CAPITULO XXII "1° MIEMBRO"

744 83 44
                                    

Comencé a toser, ya no podía dar un solo golpe más, Christian se estaba divirtiendo, no cabe duda que estaba disfrutando cada segundo de mi dolor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comencé a toser, ya no podía dar un solo golpe más, Christian se estaba divirtiendo, no cabe duda que estaba disfrutando cada segundo de mi dolor. 

retrocedí a medida que pude, Christian me tomó del cabello y me arrodilló.

- así es como un falso rey reconoce el poder de uno que si lo es en realidad. 

- podrás ser lo que tú quieras, pero nadie va a verte como su líder, porque se nace sabiendo cómo ganarse ese puesto, Christian, un puesto que no vas a conseguir en la tienda. 

volvió a golpearme y de nuevo la cara contra el suelo. 

- sabes, ha sido muy divertido jugar contigo, lo acepto, ha sido toda una maravilla.

- no lo hubieras logrado si no tuviera un equivocado en mi clan...

Christian volvió a levantarme y me azotó la espalda contra el muro. 

- ¿hablas del que me llevó a la casa de tu amada?

- si, de ese... 

tragué saliva mientras miré a Christian caminar de un lado a otro, obvio estaba golpeado, pero no tanto como yo. 

- pues te diré, todo fue una maldita casualidad, hermosa casualidad... ¿quieres saber quién me llevó a la Casa de los Leones? 

- ya que sientes que vas a matarme, tengo derecho a saberlo...

se inclinó para verme mejor.

- fuiste tú.

¿qué? 

- no puede ser...

- si - asiente - fuiste tú, nosotros, pretendíamos asustar a la chica policía cuando mandé a mis hombres a buscar información sobre nuestras posiciones, pero no contábamos, con que Matías aparecería al rescate, y tampoco, que aparecerías tú, esperamos a que te movieras, y te seguimos hasta la Casa de los Leones... nunca fue Matías, siempre fuiste tú, y no sabes lo mucho que disfruté estar un paso adelante de ti... 

- pero solo ha sido una vez, de innumerables que me ha tocado estar delante de ti, Christian.

- pues no más, vas a morir acá, y serás recordado como el Napoleón de la mafia... y después, iré por los tuyos, y a ese hijo tuyo, le cambiaré tanto la vida, que un día llegará a casa y me dirá papá, olvidándose totalmente de ti y de esa puta que lo parió. 

me tomó del brazo y me puso de pie, apenas y podía sostenerme, o eso era lo que él creía. 

se preparaba para darme el golpe final cuando me moví y lo dejé pasar de largo, entonces, le clavé mi cuchillo en la parte baja de la espalda. 

- nunca olvides, que la lealtad salva vidas, Christian, si no hubieras cambiado tanto tal vez estarías conquistando el mundo junto con los míos, pero no, la envidia es un pecado, uno de lo más destructivos de éste mundo, es lo que hace al humano ser perverso, sin embargo, aquí, solo puede haber un rey, aquí, solo puede reinar un rey supremo, y ese seré yo, porque yo soy Isaac Palacios, líder de la Fraternidad y el 1° de La Firma, el imperio más grande jamás diseñado en todo la historia de la mafia, en la que 11° reyes, van a gobernar las calles más importantes de la tierra, todos, van a escuchar sobre el rey supremo, y todos le van a deber respeto, pero será algo que no podrás ver, porque la cacería, terminó. 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐨 𝐒𝐮𝐩𝐫𝐞𝐦𝐨 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora