CAPITULO EXTRA

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Nunca creí que podría enamorar de un hombre, pero lo estoy, estoy enamorado de un hombre, es mi pequeño hijo, y tiene los ojos azules

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Nunca creí que podría enamorar de un hombre, pero lo estoy, estoy enamorado de un hombre, es mi pequeño hijo, y tiene los ojos azules.

miro raro a Diana.

- ¿qué?

- tiene ojos claros.

- mamá tiene los ojos claros, papá.

- podría jurar que son azules.

- mi madre los tenía azules, pero mira, tiene el cabello negro, muy negro, nadie de mi familia tiene el cabello negro, no de ese tono.

el pequeño comenzó a chuparse la mano, a hacer gestos y a bufar molesto, tiene hambre.

- él quiere comer.

se lo entrego a Diana y le acerca el pecho, el niño, de inmediato, comienza a succionarla como so fuera una vaca.

me reí.

- le gustan las sheshes, no cabe duda que es mi hijo.

Diana me golpeó el hombro mientras lo observaba comer, y así fue durante meses, cuando me di cuenta, ya podía sentarse, escupía  la comida y se reía como un maníaco. 

- Edilson... 

el niño entendía perfectamente cuando le hablabas, te miraba clavando sus ojos azules y esperaba, atento, a escuchar lo que le decías. 

- vamos a ver el fútbol, somos los hombres de ésta casa y lo tenemos que demostrar ¿de acuerdo?

parecía entender, me senté a su lado y después de darle papilla me enlelé con el partido. 

- eres un imbécil, era a tu derecha.

miré mi reloj.

- no sé qué es lo que espera tu tío Isaac que no llega con las chelas. 

no estaba preocupado, Edilson tenía unos meses y ya tendría que haber dicho algunas palabras, pero se negaba, solo hacía pucheros y señalaba lo que quería, si no se lo dabas, llanto, ventajoso, Diana dice que eso lo sacó de mi lado. 

el timbre sonó y me levanté a abrir.

- mierda Isaac, llegas tarde.

- tenía que duchar a Gibby, toma, saluda a tu sobrino.

- cuando tuve mi hijo me di cuenta de una cosa, los hijos ajenos son mas hermosos que los propios - me reí - hola Gibby. 

el buen Gibby ya caminaba y eso solo significaba algo: P E L I G R O.

mientras perdíamos el tiempo en la entrada escuché el gol.

- Isaac, joder. 

- cállate, ahorita vemos la repetición.

- wey, ya no vale, mierda contigo, siempre llegando tarde. 

Isaac dejó la bolsa de las cervezas y la maleta con los utensilios de emergencia para Gibby y miró la pantalla. 

- mira qué hermoso ¿qué ha pasado Edy?

mi pequeño se jaló la oreja del mameluco, señaló la pantalla...

- gol... 

me atraganté con la cerveza y lo miré con atención.

- ¿qué dijiste Edilson Gabriel Castillo Reina?

él, volvió a señalar la televisión...

- gol... 

me arrodillé con gozo y saqué mi móvil. 

- Edy, dinos que viste en la televisión, dile a mamá qué viste en la televisión.

volvió a señalar la tele.

- gol...

dejé de grabar...

- que orgullo, su primera palabra fue gol.. 

- que dicha, la de Gibby fue, teta.

nos carcajeamos.

- ¿qué no iba a venir Matías? ¿Alonso?

- también están a cargo de los bebés, se van a tardar un poco. 

- de pistoleros a mandilones, damos pena, me cae. 

después de unos minutos Matías y Alonso llamaron a la puerta, venían con sus respectivas criaturas. 

- adivinen qué, Edy dijo "gol" 

todos festejamos... incluso el pequeño Renan Matías lo hizo, aplaudió a modo de festejo, Danthe era un bebé más tranquilo, pero calculador, se tardó pero también aplaudió. 

después de un rato, los metimos al corral para poder beber unas cuantas cervezas mientras ellos se comunicaban en bebenés. 

- ¿qué tanto se dirán?

- ni idea... tal vez estén planeando como conquistar el mundo.

- vamos amigo, si eso ya lo hicimos por ellos.

- siempre habrá terrenos qué conquistar. 

vimos a Gibby repartir los juguetes a los demás, Isaac infló el pecho, hijo de líder, pequeño líder, estábamos tan absortos viendo lo que hacían que no nos percatamos de que Pradda también llegaba tarde, con su pequeña Divanny. 

- lo siento, el tráfico es un desastre y me llevó una hora peinar a Divvi.

apenas y le había puesto un pasadorcito de catarina, no dudó dos veces y puso a la pequeña ojiazul en el corral con los machos. 

todos miramos lo que hacían, atentos, Renan, para empezar, ni siquiera peló a la niña, pero los otros 3 se acercaron. Gibby le acarició el cabello mientras ella lo miraba, Danthe miraba con atención su pie y Edy, mi orgullo, le plantó un beso en la mejilla. 

- ese es el macho. 

todos me golpearon.

hijo de jaguar, le elevé el pulgar a mi pequeño, él se limitó a hacerme gestos y reírse nerviosamente. 

- dudo que después me de risa.

dijo Demián atento a lo que los chicos hacían con su pequeña. 

y si hubiéramos sabido en la clase de hombres y mujer que se iban a convertir. 



❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐨 𝐒𝐮𝐩𝐫𝐞𝐦𝐨 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora