Luego de bailar varias canciones y beber un par de tragos, Selene fué al baño, era mi oportunidad perfecta para acercarme a ella y hablarle. Fuí detrás y esperé a que saliera y justo cuando salió choqué con ella haciendo que trastabillara un poco.

—lo siento, que torpe soy —me disculpé sosteniendola por los hombros.

—deberías fijarte la próxima —respondió ella a la defensiva y cuando alzó la mirada se puso tan roja que pensé que la sangre se le saldría por los poros.

—sí, es que yo.. Uhm, dije lo siento —ella sólo me miraba fijamente.

—¿ya nos conocíamos? —preguntó frunciendo el ceño.

—quizás, espero que te haya gustado la margarita y que te estés divirtiendo en tu cumpleaños.

—ehm sí, gracias. ¿Y cómo sabe que hoy es mi cumpleaños?

—permíteme presentarme como se debe, soy Alex socio y dueño de éste hotel, por lo tanto sé todo lo que pasa en este lugar

—ah.. yo.. Selene, ese es mi nombre —dijo ella con evidente sorpresa.

—un placer conocerte Selene —me atreví a tomar su mano y depositar un casto beso en el dorso de la misma. —me gustaría conocerte mucho más ¿te gustaría caminar conmigo por la playa?

—no lo sé, digo.. Me encanta caminar por la playa pero estoy con mis amigas —dijo algo nerviosa.

—diles que necesitas tomar aire y que volverás en cinco minutos.

Analizó mis palabras por unos segundos y luego aceptó. Todo estaba saliendo perfecto hasta el momento.

Dejé que saliera primero y luego fuí trás ella.

—no sé en que estaba pensando, ésto no es una buena idea —la escuché murmurar y luego entendí de qué se trataba.

Me quité los zapatos y los dejé al lado de un tronco.

—puedes imitarme o sostenerte de mi brazo mientras te hundes en la arena— sonreí de la manera mas cínica y burlona posible.

A ella no le pareció nada gracioso, miró hacia el hotel tentada a regresar pero se agachó y se decidió por quitarse los tacones.

Era gracioso verla enojada, se veía tan hermosa.

—no me agrada esa sonrisita que tienes dibujada en la cara.

—pronto dirás lo contrario —musite.

Empezamos a caminar a paso lento, con el sonido de las olas chocando al llegar a tierra firme, nos alejamos un poco del hotel y la carretera, pero no tanto como para que piense que soy un violador como la primera vez.

—que te hace gracia —dijo ella rompiendo el silencio. Para mí beber su sangre fue lo más exquisito que pude probar, pero para ella fue toda una pesadilla que la dejara tirada en ese callejón.

Murmure un lo siento y luego me detuve para decirle la verdad o parte de ella para que no se abrume con tanta información.

—Selene, tú y yo si nos conocemos —empecé a decir— como verás soy mayor que tú, la verdad es que te conozco desde que naciste y desde entonces he cuidado de ti.

Ella me miró aterrada e incrédula.

—no pienso cometer los mismos errores esta vez, prometí hacer lo imposible por tenerte de nuevo y así fué. Selene, soy un vampiro y tú fuiste mi novia hace veinte años atrás, pero moriste en una trágica batalla, gracias a una bruja y su hechizo pude recuperarte.

Amor MasoquistaWhere stories live. Discover now