11er. Día de Navidad

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ChanYeol estaba flotando en una nube de camino a la agencia, metafóricamente, por supuesto; aunque eso no logró evitar que chocara con todo aquello que se le ponía enfrente, incluidos un cesto de basura y un poste de alumbrado público.

No obstante, nada de eso importaba, ni siquiera aquella mancha rojiza que empezaba a adornar su frente, porque, damas y caballeros, Park ChanYeol había besado a Byun BaekHyun por primera vez y había sido mucho mejor de lo que había imaginado incluso en sus más locos sueños. Por eso, esa mañana el pelinegro hizo todo lo que sus superiores le habían pedido, con una sonrisa en el rostro a pesar que tardaría no menos de cuatro horas y media en terminar de renderizar el último video que había estado editando, porque recuerda que tiene que estar en alta definición, Park.

Pero no todo en la vida era color de rosa. ChanYeol fue consciente de aquello cuando invitó a BaekHyun a almorzar, recibiendo un considerado y amable rechazo en respuesta a su mensaje de texto. Éste rebosaba de todo el cariño y estima que BaekHyun tenía por él.

"No puedo."

Sí, claro pero sutil.

Y desde entonces, los ánimos de ChanYeol se habían ido por los suelos, incluso no le importó que ShanShan llegase hasta su escritorio haciendo peticiones absurdas que incluían acompañarla hasta la cafetería del cuarto piso para tomar café. La rechazó poniendo de excusa las grandes cantidades de trabajo que tenía en fila, aunque eso no fuese mentira, a fin de cuentas.

De todos modos, ChanYeol se las arregló para ir a merodear al departamento creativo, aprovechando la oportunidad de dejar el regalo correspondiente cuando vio a BaekHyun ponerse de pie con un par de carpetas en brazos y entrar a la oficina de JunMyeon. Sabía a la perfección que el castaño tardaría no menos de cuarenta y cinco minutos tratando de explicarle a su jefe por qué no podían utilizar otro tono de rojo que no fuese el pantone que Coca-cola ya tenía patentado.

Corrió hasta su casillero, tomando el paquete que había preparado con anterioridad y dirigiéndose con cierta confianza hasta el escritorio de BaekHyun. Ese día había decidido regalarle algo más sencillo, un pequeño ramo de muérdago envuelto en papel kraft por la parte del tallo y papel celofán transparente por encima con un lazo rojo sujetando todo. Lo colocó sobre el escritorio, sin olvidar la nota adhesiva que acostumbraba dejar con sus regalos.

ChanYeol se permitió estar ahí más de la cuenta, sentándose sobre la silla del más bajo y observando su lugar de trabajo. BaekHyun siempre había sido una persona ordenada, pero sin llegar a ser un fanático de la limpieza. La mayoría del tiempo mantenía su espacio de trabajo ordenado, si algo estaba desordenado, era porque algo dentro de él lo agobiaba también.

Todo estaba en orden y sonrió, observando las burbujas del salvapantallas en el ordenador.

Cuando todo eso finalizara, ¿BaekHyun estaría molesto con él? ¿Se lo tomaría como una broma? ¿Aceptaría sus sentimientos o lo rechazaría?

Ya se había planteado todas aquellas posibilidades y, aun así, había decidido arriesgarse, pero eso no significaba que sus temores se habían desvanecidos de la nada.

—¿Buscas a BaekHyun? —preguntó uno de los colegas del castaño, sacando a ChanYeol de sus pensamientos. LuHan lo observó con un brillo en la mirada que no supo cómo identificar.

—No. —dijo de inmediato. —No te preocupes, ya me iba. —repuso, poniéndose de pie y dándole una sonrisa a LuHan para tranquilizarlo. Él rubio respondió con una venia, siguiendo su camino hasta la misma oficina en la que había visto desaparecer a BaekHyun.

ChanYeol salió de ahí, deteniéndose para tomar agua en el pequeño oasis que yacía en el corredor. Respiró profundamente, tratando de mentalizarse para poder continuar con su trabajo sin distraerse demasiado. Para su sorpresa, cuando llegó ahí, rápidamente reconoció algo fuera de lugar.

Una pequeña caja de madera estaba en su escritorio junto a una nota adhesiva en color turquesa. La caja, tenía una pequeña manivela al lado derecho y al abrirla, fue capaz de observar todo un mecanismo dentro de ella, con placas de metal que funcionaban como cepillo y un cilindro de metal con un patrón grabado en él. Identificó rápidamente de que se trataba.

Cerró la caja musical, moviendo la manivela después de eso, permitiendo que la melodía resonase suavemente de ésta, haciéndolo sonreír porque aquel sonido que le era familiar. Esa, en especial, le recordaba demasiado a BaekHyun, haciendo que recuerdos llegaran a su cabeza; recuerdos que atesoraba demasiado porque en cada uno de ellos, el castaño estaba presente.

"¡Feliz navidad, ChanYeol!"



***



"¿Sabías, BaekHyunnie, que el muérdago es regalado como símbolo de vida eterna? También hay personas que creen que da buena suerte, salud y prosperidad. ¿Tú que crees? Yo espero tener un poco de esa suerte este año. ¡Feliz navidad, BaekHyun! No olvides cuidar de ti, se espera que hoy caiga nieve. ¡Abrígate!"

BaekHyun dejó salir una pequeña risa mientras tocaba las verdes hojas del muérdago entre sus manos.

—No, no lo sabía.


***










Parezco la loca de la navidad. ¿Tienen algo planeado para noche buena? Yo seré esclavizada por mi madre, como siempre ^u^ /sonríe para no llorar/

My True Love Gave to Me [ChanBaek / BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora