Las cartas de ambos bandos por fin se encuentran sobre la mesa, es momento de definir al ganador, por ello, ambos bandos preparan a consciencia sus ataques finales, enteramente conscientes de solo uno de ellos puede salir victorioso.
¿Quién consegui...
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Llegamos a dónde la tarjeta nos había dado la señal, rodé los ojos.
- Dennis, él no está acá, no es estúpido, y tampoco confiado.
- ¿De verdad? - dijo con todo el sarcasmo que quise, odio que haga eso.
- lo mejor será que nos larguemos de acá antes de que lleguen sus amigos, él no está dentro, pero si quieres hacer el ridículo, adelante, después no digas que no te lo dije.
- Leo, Leo, Leo - dijo al mismo tiempo que negué - ¿De verdad creíste que vendría hasta aquí sin ningún tipo de respaldo? Por el amor de Dios, soy el mejor agente que ha tenido la CIA
me río - tú serás el mejor agente, pero él, - señalo la puerta - él es el mejor de su especie, y si está dentro, voy a trabajar en vacaciones y te voy a evitar una bronca con mi madre por ello.
- ¿Tú mamá alguna vez te dijo que solía darle órdenes?
- no vuelvas a decir eso si no quieres que te rompa el culo, estabas a cargo porque ellos quisieron, que es distinto, no te confundas mejor.agente.de.la.CIA
- Di lo que quieras, Ponce - dijo sin mucho interés - Aunque si lo considero, esto me recuerda que hay ciertas cosas que no cambian, en fin, para no alargar esto ve si ganas o no.
- por cierto, si gano, me iré de vacaciones ahora mismo - Dennis me rodó los ojos, tomaré eso como un maldito sí. Entramos al lugar, lo rodeamos por completo, no les voy a decir la satisfacción que me provoca la cara de Dennis al ver que mi querido amigo ha montado una serie de enlaces que lo trajeron acá, está la tarjeta y una de un leopardo, la firma de la casa, me reí, me reí mucho ante la molesta cara de mi jefe. - ¿te dije que su papá era amigo del mío? - me reí de nuevo, me froté el estómago.
Suspiró largo y tendido - Recuerdame porqué es que aún te tengo en mi división.
me reí - no tengo ni puta idea, pero tengo dos teorías, una, porque tú me trajiste acá y usaste tu psicología de agente para convencerme de trabajar para la CIA y porque sabes que como enemigo soy imparable - me volví a reír - no cabe duda, viejo lobo de mar, aún te fallan los aletazos.
Se reservó su opinión y llevó mi dedo al auricular
- ¿Hallaste algo? Cualquier cosa me serviría justo ahora.
- Lo siento pero no. ¿Alguna idea?
Soltó un gruñido por lo bajo y negó - Te veré en el hotel.
- bueno, jefe, yo desde ahorita, como dicen en ésta hermosa tierra, me pinto de colores, tienes la tarjeta, que usó claro, y no me mires así, tú lo dejaste entrar a la CIA, volveré para abril a trabajar, mientras, disfruta éstos días sin mi ¿he?
