecha a la ruina, todo estaba perdido, y unir sus bienes con otra empresa y por consiguiente otra familia, era la única solución a todo. Organizar la boda fue lo suficientemente beneficioso para todos, menos para él. Tenía muy claro que sus preferencias no iban hacía chicas rubias y mimadas por sus padres, de hecho no estaba interesado en ninguna mujer del planeta.

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If I could have anyone in the world... It would still be youWhere stories live. Discover now