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Scarlet

Por la tarde fui a visitar a Lady Halliburton a su sala privada en el tercer piso, sí, el castillo de Ameliztown era tan grande que cada una de las veinticinco recamaras tenían una o dos salas privadas.

Estaba confundida.

Bruno....

Él no se merecía que me casara con él, él merecía un amor gigante dentro de un bello matrimonio. Y yo lamentablemente no era capaz de hacerlo. En mi corazón ya estaba una persona presente. Y sin embargo, era una oferta realmente tentadora.

Él me ofrecía estabilidad, una muy buena posición económica, tranquilidad, amistad, confianza, protección, y a su manera, amor, y eso era muchísimo más de lo que una mujer en mi condición podría desear, era todo lo que James no podía ofrecerme pues muchas de esas cualidades, su misma naturaleza se lo impedía, como la confianza y la tranquilidad.

Le conté mis dudas a Lady Halliburton, ella me entendía bien, pues en su juventud fue una de las primeras mujeres que tuvieron la desgracia de divorciarse, para después contraer nupcias con el tío de Bruno, claro con un permiso y disculpa oficial del rey.

Cuando termine mi relato, mis dudas, todo, ella solo sonrió.

-Es normal que tengas tantas dudas, querida... - dijo mientras se servía té.-... Yo no conozco a ese tal Lord Leighton, pero....¿Lord Leighton?.- Lady Halliburton se frenó en seco, sus ojos de pronto se veían preocupados. De pronto, se paró y a pado apresurado se dirigió a un escritorio de madera que estaba al fondo de la estancia. De ahí hojeo unos papeles y regresó a mi lafo con un periódico en mano.

-¿Está todo bien Milady? - pregunté, ella leía rápidamente en esas hojas llenas de noticias, hasta que se detuvo en una y la leyó rápidamente.

-¡oh pequeña! Sí tan solo me hubieras tenido la confianza de contarme ésto hace meses... - Lady Halliburton me extendió el periódico.-... Creo que deberías leerlo por ti misma.

Tomé el periódico entre mis manos, sintiendo su rugosa textura. En el fondo, no deseaba leerlo. Mi instinto fue correcto.

Ahí, en medio de la página de sociales, en la sección de compromisos, estaba su rostro, sonriente y tan apuesto a como lo recordaba, su nombre en letras grandes con esa caligrafía pomposa.

"La honorable familia Montgomery y el respetable linaje de los Dawson de Lincolnshire, se complacen en anunciar el compromiso matrimonial de sus hijos, Lord James Montgomery, conde de Leighton, heredero del marquesado de Abercorn, y la señorita Kristen Anne Dawson, hija del marqués de Lloyd.... "

Una lágrima mojó la palabra. "marqués", y fui incapaz de seguir leyendo.

James se iba a casar.

Su fotografía me sonreía desde mi regazo, y lo acompañaba una bella muchacha, ¿a quién engañaba? Esa muchacha era despampanante, preciosa, su largo cabello oscuro era claramente hermoso, aún en el arrugado periódico, y sus ojos probablemente serían azules, ella era lo que jamás fui, esa muchacha era del tipo de mujer que a James siempre interesó, la cual, deduje sería la futura Lady Leighton.

Ésto solo se podría describir... Como la sensación de que el piso de pronto se abrió a tus pies, y la misma tierra te tragó.

Sin tener aire para respirar, sintiendo el vertigo en tu cabeza, un nudo en el estomago, y la oscuridad total envolviendo tu ser para convertirte en un cuerpo muerto, insensible. Sí, algo así se sentía.

-Ese periódico llegó hace cuatro meses... - Lady Halliburton me regresó a mi realidad, mi cara estaba húmeda, y entonces comprendí. Ese periódico había tardado un mes en llegar, por ende desde hacía casi medio año que se había anunciado ese compromiso. Era probable que esa boda ya se hubiera efectuado.-... ¡oh querida! No debes llorar, es obvio que aún lo amas, pero debes entender. Él ya te superó, por lo que me contaste, es probable que ni siquiera te amara cómo él te decía, es más, es probable que ni siquiera ame a esa muchacha Dawson o a otra persona que no sea él mismo... - Lady Halliburton tomó mis manos, su sonrisa compasiva de pronto me recordó a Bruno.-... Te confiaré lo que mi madre una vez me dijo. Debes amar con toda tu alma, pues, estás destinanda a encontrarte con alguien, con quien compartiras cierto tiempo y ciertos sentimientos, y es inevitable, lo amarás, pero la vida la mayor parte de las veces no es un cuento de hadas, y te pondrá en un predicamento en el cuál deberás elegir.

Yo sequé mis lágrimas

-A veces se te concede la gracia de que ese amor sea tu esposo, otras veces no es así por más que tu lo desees.... - continuó Lady Halliburton con una sonrisa.-... No estoy diciendo que deberías elegir a Bruno solo porque es mi querido sobrino. No, tu debes elegir lo que mejor te convenga, querida, sin escuchar opinión de alguien más que la tuya. Pero solo recuerda que mucho gana una mujer en estos años si consigue un matrimonio respetable, tranquilo y estable en lugar de uno apasionado y errático.

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James

-... Y me dijo que no podría conseguir suficiente canela para hacerlo, que era imposible, como si para mi existieran los imposibles, y entonces le dije.... - la voz de Kristen sonaba distante para mi, pero no lo estaba, ni ella, ni el pequeño golpe que me propinó en la mano al notar que la estaba ignorando de nuevo.-... Jamie ¿Podrías al menos cambiar esa cara? Así tu hermana dejaría de pensar que en cualquier momento te lanzarás de un risco. Por favor, nos está mirando.

Suspiré. Bien sabía que Bernadette nos espiaba desde el ventanal. Así que, para mantener la fachada, tomé la mano de Kristen entre las mías.

-vaya gracias...- dijo con su sarcasmo de siempre.-... Ahora, ya que estamos lo suficientemente lejos como para Bernadette nos lea los labios ¿Podrías decirme qué tanto piensas que te mantiene en ese mutismo?

Yo sonreí un poco. Kristen siempre había sabido leer mi rostro como pocas personas.- No lo sé Kitty, sigo poco convencido acerca....

Ella frenó en secó y me miró ceñuda.

-¡An no! ¡James Montgomery no! Ni lo pienses, no me puedes hacer eso... - dijo. Ya sabía eso, le había dado mi palabra, pero...-... Es lo mejor, créeme, hemos sido amigos desde niños, socialmente nuestro matrimonio era cuestión de tiempo. Además, si no soy yo, será otra, de eso no tengas duda ¡Y escogida por la histérica de tu hermana! Por otro lado, no creo que otra mujer acepte las condiciones que yo misma te he planteado.

-Ya lo sé Kitty, pero...- volví a suspirar, suerte que el enorme abeto del jardín de los Dawson nos cubría.-... No he podido dejar de pensar en ella.

Kristen volteó los ojos, pues si alguien se había ganado el odio eterno de mi mejor amiga, era Scarlet. Kristen no soportaba verme tan mal por una mujer, menos sabiendo lo que ella y yo habíamos vivido, que en comparación, no era nada a lo que yo había vivido con Kristen y con tantas otras.

-¡Ay Jamie! Como esa perra hay muchas otras...-dijo molesta. Eso era mentira, no había nadie como Scarlet Scarborough.-... Estaba pensando en que necesitas distraerte.... Tal vez, después de la boda, deberías hacer un viaje solo, podrías ir de nuevo a la India, me escribiste que te había gustado mucho estar allá.

Yo sonreí. Sin duda le sería muy conveniente a ella.

-Oh si hago eso ¿Cómo explicaríamos el misterioso embarazo de mi esposa mientras estoy de viaje? -dije picandole el orgullo.

Aunque Kristen sabía que, incluso si yo estuviera en Londres, ella sería libre de hacer con David Copley lo que más les complaciera a ambos.

-Eres un idiota...- me dijo sonriendo.

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N/A: vaya.... Realmente espero sus comentarios acerca de nuestra nueva personalidad por aquí, Kristen Anne Dawson.

L@s quiero bbs.

Comments?

Atte.
EmmersonJ.B

La Madrastra (Saga Montgomery #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora