Capítulo 32. Aléjate de mí

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Dedicado a CarolaCabrera2


Agradecí que se haya tomado la molestia en comprarme ropa. Así, si la chica me vía no sería tan fácil reconocerme. Todo lo contrario si me hubiera puesto su ropa.

Y así pasamos la tarde juntos, conociendo las instalaciones del hotel. Alex me pudo acompañar gracias a que el día estuvo completamente nublado y lluvioso.

—hace muchos años que no me quedaba despierto durante el día —me confesó mientras caminabamos hacia el pequeño bar abierto en el área de las piscinas.

—deberías intentarlo más seguido —le sugerí.

—no estudié sobre el clima para saber que día será nublado o soleado —respondió acomodandose los lentes de sol sobre la cabeza.

—entonces deberías empezar a escuchar las noticias —dije.

Volteó a mirarme.

—lo hago, pero no tengo motivos para estar despierto durante el día... sin ninguna compañía.

—al menos podemos intentar ser amigos, así ya tendrás un motivo —le sonreí y guiñé un ojo.

—yo no te quiero como amiga, me gustaría que fueses algo más —dijo tocando mi mano de forma sutil.

Yo me quedé sin palabras.

Me sentí realmente emocionada. Pero al no responderle nada, miró hacia al frente y cambió de tema.

—estos últimos años, sólo me despertaba durante el día para una cosa —dijo y yo me quedé a la expectativa de lo que me diría— es mejor que no lo sepas.

Rodé los ojos. Traté de no pensar en que podría ser.

Después de una hora cesó la lluvia y algunos rayos de sol se filtraban entre nubes, haciendo que el agua comenzara a evaporarse. Y un calor horrible empezara a sentirse.

Noté que Alex estaba algo inquieto y recordé que él no toleraba el sol. Su piel era tan sensible al mismo que al entrar en contacto directo le ocacionaba graves lesiones que tardaría días en sanar completamente.

Por lo tanto, regresamos a la habitación.

Al entrar un silencio algo incómodo se apoderó en aquel espacio. Así que decidí hablar retomando el tema que dejamos a media en el bar.

—con respecto a lo que dijiste enante, a mi también me gustaría ser más que tu amiga —dije y le sonreí tímidamente.

—lo sé... —responde con su expresión seria.

—¿pero...? —pregunté. Estaba segura que había algo que yo desconocía que nos impedía estar juntos.

—tu creador no te ha instruido bien ni te ha enseñado las cosas que debió —dijo y de pronto su mirada se tornó dolida— no podemos ser más que amigos porque somos de clanes diferentes.
Verás una de las reglas generales del consejo es: que ningún vampiro puede unirse sentimentalmente a una vampiresa de otro clan y viceversa —explicó.

Lo miré incrédula. No podía ser cierto lo que me acababa de decir, me negaba a creerlo. Cerré y abrí mis ojos tratando de no explotar por semejante tontería. ¿A qué genio se le ocurrió esa idea? Y lo peor, los que la aprobaron.

—eso es... ¡estúpido! —dije casi gritando— Que hay de malo enamorarse de un vampiro que no pertenezca a mi clan —le dije desesperada.

—son las reglas, nuestros antepasados las crearon para la supervivencia de nuestra especie —me explicó.

Amor MasoquistaWhere stories live. Discover now