Capítulo 3

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Kagome gimió al sentir que los rayos del sol chocaban contra su rostro, instintivamente se acurruco mas sobre el lugar blando y cómodo en que se encontraba, se sentía tan bien y protegida, hasta que una voz fría la hizo abrir sus ojos asustada solo para toparse con unos orbes dorados.

-"Veo que te has despertado ya miko"-

-"Sesshomaru…"- susurro Kagome incrédula.

Inmediatamente chequeo en la situación que se encontraba, estaba desnuda, acostada entre las piernas de Sesshomaru y muy acurrucada sobre su pecho desnudo, fuerte y cálido, la estola peluda de él la envolvía y él no parecía molesto en absoluto en su presencia; de pronto, los recuerdos de lo que paso hicieron estragos en su mente… Inuyasha la había traicionado con Kikyo y Sesshomaru la había tomado… ¿Era su compañera ahora?, o acaso ¿La iba a matar?. El miedo se hizo presente en los ojos de Kagome que no pasaron desapercibidos por Sesshomaru, este levanto una de sus manos y empezó a acariciar suavemente la marca en su cuello, ganándose un estremecimiento por parte de Kagome.

-"No tienes que temer miko, ahora eres mi hembra"-

-"Entonces… realmente Inuyasha…"- ahogo un sollozo y contuvo las lagrimas que querían salir.

De pronto, la lengua de Sesshomaru sobre su marca la hicieron despejar aquellos sentimientos, le daba cosquillas y ella no pudo evitar soltar una risita, Sesshomaru sonrió complacido y la paro con delicadeza mientras cogía su kimono y se lo ponía, luego él empezó a vestirse mientras que Kagome lo miraba embelesada… realmente ¿El la había escogido a ella como su compañera?, Sesshomaru ¿El Daiyoukai sin sentimientos que detesta a la raza humana e hibrida?, se sentía tan avergonzada e inferior, él era jodidamente apuesto y ella solo era una humana, de hecho nunca se considero bonita y en esta época había visto mujeres suficientemente bellas para envidiarlas en belleza pero aun así ¿El la escogió a ella?, él es hermoso, perfecto… y… ¡auch!, una mueca de dolor se hizo presente en el rostro de Kagome cuando quizo moverse, más exactamente en su entrepierna… y allí cayo en cuenta que Sesshomaru la había violado pero… ella no se encontraba molesta en absoluto, será porque ahora es su compañera; volvió la mirada hacia él y se sonrojo cuando se dio cuenta que este yacía mirándola para saber que iba mal, ella negó con la cabeza y su sonrojo se hizo cada vez más fuerte, la sola idea de recordar como Sesshomaru la había tomado le había puesto nerviosa de una manera increíble y cuando se dio cuenta, este yacía frente a ella, Kagome agacho su mirada rápidamente para que no viera su sonrojo pero una de sus manos con garras la tomo de la barbilla delicadamente para que lo mirara, aquellos fríos ojos penetraron a través de Kagome, haciéndola soltar un suspiro, no podía apartar la mirada de aquellos hermosos ojos dorados, fríos pero hermosos.

-Porque te sonrojas miko?- pregunto Sesshomaru observando curiosamente sus mejillas.

-Yo… este… uhm…- Kagome no sabía que decir.

Sesshomaru le dio una media sonrisa y la beso con posesión absoluta, algo tenia esta sacerdotisa que lo intrigaba y lo hacía sentir sumamente atraído, a parte de su aroma, pero de algo estaba muy de acuerdo, que iba a disfrutar de ella y la iba a proteger como no supo hacerlo el hibrido ese, la cuidaría a ella y a su cachorro, ante eso, él sonrió, su primer heredero, él podía sentir el aroma de él proveniente del vientre de su compañera, ya hay vida en ese lugar, y con aquel pensamiento enrollo sus brazos alrededor de la delicada figura de su hembra, solo de él. Kagome sentía como las maripositas en su estomago revoloteaban locas como si estuvieran a punto de echarles insecticida, volando desaforadas para escaparse del lugar, aun ella no podía creer estar en brazos de este adonis, siendo besada, sin lugar a dudas estaría siendo muy envidiada por las demás mujeres al tener semejante macho; Kagome jadeo entre el beso al sentir sus piernas como si fuesen gelatina y si no fuera por los brazos de este demonio que la sujetaban, ya había estado en el suelo por seguro. Cuando el beso se rompió, Sesshomaru la miro unos instantes y la tomo al estilo novia, comenzando a caminar como si nada, ella suspiro satisfecha mientras lo miraba desde su pecho, era tan guapo.

-Se… Sesshomaru…- susurro tímidamente ella mientras jugaba con sus dedos.

-Que sucede miko?- pregunto mirándola hacia abajo curioso.

-Sabes, tengo un nombre y es Kagome, sería ideal de que me llamaras por este, ya que mis padres tomaron mucho tiempo en escoger uno- dijo con un puchero que hizo sonreír a Sesshomaru.

-Está bien, que quieres Kagome- dijo suavemente recalcando su nombre y ella sonrió.

-Bueno, este… te quería preguntar qué… a donde vamos?-

-A mi castillo-

-Tienes castillo?- pregunto sorprendida y él la miro arqueando una ceja.

-Por supuesto que si, por algo me hago llamar el Lord de las tierras de Oeste, cuando mi padre murió, se me fueron heredadas- hizo una pausa y miro a Kagome –Y yo se las heredare a mi cachorro primogénito que viene en camino-

-A que te refieres con que viene en camino?- pregunto Kagome confundida.

-Estas esperando un cachorro mío- dijo con sencillez para volver a poner la vista al frente.

Kagome sintió como si le hubieran echado una cubeta de agua fría, lo miraba con la boca abierta y luego inmediatamente se llevo las manos al vientre incrédula, oh dios… estaba embarazada!, y de Sesshomaru!, pero eso no es lo peor, lo peor era que nuestro hijo seria hanyou, lo matara?!, ante aquel pensamiento volvió a mirar a Sesshomaru aterrada, él cual tenía puesta la misma mascara de indiferencia de siempre.

-Voy a tener un bebé…- susurro para sí Kagome.

-No es un bebé, es un cachorro- le corrigió Sesshomaru.

-Pe... pero… Sesshomaru yo tendré un hanyou, lo despreciaras y…- Sesshomaru la interrumpió.

-No será un hanyou, será un youkai, un demonio completo-

-Pero como si yo soy humana?-

-Eres una sacerdotisa con grandes poderes espirituales que todavía no aprendes a controlar, por mi parte, mi youki lo ha logrado hacer cuando te he reclamado como mi hembra, por lo que tu poder espiritual no podrá purificar al cachorro que llevas dentro, al contrario, hará que el cachorro sea un demonio completo, ni siquiera será hanyou, eso son para humanos débiles-

Kagome asintió en silencio mientras tocaba su vientre, iba a tener un bebé y de Sesshomaru, qué emoción!, amaba a los niños e iba a tener uno propio, quizás ahora por fin iba a ser feliz, que ingenua fue al pensar todo este tiempo que la felicidad la iba a encontrar al lado de Inuyasha, que ingenua fue… pensó con una sonrisa falsa en su rostro mientras su conciencia decía una y otra vez: Inuyasha, ya te habrás dado cuenta de que ya no soy tu hembra?

Arrebató de compañero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora