CAPITULO VII "EQUILIBRIO"

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No iba a perder de vista a Christian, la balacera se hizo manifiesta y yo me enfoqué en encontrarlo, me disparaban, por lo que me cubrí dentro de un kiosco de peluches, cargué mis armas cuando vi deslizarse por la barra a Hatsu

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No iba a perder de vista a Christian, la balacera se hizo manifiesta y yo me enfoqué en encontrarlo, me disparaban, por lo que me cubrí dentro de un kiosco de peluches, cargué mis armas cuando vi deslizarse por la barra a Hatsu. 

- hola jefe.

- Hatsu ¿qué mierdas haces acá?

- soy tu relevo ante la ausencia de Mauro, fue muy claro, me dijo que ni de puta broma me encariñe con el puesto. ¿nos vamos?

asentí y no levantamos, comenzamos a disparar a nuestros enemigos (en el diccionario de la real academia del crimen, enemigo es todo aquel que te dispara así te haya dicho que son amigos antes de que comience la balacera) nos deslizamos por la barra y nos llovieron los tiros.

Hatsu trepó al techo de un negocio y teníamos mejor visión para eliminar enemigos.

- vamos  Hatsu, corre. 

corrimos por el techo de cristal (si me hubieran dicho  que era de cristal, les juro que no me trepo) mientras nos seguían por abajo a tiros.

- mierda, Hatsu. 

se ríe escandalosamente mientras saltamos a la piscina de pelotas, y siguen los balazos, pero me pierdo un rato en cuánto miro a Christian a varios metros de mi posición.

- Hatsu, cúbreme. 

salto a un lado de la piscina de pelotas y termino en una resbaladilla (ni cuando era niño me divertía tanto como en éstos últimos 5 minutos) y llegué de nuevo a tierra, me disparan a los lados y miro a Hatsu de mala manera.

- ¿qué putos no entendiste de cúbreme?

- es que te mueves rápido, es difícil.

- ni que fueras a dispararme a mi, imbécil. 

me seguí moviendo mientras miraba a Christian disparando sin ninguna consideración, dispara y se mueve, dispara y se mueve.

me entretengo con varios hombres mientras les disparo. 

miro a los lados.

hombres de Christian.

mis hombres.

¿y los otros?

- te mueves mucho, Palacios, es difícil dispararte así. 

un tipo rubio más o menos de mi edad me miraba con tranquilidad mientras me apuntaba con el arma. 

- ¿te conozco?

- no, pero lo harás, soy Joseph Furst, no olvides el apellido que lo van a recordar los tuyos cuando te mate, me has dado mucha lata, la DEA te busca.

si claro, la DEA, con razón la cara de pendejo. 

- me buscan muchas personas, ¿pero sabes qué es lo más interesante?  que no me he escondido de ninguna. 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐨 𝐒𝐮𝐩𝐫𝐞𝐦𝐨 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora