Peaches ©

capítulo 43 ➵ ¿algo más?

El camarín permaneció en silencio durante más de 20 segundos después de que Sabrina pronunciara el nombre de la actriz.

Sabrina no sabía por dónde empezar, así que mientras se rebuscaba maneras de hacerlo dentro de su propia cabeza, se mantuvo observándola en silencio.

Aquello solo impacientó a la actriz, quien no tardó resoplar y de pasar por el lado de Sabrina para recoger su sudadera del respaldo del sofá con la intención de irse, pero se quedó.

Sin embargo, se mantuvo dándole la espalda y lo suficientemente alejada para que su sistema no reaccionara. Sintió a la cantante observarla en la distancia, pero, debido al torbellino de sentimientos y pensamientos que había en ella, ni siquiera consideró voltearse.

Ella, ahora mismo y sin duda alguna, era un volcán que en cualquier momento haría erupción. Pero no podía dejar que eso sucediera, no allí, no con ella.

Estaba lastimada, por supuesto, pero eso no significaba que quisiera lastimar de vuelta.

Es por eso que sus acaramelados ojos no fueron al encuentro de los ojos azulados.

      —El tiempo corre... —señalando con su muñeca un reloj imaginario, pero no miró esos ojos azules aún—. Tengo cosas que hacer, así que si vas a hablar, hazlo ahora.

Sabrina dio un paso más cerca, pero Rowan dio un paso atrás, haciéndole saber que no se sentía cómoda estando tan cerca en este momento.

      —Rowan, por favor...

      — ¿Por favor qué?

      — ¿Detendrías eso? —preguntó—. Necesito que me escuches sin actuar... así.

      — ¿Así cómo? ¿Cómo si estuviera herida? ¿Cómo si estar cerca de ti me destrozara? —las palabras salieron de sus labios con más dolor y rabia de lo que esperaba—. ¿Quieres que pretenda que no has besado a la persona con la que me dijiste que no me preocupara, no solo frente a un millón de personas, sino también frente a mí? ¡¿SIN ACTUAR COMO QUÉ?! ¡¿AH?! ¡DIME! ¡¿CÓMO COÑO QUIERES QUE ACTÚE DESPUÉS DE LO QUE ACABO DE VER?!

Sabrina apretó los labios, sintiendo un nudo en el estómago. Rowan tenía razón.

Manteniendo la distancia, entrelazó las manos y la miró. Pero de nuevo, esos ojos color chocolate se negaron a mirarla.

      —Tiene... —balbuceó, aclarándose la garganta de inmediato—. Hay una explicación para todo esto.

      —Soy toda oídos.

      — ¿Podemos sentarnos primero? —preguntó y Rowan accedió, pero mantuvo una distancia prudente con ella—. Nunca quise que pasara lo que acabas de ver. Él y yo nos besamos, pero...

De repente, dejó de escuchar por completo y miró a la persona a su lado de reojo. A Rowan le costaba encontrarse con esos ojos azules sin sentirse furiosa, sin dejar de rebobinar una y otra y otra vez lo sucedido en la alfombra naranja.

Tal vez todo estaba destinado a suceder así. Tal vez él estaba destinado a estar con ella después de todo este tiempo. Tal vez estaban saliendo y planearon todo esto para darle una lección.

Tal vez estaba destinado a ser un final feliz para una y un final triste para la otra.

Tal vez este era el final de todo y por eso me dolía tanto aceptarlo.

      —Rowan...

      —Lo amas, ¿no?

      — ¿Qué?

      —Lo besaste porque lo amas —la acusó—. ¿Es eso? ¿Te has enamorado de él? Es por eso-

      — ¡No! —la interrumpió—. Así no es como sucedieron las cosas. ¿No has oído lo que acabo de decir?