Cap 16. Dias perros

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Me dolía la cabeza solo en pensar que eso lo he causado yo.

- Alice, para, por favor. - le pedí.

- Lo siento, tenias que verlo antes de que me fuera...

- Hasta pronto, hermanita.

- Adios, giganton.

Nos dimos un abrazo y ella salió disparada a coger su coche para irse al aeropuerto.

Ya en casa, esas duras visiones rondaban mis pensamientos.

Bella POV

Me dirigí hacia la casita roja de los Black, siuada en una reserva llamada La Push. Como me prometió Jacob, aquí olía a perro mojado.

Una gran manada apareció delante mia sin dejarme llegar al camino de entrada de la casa. En cabeza, por lo que leí en su mente, Sam Uley, el macho Alfa.

- Que hace aquí una de ellos? - dijo, en parte, dirigiendose a mi.

- Solo somos conocidos, pero respeto el tratado.

- Entonces que haces aqui? Pretendes destruirnos?

- Soy amiga de Jacob. - Se envaró al olisquear mi efluvio.- No vengo a destruir.

A la espalda un chico de aspecto desgarbado se dirigia corriendo hacia nosotros. A diferencia de los demás,  este llevaba camiseta y zapatos, no era tan musculoso, y por lo que se veia, no tenia ese tatuaje distintivo de la manada Quileute.

- Bella! - Me gritó, aunque me hubiera bastado que lo pensara o lo susurrara. Le devolví el saludo con la mano. - Ahora viene Jake

- Vale, gracias Quil - El hizo un gesto con la mano en el aire quitandole importancia.

Me dirigí a la manada hasta quedarme a unos diez centrimetros de la cara del alfa.

- Me dejas paso? - aun seguia seria, destruida por dentro.

- Antes muerto. - dijo muy testarudo.

Decidí hacer un truquito. Puse mi mano helado sobre su pecho desnudo y ardiente. Con unos trucos que me habian enseñado unos amigos del sur, sin despegar la mano de su pecho, movi el brazo hasta quitarlo de mi camino. Sam quedo con cara de espanto y los demas, entre el miedo y la sorpresa. Escuché perfectamente los insultos entre dientes. Monstruo, asesino, repugnante...

- Hey Jacob - Dije mientras corria ha su posición,  saliendo de su pequeño cobertizo/taller. Nos abrazamos y el no se apartó de mi por el frio.

- Hola Bells.

Me senté a su lado y contemplé como se peleaba con las herramientas porque no encontraba la que quería.  A velocidad vampirica, super rapido, le dí la que buscaba. La verdad es que habia aprendido un poco de coches gracias a Emmet, y el, gracias a Rose, una diosa en el tema tecnico. Me dolía el pecho solo de pensar en ellos, mi hermano mayor... y Rose, es Rose.

- Gracias - diji un poco sobresaltado por la velocidad.

Pasamos horas juntos ahí dentro, hasta que se hizo denoche y su barriga comenzó a rugir. Olía ha especias y a filete. Fue lo unico que pude detecar con esta nariz de vacaciones.

- Mmmm creo que Emily esta cocinando! - dijo emocionado.

Le di un golpecito en el brazo y nos dirigimos hacia la cabaña, llena de gente en el porche, iluminado con candelabros. Estaba toda la manada y algun que otro vecino. Al llegar Jacob y yo se callaron para mirar sorprendidos. Me limité ha no leerles la mente, funcionó.  Sin en cambio, al intentar poner el escudo, este estaba demasiado debil y no conseguí proyectarlo.

- Chicos, esta es Isabella Swan.- le di un codazo flogito.- Bella.- se corrigió.

Todos dijeron entre dientes un hola, estaba claro que aquí no era bien recibida. Un hombre con traje de policia se acercó y me dio un energico apreton de manos.

- Hola Bella, me llamo Charlie Swan, soy el jefe de policia.

- Es un placer, Charlie. - nos acompañó hasta el porche.

- Tengo un hijo de tu edad, Robbie Swan, pero vive en Arizona. Es curioso, si fuera niña se iba a llamar Isabella.

- Si, muy curioso. - Le sonreí lo mas sinceramente que pude.No estaba para nada contenta.

Jake me acompañó al interior y me presentó a la que cocinaba, la prometida de Sam, Emily. Esta, al igual que Jacob, al abrazarme no se apartó.

- Eres la chica vampira?

- Si, esa misma.

Se escuchó como Sam llamaba a Emily para que dejara de cocinar y se esperase a que los brutales comensales lobo acabaran, para empezar otra tanda. Decidida, la animé.

- Emily, ve tranquila, yo me ocupo.

- Tu-tu sabes... cocinar?

- Por supuesto

Ella se encogió de hombros, me entregó el delantal y se fue. Me coloqué mis cositas, coloqué aceite y algunas especias para que tomaran sabor.

Cuidado! esa voz, suave como el terciopelo me dejó clavada en el suelo. Era... su voz.

De repente una gran llama de fuego procedente de la sarten por poco me desintegra, me mata. Seria una muerte  patetica, muy patetica...

Conseguí controlar el fuego y el aturdimiento, sacando a los minutos unos excelentes platos de filetes para cada uno, en la mitad de tiempo de Emily.

- Ala Bells! Esto esta riquisimo! - dijeron al unísono Quil y Jacob. Hice una reverencia en forma de gracias.

- Para no comer, cocinas bastante bien. - dijo con tono ironico al que respondia al nombre de Paul, a lo que le rodé los ojos.

Se hizo tarde y necesitaba estar sola, a lo que le dije a Jake que tenia tareas que hacer. El gustoso me despidió con un abrazo, al igual que Emily, que se sentí a muy agradecida.

Corrí de vuelta a casas, intentando aclarar dudas. Que habia sido eso?

Que hacía allí la voz de... Edward?

Eres extraña (Edward y Bella)Where stories live. Discover now