CAPITULO XI "ALUCINÓGENO"

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Me arranqué el dardo de la nuca y me quedé tirado en el suelo unos segundos (que tal vez fueron minutos) miré al techo y de nuevo ese olor a gasolina, el cielo cubierto de estrellas, mucho humo

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Me arranqué el dardo de la nuca y me quedé tirado en el suelo unos segundos (que tal vez fueron minutos) miré al techo y de nuevo ese olor a gasolina, el cielo cubierto de estrellas, mucho humo. 

entonces sentí que alguien me levantó tomándome del cabello. 

- vamos, Palacios ¿por qué no te paras? 

fruncí los labios y le di un fuerte empujón cuando escuché su maldita voz, miré a los lados, el coche de mis padres estaba ardiendo, pensé en acercarme, pero Edgar lo evitó.

- ya no puedes hacer nada, ahora pelea.

y no tenía que pedirlo mucho, esperé a que se acercara y lo tomé del cuello y prácticamente, lo clavé en el suelo. 

- tenias que hacer ésto, tenías que buscar salirte con la tuya. 

intenté darle una patada pero detuvo mi pierna en el aire, me impulsé con la que quedó en tierra y le di una patada en la nuca que lo hizo caer.

no conforme con eso, fui por él y lo estrellé en la pared, una y otra vez, hasta que logró reponerse, me tomó del cuello y me estrelló en la pared, me quedé arrodillado ahí, la cabeza me dolía, me dio un fuerte mareo al grado de hacerme volver el estómago, tosí varias veces, la cabeza me va a estallar. 

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- ¿creíste que te ibas a salir con la tuya, Leonardo? 

me dijo antes de golpearme, Joel era uno de los hombres que más odiaba en ésta vida, aunque era el padre de mi esposa, no olvido todo lo que nos hizo pasar y que casi me vuelvo loco de tanto dolor. 

- eres un maldito, no mereces haber engendrado a tan bella flor. 

le dije mientras le volvía a dar otra patada, y después otra, y otra, hasta que perdí el equilibrio y me caí, estuve con la cara hacia el suelo unos buenos minutos, o no sé cuánto tiempo, tosí varias veces antes de volver el estómago, mi vista era por duplicado y me dolía la cabeza al punto de querer arrancármela. 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐨 𝐒𝐮𝐩𝐫𝐞𝐦𝐨 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora