Capitulo 2 "Maldito Animago"

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"La razón y el valor siempre se interpondrán a la traición y la ingratitud"

Platón.

8 de Septiembre, 1975

—No es algo muy común esto que estamos por llevar a cabo, señorita Black, pero teniendo en cuenta que es una mínima cantidad los días que se ausento, haremos una excepción—Dumbledore hizo una pausa para mirar a la muchacha que tenía en frente—. Bienvenida a Hogwarts, señorita Black.

—Realmente le agradezco, profesor Dumbledore, ser admitida aquí es un gran orgullo para mí.

—Y para mí lo es adquirir a una alumna con tales capacidades. —El anciano sonrió a la chica—. Ahora, que le parece si va a dar unas vueltas por el establecimiento y así conoce las instalaciones, cuando el sol comience a ponerse puede acercarse al gran comedor para ser seleccionada, ¿Conoce el proceso?

—Si, profesor.

—Perfecto, entonces ya puede retirarse, escribiré a su madre para ponerla al tanto.

Me despedí del director para caminar hacia los pasillos de Hogwarts, el silencio era algo que conocía muy bien, ya que en Mahoutokoro siempre había un silencio sepulcral, todo se regía por reglas y normas así que nunca pasaba nada nuevo. Cuando entre en el gran comedor, quede de lo más fascinada.

Todo estaba totalmente lleno, y el ruido transmitía una enorme calidez. Camine hacia una de las mesas y apoye mis manos sobre esta, en un sector donde no había nadie. Estaba terminando la hora del almuerzo según notaba, ya que quedaban pocas personas comiendo. Me sorprendía como acá todos comían juntos, bueno, todos los de una misma casa, aunque podía ver una que otra mezcla de colores. En Mahoutokoro había pequeñas mesas de cuatro asientos, tenías designado el tuyo y los tres restantes eran de tus compañeros de habitación.

Estaba contentísima por cambiar la rutina y monotonía de Japón, y más que todo lo demás, el placer de no tener a mi familia cerca me reconfortaba, aunque, ahora tendría una nueva, Sirius y sus amigos se encargarían de eso, estaba segura de ello. Alcé la vista buscando la alborotada cabeza de mi primo en la mesa de los leones, reconocí su aura rebelde y narcisista y fui en su búsqueda.

—¡Hey, Black! ¿Qué tal todo?

Vi como su espalda se enderezaba y volteaba hacia mí con su peor cara de desagrado.

—¿Qué quieres maldita traidora?

—¡Vamos, perrito faldero! —Hable irónica—. Soy yo, Miztli.

—¿Perrito faldero? Quien te crees para llamarme así ¡Ese debería ser tu nuevo apodo! —Mi primo se levantó bruscamente de su asiento y se paró frente a mí.

—¿Qué demonios te pasa, Sirius?

—¿¡Qué demonios te ocurre a ti!? —Grito exaltado—. ¿Crees que es un orgullo llevar esa capa? ¿Con lo que tuviste que hacer para conseguirla?

—¡Pues claro que es un orgullo! Hice lo que todo mago y bruja debería hacer.

—¡Eres una maldita perra!

Entre las llamas del mismísimo infierno ardiendo sobre su cabeza, Sirius se retiró del gran comedor empujándome fuertemente hacia atrás, pero sin lograr hacerme caer.

—Una perra bastante sexy. —Voltee hacia dónde provenía la voz que había escuchado y pude ver a un chico de severa miopía y cabello alborotado hablando coquetamente y levantándose detrás del animago, supongo que él era el famoso James Potter—. Pero una traidora finalmente.

Cazado por una pantera ~ James Potter [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora