My True Love Gave to Me [ChanBaek / BaekYeol]

Feliz Navidad...

BaekHyun estaba totalmente concentrado, tratando de desenredar las guías navideñas con las que la señora Park había estado batallando anteriormente y que él, con mucha amabilidad, se ofreció a hacerlo.

Había llegado a la casa de los Park pasado el mediodía, siendo recibido por una alegre YooRa. La mayor de los Park lo había abrazado con emoción y cierto brillo en la mirada que BaekHyun realmente quiso pasar por alto. ChanYeol estaba en la cocina, picando los vegetales necesarios para rellenar el pavo, no obstante, asomó su rostro por el arco de la cocina, saludándolo con un ademan y una amplia sonrisa.

La invitación se la había hecho ChanYeol, cuando prácticamente el mes de diciembre había tocado repentinamente a su puerta, dejando que el frio noviembre se despidiera con las últimas hojas secas siendo barridas por su viento. A pesar de haber tenido el deseo de quedarse ese día en casa y haciendo el vago, terminó por aceptar la atenta invitación de los Park, sintiéndose agradecido por siempre pensar en él.

Park Yoo siempre se encargaba de atenderlo y tratarlo como alguien más de la familia; y ser parte de la familia implicaba, ayudar con los preparativos. A BaekHyun le gustaba sentirse útil, pero evitaba a toda costa estar en la cocina porque apenas y sabía cómo hervir agua.

Ayudaba a YooRa a decorar el salón principal, colocando las guirnaldas y poniendo las esferas navideñas en el árbol de navidad, junto con adornos brillantes que ibas colocados sobre las ramas del árbol y que sobresalían de estas.

—Te digo, primero debes poner las luces y luego los adornos.

—¿Seguro? —preguntó con recelo, observando al árbol desde una distancia considerable, analizándolo.

—Tan seguro como que dos más dos es cuatro. —respondió con diversión, acercándose hasta el objeto en discusión, rodeándolo una vez con las luces. —Así las esferas no se caerán después. —argumentó con diversión, observando como la mujer se complacía con su respuesta y quitaba la guía navideña de sus manos para hacerlo ella.

Así era como la tarde había pasado hasta que el sol comenzó a esconderse en el oeste, tiñendo el cielo con matices violeta, rojizos y naranjas, fundiéndose en un hermoso ocaso que fue capaz de llamar la atención de BaekHyun significativamente. Lo observó a través del marco de la ventana, por dónde aún eran capaz de colarse algunos rayos de sol y el castaño no pudo evitar pensar que se trataba de una buena premonición.

***

Como cada año, la cena estaba deliciosa y su parte favorita, era el tradicional pay de manzana de la señora Park, el cual estaba devorando justo cuando el reloj había marcado las diez y media de la noche.

El ambiente era cálido y la conversación entretenida, mientras recordaban algunas de las aventuras de ChanYeol y BaekHyun cuando eran unos críos. Solían escaparse juntos después de clases, creyendo que nadie se enteraría. Habían llegado a un parque, en un punto medio entre las casas de ambos infantes.

ChanYeol había apostado con que él era capaz de deslizarse por la resbaladilla más alta del lugar estando de pie, a lo que BaekHyun había respondido con el ceño fruncido que eso era imposible.

—Un beso, BaekHyun. —había demandado con sus orejas rojas. —¡Deberás darme un beso si logro hacerlo!

—¡Es imposible, ChanYeol! —respondió manteniendo la cordura, un BaekHyun sonrojado de nueve años.