Capítulo 17. Último atardecer

3K 184 10
                                    

Dedicado a LoveOchoHoy

Gracias por tus votos y comentarios linda 😉


Capítulo anterior:

-tú no permitirás que me dañe ¿verdad? -al preguntar esto Sebastián me miró relamente molesto con sus ojos centellando de furia.

-¡no! y por eso te doy sólo un día más... para que te despidas de tus padres y tus amigos -dictaminó dejándome en shock.

-¿qué? Ya les he dicho que nos iremos de viaje la próxima semana Sebastián -musité- no me puedes hacer esto, sólo un día para despedirme de ellos, por favor Sebastián -supliqué.

-no cambiaré de decisión, y no estás en posición de negociar. Si no me hubieses desobedecido en no salir sola las cosas seguirían como acordamos.

-esta bien, sé que es mi culpa -dije cubriendo mi rostro con ambas manos y negando con la cabeza, mientras las lágrimas salían sin previo aviso.

-mi hermosa -musitó Sebastián colocándose de rodillas frente a mí- ya no llores, trata de descansar mientras yo me aseguro que traigan tu auto.

Alejó mis manos de mi rostro dejándome ver mojada por las lágrimas, acuñó mi rostro entre sus manos y depositó un dulce beso en mi frente.

-mañana te daré todo el día para que estés con tu familia, pondré de igual manera a un guardaespaldas para que esté al pendiente de ti.

Luego de decir aquello salió de la habitación dejándome sola, mientras más lágrimas mojaban mis mejillas. Mañana quizás sería la última vez que vería a mis padres y amigos, mi vida cambiaría totalmente al ser convertida.

Decidí recostarme en la cama para tratar de descansar. Me movía de un lado a otro, sin poder conciliar el sueño. Fui al baño, me miré en el espejo, mi cabello era un desastre y aún tenía rastro de mi propia sangre; enjuague mi rostro y me hice una trenza de lado para luego regresar a la cama. Solté un largo y triste suspiro, cerré mis ojos y el cansancio se apodera de mí y en poco tiempo me dormí.

...

-¡mamá! -grité desesperada al ver como ella le arrebataba la vida a Nany.

Se giró a verme sonriente, como una niña cuando ha hecho una travesura. Puso cara de inocencia para luego volver a sonreír de manera sádica y tirar el cuerpo de mi madre sin vida al suelo como si de una basura se tratase.

-¡noo! ¿por qué? ella no tenía culpa de nada -grité, sintiendo las lágrimas precipitarse por mis mejillas, sin control.

-tú eres la única culpable, ¡acaso no entiendes que Alex es mío! -espetó acercándose peligrosamente hacia mí, pero su mirada cargada de odio se desvió hacia Alberto.

-¡basta!, haré lo que quieras, pero no le hagas daño por favor -susurré ésto último, dejándome caer de rodillas al suelo...

...

-¡¡ELENA!! -escuché que alguien gritaba mi nombre- ¡Despierta Elena! -abrí mis ojos de golpe, sentándome en la cama, mi cuerpo estaba bañado en sudor y mis mejillas húmedas y un fuerte dolor en mi pecho que me dificultaba la respiración.

-Sebastián -susurré, en un hilo de voz.

-tranquila, aquí estoy hermosa, sólo ha sido una pesadilla -dijo abrazándome tratando de calmarme.

-ella... asesinaba a mi mamá -musité con dolor y angustia.

-lo sé, pude sentir tu miedo. No permitiré que te haga daño a ti ni a ellos. Ya hay guardaespaldas en la residencia y otros los siguen a donde vayan -al escuchar aquello me sentí más tranquila.

Amor MasoquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora