Hide and Seek →Kookmin♡

Luego de las 6 am. (Capítulo final)

Tik tok, tik tok.

El reloj que parecía muerto, seguía haciendo su característico sonido. 

Jimin seguía confuso. ¿Él había imaginado a Jungkook o todo aquello había sucedido de verdad? Le costaba tanto entender por qué Jungkook, a pesar de verlo, se había ido así sin más. 

El menor había demostrado con tanto fervor que quería cortar el cuello del más bajito y colocar su cabeza en algún estante. Pero ahora, simplemente había desaparecido. 

Lo había visto enloquecer, sonreír, sangrar, golpear y lo había escuchado gritar y llorar. Todo eso en una noche. Pero no podía descifrar lo que Jungkook estaba planeando hacer o lo que estaba sintiendo. ¿Si no lo quería matar, entonces qué haría?

A pesar de tener la cabeza hecha un lío, tenía la certeza de algo, de un sentimiento: necesitaba encontrar a Jungkook lo antes posible. 

Con la decisión en mente, se dispuso a salir de su escondite. 

Ya había intentado varias veces mover sus músculos, pero no había logrado moverse mucho. 

Volvió a intentarlo nuevamente con el gran deseo de ver al menor. 

Por alguna razón estaba muy nervioso. Escuchaba el latir de su corazón muy fuerte. Se sentía extraño, tanto silencio lo inquietaba mucho. ¿Y si había ocurrido algo malo?

Concentrándose en sus piernas y brazos, intentó estirarlos. Pero como era de suponer, no pudo. 

No poder moverse como quería, lo estaba frustrando demasiado. Volvía a intentar y a fallar una y otra vez. Se hacía la idea de que si ponía toda su atención en las piernas, éstas se moverían. Pero esto sólo ocasionaba que le doliera más la cabeza. 

Se mordió el labio inferior, con un sentimiento de inseguridad y de temor carcomiendolo a cada segundo. Tenía miedo de descubrir lo que tanto silencio producía. Su pecho se contrajo y la vista se le comenzó a nublar. No podía evitar que su mente, a la cual había mantenido entretenida con el deseo de controlar su cuerpo, empezara a divagar en un territorio peligroso. 

Cada vez se sentía más frustrado, quería que, aunque fuera por un momento, se cumpliera alguno de sus deseos. No eran extravagantes ni imposibles, pero entonces,¿por qué eran tan difícil de lograr?

Intentando calmar su respiración agitada y sus pensamientos negativos, cerró los ojos. Buscaba, de esta forma, encontrar algo de paz interior. 

Abrió los ojos. Esta vez tenían un brillo de determinación. 

Concentró toda su atención en su pie derecho, ignorando el cansancio, sus nervios y el miedo. Hizo mucha fuerza, más de lo que podía. Entonces su cuerpo empezó a temblar fuertemente con el sobreesfuerzo. Su rostro se volvió rojo y tanto las venas de su frente como las de sus brazos se hicieron más evidentes.

Soltó un grito. Antes nunca pensaría en hacerlo, pero ahora ya no le importaba. Si a pesar de delatar su ubicación, Jungkook no aparecía con su hacha para partirlo en dos, entonces eso no podía ser una buena señal. 

Su cuerpo ya estaba llegando a su límite y su cabeza daba vueltas, cuando por fin pudo dar un paso hacia adelante. 

Con aquel movimiento, sintió como el dolor le venía de golpe: los calambres, el dolor de espalda, de estómago y de hombros. Todo lo que antes no podía haber sentido, ahora lo asaltaban todos juntos. 

Dejó salir un leve gemido ante el sufrimiento de su cuerpo. 

Un paso había dado, pero le había costado la vida. Cualquiera que lo viera, pensaría que Jimin había corrido una maratón.